Simple Stories in Spanish: Lecciones de mochilear

Season 8, episode 16

This new season of fresh stories all about personal experiences. As you have heard in previous stories, I love the outdoors. I have been on many hiking and camping trips, but it wasn’t until a few years ago that I combined the two and went on my first backpacking adventure. That trek taught me many lessons and today I am sharing those lessons with you.

This story is told in the first person using the past tense. Important vocabulary in the story includes: “mochila” (backpack), “sendero” (trail), “nieve” (snow), “derretida” (melted) and “llevar” (to bring/carry).

Lecciones de mochilear

      Me gusta mucho pasar tiempo en las montañas. Me gustan los paseos largos y difíciles. En el pasado, yo creía que no valía la pena pasar la noche en un lugar que yo podría visitar en una excursión de día.

      Pues, por fin decidí hacer mi primera excusión de mochilear. Fui al lago Capital que está al pie del pico Capital. Solo pasé una noche allá, pero aprendí mucho y voy a compartir mi experiencia y lecciones con ustedes.

      La primera cosa que aprendí fue ir con alguien que ha mochileado antes. Fui con mi amiga Lindsay. Ella tiene mucha experiencia y sabe lo que hace. Otro beneficio de ir con alguien experimentado es que él o ella tendrá todo el equipaje necesario. Lindsay tenía la tienda, la estufa, cosas para cocinar, el filtro de agua y las mochilas. Yo solo tenía que llevar ropa, un saco de dormir, agua y comida.

      Además de tener todo el equipaje, otro beneficio de ir con Lindsay fue que ella conocía el área. Había subido el pico Capital y pasado la noche al lado del lago. Conocía la ruta y por su experiencia tuvimos el sitio de acampar más hermoso del área.

Nuestro sitio de acampar

      La segunda cosa que aprendí en ese viaje fue planear bien tu excursión. Puedes caminar más rápido e ir más lejos cuando no tienes un extra treinta y cinco libras (35lbs) o 16 kilogramos (16 kg) en tu espalda. Vas a caminar más lentamente, entonces una distancia más corta es preferible.

      También hay que considerar la altitud. El cuerpo se cansa cuando no tiene suficiente oxígeno. Además, hay que expender energía cuando estás subiendo.

      Llegar al lago Capital es una excursión de seis punto cinco millas (6.5 mi), o diez punto cuatro kilómetros (10.4 km), y el sendero sube dos mil cuatrocientos pies (2,400 ft) o setecientos treinta metros (730 m). No es un sendero necesariamente fácil. Descansamos dos veces en el viaje y los dos descansos eran muy necesitados.

      Es una buena idea leer sitios de senderos para checar el estado del sendero que vas a usar. Muchas veces estos sitios tienen fotos de las condiciones.

La vista del empiezo del sendero

      Cuando llegamos al sendero, estaba muy emocionada. Puedes ver el pico Capital por la mayoría del paseo y es divertido tener un objetivo visible cuando estás caminando. Por los primeros dos millas, yo pensé que mochilear fue fácil, pero entonces llegamos al arroyo. Tuve que cruzar once (11) arroyos. Por cruzar los arroyos yo aprendí otra lección: llevar una mochila grande y pesada cambia el centro de gravedad. Me sentía desequilibrada. Fue más difícil mover de roca a roca porque estaba tratando de balancear todo el peso adicional. El agua estaba muy fría y tenía miedo de caerme.

Cruzando el arroyo

      Cruzar el agua fue difícil, especialmente porque los arroyos estaban llenos de nieve recién derretida. Entrar al agua fue como entrar a un baño de hielo. Cruzamos unos arroyos en troncos de árboles. Cruzamos otros arroyos por brincar de roca a roca. Pero tuvimos que cruzar un arroyo en el agua. Nos quitamos las botas y calcetines. Las rocas eran duras y el agua frígida. Después, descansamos en un campo de flores para calentarnos y secarnos.

      La lección más difícil fue que las montañas a veces todavía tienen nieve en julio. Habíamos caminado más o menos cuatro (4) millas cuando perdimos el sendero debido a la nieve. Sin embargo, seguimos adelante. Buscamos señales del sendero y Lindsay conocía el área entonces no nos perdimos por completo.

La nieve cubría el sendero y agua corría debajo de la nieve

      La nieve era media derretida. Una vez pisé y me hundí hasta el muslo. De vez en cuando vimos agua corriendo por debajo de la nieve. Fue un recuerdo del peligro de viajar en nieve. Avanzamos con mucho cuidado.

      Después de cruzar varios arroyos y mucha nieve, llegamos al lago y preparamos el sitio de acampar. En el sitio, aprendí otra lección: ¡ten cuidado con los animales! En las montañas de Colorado, hay un roedor grande que se llama la marmota. Hay muchas marmotas y mientras son lindas, son traviesas. He visto y oído de marmotas que comen ropa, mochilas, platos y chanclas. Es importante guardar tu comida y tus pertinencias.

Una marmota

      Hablando de comida, aprendí que hay muchas posibilidades de comida en una excursión de mochilear. La lección más importante de comida es que no puedes dejar nada de comida en tu sitio de acampar. Todo lo que llevas tiene que salir contigo. Además, estábamos en un área con osos, entonces tomamos la precaución de poner toda la comida en un recipiente especial.

      En la excursión, bebimos mucha agua. Como caminábamos al lado de agua, no llevamos todo el agua para la excursión. Lindsay tenía un filtro de agua. Cuando necesitábamos más agua, paramos al lado de un arroyo y descansamos mientras pasamos el agua por el filtro. En la mañana cuando bajé al lago para conseguir agua, el lago estaba helado. Tuve que romper el hielo para conseguir el agua.

El pico Capital con el lago helado

      Aprendí mucho en mi primera excursión de mochilear, pero mi lección favorita fue pausar y disfrutar. Yo casi siempre estoy ocupada y haciendo múltiples cosas a la vez. Cuando estoy en las montañas, me desconecto y tengo tiempo para simplemente respirar.

      En la mañana, mi amiga y yo pasamos tiempo junto al lago. Escuchamos la canción de los pájaros y miramos los juegos de las marmotas. Sentimos el calor del sol y el frío de la nieve. Ella pintaba y yo tomaba muchísimas fotos.

Lindsay pinta al lado del lago

      Me encantó pasar la noche lejos de la civilización. Me gustó el reto de llevar todo lo que necesitas en una mochila grande. Sentí orgullosa de mi perseverancia y fuerza. Y aunque estaba exhausta cuando volví a mi coche, mi primera excursión de mochilear no fue mi última.

El fin.

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Simple Stories in Spanish: Cuando yo era niña

Season 8, episode 15

I have very fond memories of my childhood. I spent a lot of time outside with my friends and family, no matter the time of year. As a child I played, I ran, I rode bikes, I read, and I just had fun.

This story is told in the first person using the past tense. Important vocabulary in the story includes: “recuerdo” (memory), “muñeca” (doll), “afuera” (outside), and “jugábamos” (we used to play).

Cuando era niña

      Yo nací en los años ochenta (80) en el norte de Minnesota. La vida era diferente cuando yo era niña.

      Cuando era niña pasaba mucho tiempo afuera. No importaba la temperatura. Estábamos afuera en el verano y estábamos afuera en el invierno. En el invierno construíamos muñecos de nieve. A veces había diez o más muñecos de nieve en el jardín. Cuando había mucha nieve, y prácticamente siempre había mucha nieve, construíamos fortalezas. Hacíamos dos fortalezas y tirábamos bolas de nieve. Otra actividad favorita fue ir en trineo. Había muchos lugares para ir en trineo y siempre era divertido. Después, llegábamos a casa y mi madre preparaba chocolate caliente. Calentaba leche en la estufa para el chocolate caliente y tomaba mucho tiempo. Cuando el chocolate caliente estaba listo, ¡ya estábamos calentados!

Jugábamos mucho en la nieve

      En el verano pasaba mucho tiempo afuera. Me gustaba ayudar a mi madre en la hortaliza. Teníamos elote, tomates, cebollas, papas, zanahorias, frambuesas y cerezas. Las frambuesas todavía son mis favoritas.

Pasaba mucho tiempo buscando y comiendo frambuesas

      Montaba en triciclos con mis hermanos. Imaginábamos que vivíamos en una ciudad grande y había mucho tráfico. Manejábamos como locos y alguien siempre se lastimaba.

      Cuando era un poco mayor, pasaba tiempo afuera con mis amigos. Había muchos niños en mi calle y nos reuníamos todo el tiempo. Montábamos en bicicleta, jugábamos al escondite y otros juegos de niños. Una de mis amigas tenía una casita de jugar en su jardín. Durante el verano, las niñas del vecindario jugaban a escuela en su casita. Una de nosotras era «la maestra» y ella nos enseñaba conceptos básicos como colores, formas y números. Hacíamos hojas de práctica en la escuela falsa. Éramos niñas inteligentes, tal vez porque de nuestra escuela de verano.

      Además de montar en bici con mis amigos, montaba en bicicleta con mi familia. A veces en la tarde mi padre tomaba los niños a ir en bici por el vecindario. Tenía una silla especial para niños en su bici. No recuerdo estar en la silla, pero recuerdo a mis hermanos en la silla de niño.

Me gustaba montar en bici

      A veces yo montaba con mi hermana en su bici. Esa práctica no era segura. Una vez mi sandalia se metió en los rayos de la rueda. En poco tiempo todo mi tobillo estaba metido en la rueda. Mi hermana y yo nos caímos. Mi hermana corrió a casa por mi papá. Él cortó los rayos para liberar mi pie. Yo estaba llorando mucho. Me torcí el tobillo y me lastimé la rodilla y el codo. Nunca monté con mi hermana después de eso.

      Cuando era niña, coleccionaba los osos de peluche. Tenía muchos peluches, pero los osos eran mis favoritos. Mi colección de osos continuaba por años. Todavía coleccionaba los osos de peluche cuando estaba en la secundaria. Recibía osos de peluche para mi cumpleaños y la Navidad.

Cuando recibí mi oso de peluche favorito (¡todavía tengo este oso!)

      De niña me encantaba la Navidad. Era mi día festivo favorito. Me gustaba mucho decorar el árbol. Mi padre cortaba un árbol en el bosque. Ahora veo las fotos y los árboles de Navidad me parecen pequeños, pero cuando era niña me parecían grandes y perfectos. Mi madre preparaba los adornos y mis hermanos y yo los colgaban en el árbol. Siempre había secciones con muchos adornos. Creo que mi madre arreglaba esas secciones cuando no mirábamos.

Colgaba adornos en el árbol

      La Navidad siempre era un caos. Recibíamos muchos regalos de mis abuelos y había muchas cajas decoradas debajo del árbol. Después de abrir las cajas, había mucho papel. A mi madre le gustaba guardar el papel bonito para usarlo de nuevo.

      Cuando era niña pasaba mucho tiempo con mi familia. Jugábamos juegos de mesa como «Chutes and Ladders» (toboganes y escaleras) o, mi favorito, «Trouble» (problemas) con la burbuja especial que tenías que empujar para mover el dado adentro.

      Además de los juegos de mesa, jugábamos al escondite mucho. Había varios lugares para esconderse en la casa. También jugábamos a la casita o tienda. Me gustaba pretender ser un perrito y gateaba por la casa ladrando.

      Compartía un dormitorio con mi hermana Miriam hasta que me fui de la casa a los dieciocho (18) años. Miriam y yo no nos llevábamos muy bien. Nos peleábamos mucho. Nos pelábamos por las muñecas de Barbie o por quién duerme arriba y quién abajo (teníamos literas). Más tarde nos peleábamos por tener privacidad en el dormitorio o por la música que queríamos escuchar.

En mi dormitorio con mi hermana

      Sin embargo, de vez en cuando Miriam y yo nos llevábamos bien y jugábamos, típicamente con las muñecas de Barbie. Teníamos unas muñecas pequeñas que se llamaban «Glamor Gals» (muchachas de glamur). Hacíamos ropa para nuestras muñecas con pañuelos, cinta y globos sin aire.

      Con mis hermanos yo jugaba con carritos. Construíamos ciudades de bloques con calles para los carritos. Los carritos tenían personalidades y familias. A veces Godzilla destruía la ciudad y atacaba los carritos. No me gustaba cuando Godzilla atacaba la ciudad porque siempre destruía mi casa primero.

      De niña yo creía que mis dos hermanas mayores eran súper chidas. Ellas tenían pelo largo, mientras yo siempre tenía el pelo corto. Ellas tenían un dormitorio grande en el ático y me sentía tan especial cuando me invitaron a su dormitorio. A veces mis hermanas traían su radio a mi dormitorio. Ponían música de los Bangles, Madonna y Michael Jackson y bailábamos.

      Mi madre no trabajaba cuando era niña, ella se quedaba en casa para cuidar a sus niños (mis padres tuvieron a diez (10) niños en total). Cuando era niña mi madre me leía. Teníamos muchos libros y me leía todos los días. Cuando era mayor, yo leía a mis hermanitos para ayudarle a mi madre.

Con mi mamá

      Me gustaba leer con mi madre, pero mi actividad favorita con mi madre era hornear. Hacíamos galletas, tartas, pan y rollos. Mi madre todavía hace los mejores rollos.

      Mi padre trabajaba como ingeniero eléctrico. No hacía mucho con él durante la semana, pero tengo buenos recuerdos de los fines de semana. Mi padre preparaba la comida los sábados. Preparaba panqueques con huevos y salchicha o tocino. Ponía música de los años cincuenta (50) y sesenta (60) y bailábamos en la sala. Los domingos mi padre hacía palomitas en la estufa. Luego comíamos las palomitas y mirábamos un programa de naturaleza en la televisión. A veces, hacía palomitas con caramelo. ¡Era lo mejor!

Con mi papá

      Tengo otros recuerdos de mi niñez de viajar y visitar la familia. Tengo muy bonitos recuerdos de mi niñez. Estoy agradecida por mis padres, hermanos y amigos que me ayudaron a formar estos recuerdos. Ahora trabajo para crear recuerdos bonitos para mis hijos.

El fin.

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Simple Stories in Spanish: Toothclaw y el arroyo Grizzly

Season 8, episode 14

This new season of fresh stories all about personal experiences. I take my son on a lot of hikes. One time he decided to bring two of his stuffed animals on our hike in Grizzly Creek. Their names are Wolfy and Toothclaw. Toothclaw decided to take a swim in the creek and I went after him.

This story is told in the first person using the past tense. Important vocabulary in the story includes: “arroyo” (creek/stream), “sendero” (path/trail), “mochila” (backpack), and “peluche” (stuffed animal).
* Note, the bolded phrases in the transcript indicate when my son is speaking

Toothclaw y el arroyo Grizzly

   Me gusta mucho hacer caminatas en la naturaleza. Muchas veces, exploro la naturaleza con mis hijos. Una de nuestras áreas favoritas es el Cañón de Glenwood, especialmente el arroyo Grizzly.

   Hay un sendero al lado del arroyo Grizzly. Es un sendero muy bonito. Me gusta mucho el arroyo Grizzly. Cuando nos visitan la familia o los amigos vamos con ellos al arroyo Grizzly.

   Un día en octubre decidimos caminar en el arroyo. Invitamos a mi amiga Lindsay. Preparé una mochila con agua y barras de granola. John también tenía una mochila, pero él preparó su mochila con otras cosas.

   Yo preparé mi mochila con dos peluches. John pensaba que la caminata sería más divertida con sus peluches. Él puso un lobo de peluche y un león de peluche en su mochila. Los peluches se llaman Wolfy y Toothclaw. Wolfy es un lobo de peluche y Toothclaw es un león.

John y su mochila con Wolfy y Toothclaw en el arroyo Grizzly

   John caminaba con Wolfy en su mochila frecuentemente. John había llevado a Wolfy en una caminata en la montaña Snowmass. Esta vez quiso llevar dos peluches.  

   Nos divertimos mucho en el sendero al lado del arroyo Grizzly. Hacía sol, pero no hacía calor. Los colores en los árboles eran espectaculares. Había mucho amarillo. Fue un día perfecto de otoño.

Hojas de otoño

   Los niños tiraban piedras en el arroyo y escalaron las rocas. Fue muy divertido.

   Yo estaba tomando muchas fotos. Siempre tomo fotos cuando estoy en la naturaleza. Tomé fotos de los colores bonitos y de mis hijos preciosos.

   Pausé para tomar una foto y conocí a cuatro personas mayores. Ellos visitaban Colorado desde Minnesota. Como yo soy de Minnesota, yo paré para hablar con ellos. Mi mamá habla mucho con todo el mundo. Es muy sociable.

   Pues, mis hijos continuaron en el sendero con mi amiga Lindsay y yo seguía hablando. Después de poco tiempo mis hijos descubrieron unas rocas en el arroyo. Nos gusta caminar en las rocas en el agua. Tomé una foto del momento precioso.

Emmett y John al lado del arroyo Grizzly

   De repente, un miembro del grupo de Minnesota dijo– ¡Un pobre niño perdió su peluche!

   Con horror, vi el león de peluche de John en el agua. Toothclaw decidió saltar de la mochila y nadar en el agua.

   Seguí a Toothclaw con mis ojos. Por suerte, él paró cerca de una roca grande. Todavía estaba en el agua, pero no estaba bajando el arroyo. Sin embargo, estaba al otro lado del arroyo y el agua estaba fría y profunda en partes.

   Yo estaba triste y asustado. Yo pensé que había perdido Toothclaw para siempre. Yo estaba preocupada. No quería perder Toothclaw o contaminar el arroyo. John estaba al punto de llorar. Entonces, yo me quité los zapatos y enrollé mis pantalones para cruzar el arroyo.

   El grupo de Minnesota miró nuestro drama del peluche con interés. Ellos me ofrecieron un palo para ayudarme a cruzar el agua. Busqué un buen lugar para cruzar dónde el agua no iba muy rápido y parecía menos profundo. Crucé el arroyo lentamente porque no quise caerme en el agua. Estaba agradecida tener el palo para mi balance.

   Mi mamá cruzó el arroyo sin problemas. Llegué al otro lado del arroyo y tenía otro obstáculo. El sendero solo está en un lado del arroyo. Al otro lado del arroyo no hay un sendero. Tuve que trepar por las rocas grandes para llegar al león de peluche.

   Yo miraba mi mamá ansiosamente. ¡Quería tener a Toothclaw!

   Por fin, encontré el peluche en el agua. Estaba muy mojado. John, Emmett, Lindsay y el grupo de Minnesota gritaron con entusiasmo. Ahora solo necesitaba repetir mi excursión y volver a mis hijos con Toothclaw.

   Caminé con cuidado, una mano en el palo y la otra mano agarrando Toothclaw. Crucé el arroyo otra vez. Estaba muy frío y las rocas eran incómodas en mis pies. Cuando llegué a mis hijos, pasé Toothclaw a John.

   Yo estaba muy contento tener Toothclaw. Wolfy también estaba muy contento tener Toothclaw.

Wolfy y Toothclaw

   Yo me puse mis calcetines y zapatos, devolví el palo al grupo de Minnesota con mis gracias y decidimos volver al coche. Toothclaw estaba demasiado mojado entrar en la mochila con Wolfy, entonces yo lo cargaba.

   Toothclaw necesitaba un baño después de nadar en el agua. Después de su baño, Toothclaw durmió con John.

   Después de la aventura de Toothclaw en el arroyo Grizzly, John dejó de llevar peluches en nuestras caminatas. No quise perder un peluche en el agua. Ahora él pone agua y comida en su mochila en vez de peluches. O no traigo una mochila y uso la mochila de mi mamá.

El fin.

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Simple Stories in Spanish: La vida fascinante de David

This new season of fresh stories all about personal experiences. David is one of my listeners and he recently shared his story with me. His adventures started when he joined the US navy at the age of 17 and they continue today. From playing the guitar to building his own house, David has lived a fascinating life.

This story is told in the third person using the past tense. Important vocabulary in the story includes: “marina de guerra” (navy), “inscribirse” (to sign up/enlist), “avión” (plane) and “cambió” (changed).

La vida fascinante de David

   Hay un hombre que se llama David. Hace mucho tiempo David vivía en el estado de Indiana cerca de la ciudad de Chicago que en el estado de Illinois. Cuando tenía 17 años, David decidió inscribirse en la Marina de Guerra de Estados Unidos. Necesitaba el permiso de su mamá para inscribirse a los 17 años y ella se lo dio.

David se inscribió en la Marina de Guerra estadounidense

   Ser parte de la Marina de Guerra estadounidense cambió la vida de David. Pasó el primer año en un portaaviones. Trabajó con un escuadrón de bombarderos con un base en Florida. Hizo un tour de seis (6) meses en el portaaviones en el Mediterráneo. David preparó los aviones para sus salidas del barco.

   Después de pasar el año en el portaaviones, David tuvo la oportunidad de vivir en otro lugar. Le dijo que escogiera tres países posibles en Europa para su próximo puesto. David pidió ir a Inglaterra, Irlanda o Italia. Pero cuando recibió sus órdenes, David aprendió que no iba a Inglaterra, Irlanda o Italia, iba a Rota, España.

Una foto reciente del base en Rota

   En el base estadounidense en Rota, David trabajó en la radio. Produjo programas de rock y roll y jazz. Además, trabajó como bibliotecario de los discos.

David trabajando en su programa de radio

   Para David, España era fascinante. Como vivía antes en el estado de Indiana, David no tenía experiencia con la cultura española. Vivir allá le abrió un mundo completamente distinto. La cultura, la gente y el paisaje de España le fascinaron. Visitó la Alhambra de Granada, pero cuando la visitó fue muy distinto que hoy en día. Cuando David fue a la Alhambra el acceso era gratis porque no fue considerada un tesoro nacional. No era famosa ni recibía muchos turistas. De hecho, había personas viviendo dentro de la Alhambra.

   Con todos sus encantos, España tenía una persona en particular que cambió el futuro de David. Ese hombre se llamaba Andrés Segovia. Andrés Segovia fue un guitarrista increíble que tiene el título «el padre de la guitarra clásica».

   David vio a Andrés Segovia en persona en uno de sus múltiples conciertos. David se enamoró de la guitarra clásica de inmediato. David vivió en España por dos años y escuchó mucha guitarra clásica en su tiempo allá.

   Cuando volvió a Estados Unidos después de sus dos años en España, David compró una guitarra clásica y empezó a aprender tocarla. Primero, aprendió cómo leer la música. Cuando logró leer la música, encontró a un maestro de guitarra clásica en Chicago. Cada semana viajó de su casa en Indiana a Chicago para estudiar con su maestro.

David y su guitarra

   El maestro de David trabajaba en la Escuela de Música de la Universidad DePaul. Después de un año de enseñar a David, el maestro recomendó que asistiera al programa de guitarra clásica en la universidad. Gracias a sus cuatro años en la Marina de Guerra, el gobierno pagó el costo de matrícula por el programa de cuatro años y David se inscribió.

   Mientras amaba la guitarra clásica, también amaba la guitarra jazz. David estudió con un maestro excelente de la guitarra jazz además de estudiar la guitarra clásica. Los fines de semana tocaba su guitarra en los clubes.

   Por desgracia, después de unos años de tocar, David sufrió un caso severo del síndrome de túnel carpiano en su mano derecha. Ese síndrome arruinó la esperanza que David tenía de ser un guitarrista profesional. A causa de perder su habilidad de tocar la guitarra, David entró en una depresión profunda.

   La novia de David notó su depresión y buscó un remedio. Ella decidió llevar a David al estado de Colorado. En Colorado David redescubrió su amor de la naturaleza. Ese viaje a Colorado rescató a David de su depresión y le salvó la vida.

   Al volver a Chicago, David vio la nube de contaminación por encima de la ciudad. Fue un enorme contraste del aire limpio que experimentó en Colorado. David le dijo a su novia que ya no pudo vivir en Chicago.

   David había cambiado su vida a los 17 años cuando inscribió en la Marina de Guerra. Cambió su vida de nuevo cuando empezó a tocar la guitarra. Ahora, a los cuarenta (40) años, iba a cambiar su vida otra vez.

   Decidió comprar una propiedad grande en el norte del estado de Michigan. La propiedad estaba en medio de un bosque y muy cerca de la frontera con Canadá. No había una casa, pero eso no fue un problema porque David quiso diseñar y construir su propia casa.

David y su casa en el norte de Michigan

   Con la ayuda de su hijo de diez años, David diseñó y construyó una casa bonita en su propiedad. Pasó seis (6) meses en la construcción trabajando desde muy temprano hasta muy tarde. Vivía en la casa por tres años, pero volvió a Chicago para estar con su novia.

   Después de tiempo, David hizo joyeros bonitos que vendió en ferias de artesanías en los estados centrales.

   La vida de David ha tenido muchos cambios. Su vida cambió cuando participó en la Marina, cambió cuando vivió en España, cambió cuando tocó la guitarra, cambió cuando sufrió del síndrome túnel carpiano, cambió cuando visitó Colorado, cambió cuando construyó su casa y cambió cuando hizo joyeros.

   Así es la vida, siempre cambiando. Y son estos cambios que hacen una vida fascinante.

El fin.

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Simple Stories in Spanish: Las vacaciones de primavera y el problema de mi coche, parte 2

Season 8, episode 12

This is the second half of my Spring Break adventure in southern Utah. While everything did not go as planned, due to engine trouble, we were still able to have fun and enjoy Bryce Canyon National Park.

This story is told in the first person using the past tense. Important vocabulary in the story includes: “taller” (shop), “nieve” (snow), “sendero” (trail). “por suerte” (luckily) and “puesto de observación” (lookout/observation point).

Las vacaciones de primavera y el problema de mi coche, parte 2

      En la primera parte de este cuento describí mi viaje a Utah con mis hijos para las vacaciones de primavera. Tenía un plan bonito de visitar tres parques nacionales: Sion, Cañón de Bryce y Arrecife Capital. Salimos el lunes en camino al sur de Utah. Desafortunadamente, después de manejar por unas horas, la luz de «checar el motor» apareció. Por suerte, llegamos al un pueblo con un taller y un mecánico llamado Rick.

      Tuvimos que dejar el coche en el taller con Rick. Un buen hombre que trabajaba en la estación de servicio conectado al taller nos llevó a la próxima ciudad para rentar un coche y luego pasamos dos noches en el Parque Nacional de Sion.

      El miércoles tuvimos que devolver el coche rentado en Cedar City y encontrar una manera de volver a nuestro coche en el pueblo de Beaver. Nos levantamos y fuimos a Sion por un paseo y entonces fuimos a Cedar City.

      El problema de transporte de Cedar City a Beaver fue grande. Es una distancia de una hora y el precio de un taxi o Uber fue enorme. Por suerte, mi hermana mayor tiene una amiga en Cedar City. Mi hermana llamó a su amiga, pero su amiga estaba de vacaciones. La amiga de mi hermana decidió mandar un texto a sus amigas, y una de ellas aceptó ayudarnos. Entonces la amiga de la amiga de mi hermana vino al aeropuerto y nos llevó a nuestro coche. Ella se llama Alison y es una mujer muy simpática.

      Cuando llegamos al coche Rick estaba muy ocupado. Era la hora de comer y había un Dairy Queen conectado a la estación de servicio y taller, entonces almorzamos. Compré un helado para mis hijos y fui para hablar con Rick. Me dijo que el coche no estaba listo, que solo había recibido la parte necesaria (un inyector) esa mañana. Pero me aseguró que podría terminarlo en unas horas.

      Cuando nos preparamos por el viaje, mi hijo menor quiso traer unos juegos de mesa. Entonces agarré los juegos de mesa del coche y volví al Dairy Queen. Jugamos los juegos y después los niños jugaron Minecraft y yo edité un cuento para mi podcast en mi computadora.

Jugamos juegos de mesa en el Dairy Queen

      Rick vino para hablar conmigo y me explicó que no pudo terminar el coche ese día, que necesitaba más tiempo. Estaba muy desilusionada. La vacación que yo había planeado otra vez estaba en peligro. Tenía una noche en el hotel Ruby que está junto al Parque Nacional de Bryce, pero no tenía cómo llegar ahora que no tuvimos coche.

      Estaba pensando en comprar una noche en un hotel en Beaver y caminar allá con nuestras cosas cuando Rick hizo algo muy amable: me ofreció un coche. Él sintió mucha pena que yo estaba encallada con mis hijos durante de nuestras vacaciones de primavera. Tenía un coche que no usaba y me lo ofreció. En cambio, solo pidió una cosa: que no volviera hasta el viernes para darle tiempo extra con el coche.

      El Parque Nacional de Bryce solo es una hora de Beaver. Cuando llegamos todavía hacia sol. Dejamos nuestras cosas en el hotel (donde también compré una segunda noche) y fuimos al parque nacional. Había mucha nieve en Bryce y era muy bonito. Hacía frío y era tarde, entonces solo fuimos a un puesto de observación, pero la vista fue increíble.

      La próxima mañana, el jueves, había unas seis pulgadas (quince 15 centímetros) de nieve fresca cubriendo los coches. No podía creerlo – ¡fue el fin de marzo y todavía estaba nevando en el sur de Utah! No es normal y necesito admitir que no estábamos preparados para la nieve. No tuvimos botas. Los guantes y gorras estaban en el coche en el taller en Beaver. Sin embargo, nos gusta la nieve (somos de Colorado) y decidimos que no iba a arruinar el día.

      Desayunamos en el hotel Ruby. Fue el mejor desayuno de todos los hoteles que he visitado. Tenía de todo: huevos, salchicha, tocino, pan tostado, panqueques, panecillos con salsa, fruta, yogur, cereal y más.

      Después de desayunar, fuimos al centro de información en el Parque Nacional de Bryce. Vimos un video corto sobre el parque y leímos sobre los animales, la formación y la historia del parque. Compramos unas cosas: una gorra, un juego y una camiseta.

      Fuimos del centro de información a un puesto de observación. En el Parque Nacional de Sion, estás en el centro de un cañón mirando hacia arriba. A diferencia, en el Cañón de Bryce, estás arriba mirando hacia abajo. Hay unos senderos que bajan al base del cañón. Mi plan original fue bajar por el sendero más popular, pero había mucha nieve y no estábamos preparados, entonces caminamos por un sendero en la nieve con vistas bonitas.

      Llegamos al sendero que baja al cañón y mis hijos decidieron que querían hacerlo. Entonces resbalamos en pie y pompis hacia el base del cañón. Muchos turistas con su equipaje de caminar en la nieve nos miraron raramente, pero estábamos felices y nos divertimos. La nieve blanca era bonita contra las rocas rojas.

Nos divertimos en el sendero

      Subir el sendero fue más difícil que bajar, ¡pero lo hicimos! Quería ver más en el cañón de Bryce, pero la mayoría de la calle y los senderos estaban cerrados por la nieve. Además, estaba al punto de nevar más. Volvimos al hotel y nadamos en la piscina grande mientras nevaba afuera. Cenamos en el restaurante que nos sirvió el desayuno – otra vez tenían comida muy deliciosa.

      La próxima mañana, por suerte, el cielo era azul y soleado. Desayunamos muy ricamente otra vez y fuimos a un puesto de observación que se llama «Inspiración». Fue inspirador.

El puesto de observación «Inspiración»

      Luego fuimos a otra parte del parque que está separado del parque central. Allá vimos una cueva de hielo y una cascada bonita.

Una cascada en el Cañón de Bryce
La cueva de hielo

      Habíamos visto todo lo que pudimos en el Cañón de Bryce porque todo lo demás estaba cerrado. Fue el viernes y llamé al mecánico Rick para checar el progreso de nuestro coche. Me dijo que estaría listo en una a dos horas, entonces mis hijos y yo volvimos a Beaver.

      Cuando llegamos al taller, el coche estaba arreglado y listo. Dimos una vuelta con Rick en el coche para checar todo, pagué la cuenta y volvimos a Colorado. Al fin, no fuimos al Parque Nacional del Arrecife Capital como había planeado, pero resultó que ese parque también tenía partes cerradas por toda la nieve. ¡Vamos a tener que volver!

      Mis vacaciones de primavera tenían momentos de mucho estrés y desilusión, pero había más momentos de diversión, felicidad y amabilidad. Por encima de todo, estoy muy agradecida que pude pasar ese tiempo inolvidable con mis hijos en el sur de Utah.

Mis hijos y yo en el Cañón de Bryce

El fin.

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Simple Stories in Spanish: Las vacaciones de primavera y el problema con mi coche, parte 1

Season 8, episode 11

This new season of fresh stories all about personal experiences. At the end of March, I decided to take my boys on a trip to some national parks in southern Utah. Unfortunately, our trip took a turn for the worse when my check engine light came on. Fortunately, we were still able to have some fun in Zion National Park.

This story is told in the first person using the past and conditional tenses. Important vocabulary in the story includes: “la primavera” (Spring), “aceite” (oil), “estrellas” (stars), “estanque” (pool) and “sendero” (trail).

Las vacaciones de primavera y el problema de mi coche, parte 1

      En los Estados Unidos muchas escuelas tienen una semana de vacaciones en la primavera. Estas vacaciones típicamente ocurren en marzo o abril. Este año decidí planear una aventura en el sur de Utah para las vacaciones de primavera, y realmente fue una aventura.

      Quería visitar tres (3) parques nacionales. El sur de Utah tiene cinco (5) parques nacionales. Ya hemos visitado el parque nacional de Arches y la Tierra de Cañones, entonces en este viaje quería visitar los parques nacionales de Sion, el Cañón de Bryce y el Arrecife Capital.

      Compré dos noches en un hotel cerca de Sion y una noche en el Cañón de Bryce. Mi plan fue llegar al parque nacional de Sion a las tres de la tarde el lunes, pasear por uno de los senderos, ver las estrellas en la noche, caminar más el segundo día, manejar a Bryce el tercer día y caminar allá e ir al Arrecife Capital en la mañana del cuarto día. Saldríamos el lunes y volveríamos muy tarde el jueves. Así tendríamos tres días en casa para terminar las vacaciones tranquilamente antes de volver a la escuela.

      El viernes antes del viaje llevé mi coche al taller donde cambiaron el aceite y revisaron el coche. No quería tener problemas en el viaje. Cambiaron unos filtros y bujías y me dijeron que todo estaba en orden.

      Empacamos el coche por la noche el domingo. En la mañana llenamos botellas de agua y nos fuimos de la casa a las ocho. Pasamos por el supermercado para comprar unas meriendas, pusimos el libro audio de Harry Potter La Orden del Fénix y empezamos el largo viaje a Cedar City, Utah.

      Todo iba bien hasta que una luz apareció en el panel de instrumentos. Fue la luz de «checar el motor». Desafortunadamente, no había mucho alrededor de mi cuando la luz apareció. No hay muchos pueblos en la carretera setenta (70) en Utah. Paré el coche en la intersección de las carreteras setenta y quince (15) en el oeste de Utah. Chequé debajo del coche y no vi nada. Abrí el capó del coche y revisé el motor y no vi nada. Pero fue obvio que algo no estaba bien. El motor tuvo problemas y yo estaba muy frustrada. El pueblo más cercano en este punto fue Beaver, Utah. Como el coche estaba funcionando, aunque no muy bien, decidí ir a Beaver y buscar un mecánico allá.

No había mucho en la carretera 70

      En el camino a Beaver, Utah, tuve otro problema. La cantidad de gasolina en el tanque estaba bajando rápidamente. Originalmente tenía gasolina más que suficiente para llegar. Pero el tanque llegó a cero (0) cuando todavía tenía una milla a la salida. Por suerte, el coche no se murió y hay una estación de gas al fin de la salida. Llegamos y llenamos el tanque.

      Después de llenar el tanque en la estación de gas, el coche no quería arrancar. Por fin arrancó, pero sabía que tenía que hacer algo. No pudimos continuar el viaje con el coche así. Fuimos a Napa, una tienda de partes automóviles. Una empleada muy simpática conectó la computadora al coche para ver los códigos del motor. Hubo un problema con el primer cilindro. La mujer me recomendó que fuera al Chevron, una estación de servicio con un mecánico que se llama Rick.

      Llegamos a la estación de servicio y Rick revisó el coche. Al principio, pensó que solo necesitábamos un tubo cambiado, pero después de una hora, fue obvio que necesitaba más. Había gasolina en el aceite y el primer cilindro del motor requería un nuevo inyector. Rick necesitaría a menos dos días para trabajar porque no pudo recibir la parte hasta el próximo día.

      Entré en mi teléfono para buscar un coche para rentar. Ya tuve dos noches en un hotel entonces solo necesitaba cómo llegar. No había nada en Beaver, pero Cedar City tenía coches. El problema es que Cedar City es una hora al sur de Beaver y no teníamos como llegar. Un hombre que trabaja en la estación de servicio oyó de nuestro problema. Él ofreció llevarnos al coche en Cedar City. Entonces, agarramos las cosas esenciales del coche y nos fuimos.

      Renté el coche, comimos, y mis hijos y yo fuimos al hotel. Llegamos mucho más tarde que mi hora planeada de las tres. No pudimos caminar en un sendero en el parque nacional porque estaba cerrado, pero decidimos que todavía podríamos ver las estrellas. Agarramos el telescopio y los binoculares y fuimos por la carretera a un lugar solitario.

      Las estrellas eran increíbles. Como hay poca polución de luz en el parque de Sion, las estrellas eran extra brillantes. Hacía frío, pero nos divertimos mirando las estrellas y tomando fotos. Después de una hora, volvimos al hotel para dormir después del largo día.

Las estrellas eran muy brillantes
Miramos las estrellas por el telescopio

      En la mañana, comimos un desayuno excelente en el hotel y fuimos al parque. El parque de Sion es uno de los parques nacionales más visitados. A causa de eso, tiene un sistema de autobuses. Es necesario estacionar tu coche y tomar un autobús a los senderos en el parque. Para encontrar un sitio para estacionar, es necesario llegar muy temprano al parque.

      Después de estacionar el coche, caminamos al centro de información. Allá hicimos cola para subir al autobús. Tuvimos que esperar unos veinte (20) minutos en línea. Primero fuimos al sendero de los Estanques Esmeralda.

El Río Virgen en el Parque Nacional de Sion

      Caminamos por más o menos tres (3) millas o cinco (5) kilómetros. En el sendero vimos el río Virgen, y dos estanques con cascadas bonitas. El primer estanque tiene varias cascadas. El último estanque tiene una cascada muy alta. Todavía había mucho hielo, algo que no es típico en el sur de Utah al fin de marzo.

El primer Estanque Esmeralda
El último Estanque Esmeralda

      Los niños escalaron las rocas cerca del estanque y yo tomé muchas fotos y videos. Por desgracia, mi hijo mayor se cayó en una de las rocas y se raspó el tobillo. Limpié su tobillo con agua y lo cubrí con una venda, porque siempre ando preparada por los accidentes.

      Después del sendero de los Estanques Esmeralda fuimos al último sendero en el camino. Este sendero está junto al río Virgen. Allá había más cascadas increíbles. Nos sentamos mirando una de las cascadas para almorzar.

Mas cascadas

      El sendero junto al río es un poco más de dos (2) millas o tres kilómetros y medio (3.5). Fue divertido caminar junto al río y subir y bajar las rocas grandes.

Subimos y bajamos las rocas

      Después de nuestro tiempo en esos dos senderos, estábamos muy cansados. Volvimos al hotel y cenamos. Vimos una película en la televisión y dormimos.

      El próximo día fue el último en el parque nacional de Sion. Otra vez, fuimos temprano y subimos al autobús. Esta vez bajamos en la Corte de los patriarcas. Caminamos en un sendero y vimos pavos silvestres. Éramos las únicas personas en el sendero y nos divertimos corriendo y disfrutando del escenario hermoso.  

Los pavos silvestres
La Corte de los Patriarcas

      No pudimos pasar demasiado tiempo en Sion ese día porque tuvimos que devolver el coche rentado en Cedar City y regresar a Beaver y nuestro coche antes de continuar al Cañón de Bryce. Pero, este es otra historia larga que voy a continuar otro día.

El fin.

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Simple Stories in Spanish: Unos viajes en Indonesia, parte 4

Season 8, episode 10

This new season of fresh stories all about personal experiences. Living in Indonesia had a huge impact on my mother. Although she was young, she remembers much of her time there. While most of her time was spent in Kisaren, she also traveled to other places with her family. Her journey home marked a literal journey around the world that changed her forever.

This story is told in the first and third person using the past tense. Important vocabulary in the story includes: “fueron” (they went), “llegaron” (they arrived), “tuvieron” (they had), “volaron” (they flew) and “se quedaron” (they stayed).

Unos viajes en Indonesia, parte 4

      A las ocho años, mi madre fue con su padre, madre, hermana gemela y hermanito a vivir en Sumatra, Indonesia.

      Mientras en Indonesia, ellos viajaron a diferentes lugares. Un destino de vacación para mis abuelos y sus hijos era Parapat que está situado en el lago Toba. El lago Toba es de origen volcánico. Es el lago más grande de Indonesia y el lago de cráter más grande del mundo. ¡Hasta tiene una isla! Cuando mi madre era niña, había una hermosa playa y le encantaba ir. Una vez en Parapat conocieron al embajador estadounidense y su esposa. ¡Otra vez vieron una rana enorme que medía todo un pie de alto! «¡Kodok!» mi madre gritó. (La palabra “kodok” significa rana en Indonesia).

      Además de la playa, fueron a la isla en el centro del lago. La isla se llama Samosir. Allá vieron las casas Batak. Las casas Batak están situadas en pilares que elevan las casas de la tierra. Son casas únicas con techos inclinados que dominan la casa. Los animales, como gallinas, cabras y cerdos, vivían debajo de la casa.

Una casa Batak

      Una vez mis abuelos fueron a la plantación Wingfoot. Era una plantación de caucho de la compañía Goodyear. Fueron por tren y el viaje pasó lentamente. El tren quemó madera por su energía. Paró frecuentemente por más madera y personas. Mis abuelos y sus hijos estaban con varias familias norteamericanas en el tren porque fue una excursión de la compañía US Rubber. Los niños estaban muy aburridos y las mamás estaban hartas de los niños, entonces mandaron a los hijos a estar con sus padres. Sus padres jugaban a cartas o naipes en el tren. Los niños leyeron las cartas de sus papás, entonces los papás mandaron a sus hijos de regreso a sus mamás.

      Cuando por fin llegaron a Wingfoot, estaban todos aburridos y tenían mucho calor. Por suerte, la plantación tenía una piscina. Mi madre estaba impresionada porque también tenían agua fría y caliente en la casa. La casa de mi madre no tenía agua caliente.

      Mi abuelo trabajaba muy duro para US Rubber. Una vez, no pudo tomar su vacación. Había planeado ir a Bali, pero en vez de ir a Bali, mi abuela llevó a sus dos hijas y su hijo de cuatro (4) años a un centro turístico en Berastagi mientras mi abuelo trabajaba. Hacía más fresco en Berastagi porque estaba en las montañas. Mi abuela leyó el libro “Swiss Family Robinson” a sus hijos en el viaje. 

      Mientras en Berastagi, querían ver una cascada. Mi abuela pagó a un guía. Sabía que sería una aventura en la jungla, pero fue mucho más que esperaba. Mientras pasaban por la jungla, el hombre sacaba su machete para cortar las plantas. Cruzaron un río muy fuerte en unos troncos. Llegaron a un punto donde no pudieron continuar, la jungla era demasiado densa y el sendero demasiado peligroso. Volvieron al hotel sin ver la cascada. El guía encontró un milpiés de unos quince (15) centímetros y mi madre lo llevó a casa como mascota. Mi madre pensó que el viaje en la jungla fue toda una aventura, pero mi abuela estaba muy asustada.

      El contrato de mi abuelo con US Rubber fue por tres años, pero el clima político de Indonesia en el año 1961 (mil novecientos sesenta y uno) cambió todo. La nación se hizo peligroso y mis abuelos tuvieron que irse más temprano que esperaban. Tuvieron la opción de volver a Estados Unidos por barco o por avión. Si decidieran ir por barco, seguirían la misma ruta que tomaron a Indonesia, o sea, pasando por el océano Indio, el mar Mediterráneo y el océano Atlántico. Si decidieran ir por avión, volarían por encima del océano Pacífico. Mis abuelos decidieron volar porque así podrián decir que habían dado vuelto al mundo.

      Mi madre, sus padres, su hermana y su hermano salieron de Indonesia el veinticuatro de julio de 1961 (mil novecientos sesenta y uno). Subieron al avión en Medan, Indonesia y volaron a Bangkok, Tailandia. Se quedaron en un hotel grande y pronto perdieron a mi tío. Después de una búsqueda frenética, lo encontraron subiendo y bajando en el elevador. En Bangkok visitaron un mercado flotante, el Gran Palacio, las barcas reales y el Templo del Amanecer con el Buda de Esmeralda.

El mercado flotante

      Dos días después, fueron por avión a Hong Kong. En Hong Kong, se quedaron con un amigo en su apartamento. Fueron de compras en Hong Kong y en el centro subieron a un autobús de dos pisos. Vieron los edificios altos en el centro de Hong Kong. Después fueron al océano y nadaron.

      Después de Hong Kong, mis abuelos y sus hijos volaron a Japón. Se quedaron en el Hotel Imperial en Tokio. Vieron la Torre de Tokio, una torre de telecomunicaciones y de observación. La Torre de Tokio solo tenía tres años cuando la vieron. Un viaje especial que hicieron en Japón fue visitar Yokohama. Mi abuelo estaba en Yokohama durante la ocupación de la Segunda Guerra Mundial.

La Torre de Tokio

      El cinco de agosto, mis abuelos y sus hijos volaron de Japón al estado de Washington. Salieron de Japón a las once y media de la noche y llegaron a Washington a las seis de la tarde ¡del mismo día! Cenaron en Washington con familia. El hermano y la hermana de mi abuelo vivían en Washington. Así mi madre comió 6 comidas en un día: el desayuno el almuerzo y la cena en Japón, el desayuno y el almuerzo de nuevo en el avión y la cena de nuevo en Washington. ¡El cinco de agosto de 1961 fue un día larguísimo!

      Mi madre pasó una semana con primos y tíos en Washington y luego voló con su familia a Grand Rapids, Michigan, donde había empezado el viaje a Indonesia hace un poco más de dos años.

      Aunque era muy joven, mi madre recuerda mucho de su vuelto al mundo. Ella está eternamente agradecida a sus padres por tener el coraje de hacer esa aventura genial. Piensa en esta experiencia todos los días y le gusta compartirla con todo el mundo. Recuerdo varios momentos cuando mi mamá diría palabras en Indonesia, su frase favorita es“Terema Kasih” que significa «gracias». Gracias abuelos por dar esa experiencia increíble a mi mamá y al resto de nuestra familia.

El fin.

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Simple Stories in Spanish: Una vida con animales en Indonesia, parte 3

Season 8, episode 9

This new season of fresh stories all about personal experiences. Many of my favorite stories of my mom’s life in Indonesia are about animals. I loved seeing pictures and hearing stories of her animal encounters. Today, I am going to share these stories with you.

This story is told in the first and third person using mostly the past tense. Important vocabulary in the story includes: “lagarto” (lizard), “techo” (ceiling/roof), “cabra” (goat), “piel” (skin) and “silvestre” (wild).

Una vida con animales en Indonesia, parte 3

      Cuando mi madre tenía ocho años hizo el viaje de Michigan a Sumatra, Indonesia donde mi abuelo trabajó por US Rubber en las plantaciones de caucho. Me encantaba oír los cuentos de su tiempo en Indonesia. Unas de mis historias favoritas eran las historias de animales. Hay tantos animales en Indonesia, ambos domesticados y silvestres.

      Al lado de la casa de mis padres había unas cabras. A mi madre y su hermana les gustaba visitar las cabras. Les acariciaban y les daban atención. Una de las cabras solo tenía tres patas, entonces le dieron atención extra.

      Uno de los amigos de mis abuelos tenía caballos que se llamaban Sandy y Santa Clause. Los caballos eran palominos muy bonitos. Mi madre y su hermana fueron a la casa de sus amigos y recibieron lecciones de montar a caballo. Su entrenador se llamaba Ponyron. Mi madre aprendió mucho. Hasta montó a caballo sin silla o riendas.

Ponyron y mi madre

      Mi madre y su hermana montaban a bicicleta con frecuencia. Una vez cuando andaban en bici, vieron un grupo de personas. Las personas estaban alrededor de un lagarto monitor que medía cinco pies (150 centímetros). El grupo estaba tratando de echar el lagarto del pueblo. El lagarto monitor en Sumatra es vegetariano, pero mi madre creía que era espantoso y tenía miedo. Mi abuelo veía los lagartos monitores en las plantaciones de árboles de caucho. Les gustaba tomar el sol. Mi abuelo no tenía miedo como mi mamá, simplemente los pasaba sin problema.

      Los lagartos también a veces entraron en la casa, pero eran lagartos pequeños, o lagartijas. Esas lagartijas se llamaban «cheechucks» por el sonido que hacían. Caminaban por las paredes, los techos y el suelo. Comían los insectos. Si las agarraras por la cola, la cola se caería del cuerpo y crecerían una cola nueva. Las lagartijas eran inofensivas, pero me madre se asustaba cada vez que veía una en la casa.

      Otro animal que veían cerca de la casa fue el mono, que en Indonesia es «monyet». Los monos corrían por el techo de la casa y jugaban en los árboles. Mi madre quería ver un orangután porque vivían en Indonesia. «Orang» significa hombre y «utan» significa jungla, entonces los orangutanes son los hombres de la jungla. Pero desafortunadamente, mi madre no vio un orangután en la jungla.

      Un animal que veían mucho era el búfalo de agua. Los búfalos de agua trabajan en los campos de arroz. Eran animales domesticados, no eran silvestres. No había tractores entonces el búfalo de agua era el tractor. Eran buenos trabajadores porque eran fuertes y dóciles. Solo necesitaban comida y tiempo en el agua cuando hacía calor. Una vez en un evento de US Rubber mi madre y su hermana montaron a un búfalo de agua. Es una de mis fotos favoritas.

Mi madre y mi tía en un búfalo de agua

      Un animal que mi madre vio que no quería ver, pero que vio en dos ocasiones, fue el pitón. El pitón es una serpiente muy grande. Una vez un pitón entro al gallinero. Mi abuelo fue con el perro Balaju para asustar al pitón. Otras personas vinieron para ayudar y el pitón salió del gallinero sin matar a todas las gallinas.

      El segundo encuentro con el pitón fue muy dramático. Un pitón de diecisiete (17) pies, o cinco (5) metros comió una cabra. Pero hubo un problema, la cabra estaba atada a un árbol. Cuando el pitón comió la cabra, se quedó atado al árbol también. La policía llegó y mató al pitón. Un americano compró la serpiente y la puso en su jardín. Muchas personas fueron a ver el pitón tan grande, incluyendo mis abuelos y sus hijos. Vi la foto de mi madre y su hermana gemela al lado del pitón varias veces cuando era niña. Mi madre y su hermana son casi idénticas y la cabra es obvia en el estómago del serpiente.

Mi madre, el pitón, y mi tía

      El animal silvestre más peligroso de Indonesia es el tigre. La palabra tigre en Indonesia es «hari mau». Ahora el tigre de Sumatra está en peligro de la extinción, pero en el año 1960 (mil novecientos sesenta), no estaba en peligro y había muchos tigres que entraron en el pueblo.

      La maestra de mi madre tenía una perra. Cuando su perra tuvo bebés, puso los bebés en su porche. En la noche, un tigre llegó a la casa y comió todos los perritos. Otro tigre saltó por la ventana de una casa. Al entrar en la casa, aterrizó en una mesa. La mesa se cayó y el tigre se asustó y se fue de la casa por la ventana. Cuando las personas que vivían en la casa llegaron para ver qué causó tanto ruido, encontraron mucho pelo de tigre.

      Mi abuela quería la piel de un tigre. Como mencioné, ahora el tigre Sumatra está en peligro, pero en aquél entonces y cazar y matar los tigres fue una profesión. Hubo un cazador de tigres que se llamaba Tanangee. Tanangee era el gerente de una plantación de caucho varias millas de Kisaren, donde vivían mis abuelos. En la noche, Tanangee cazaba y mataba a tigres que causaban problemas. Mi abuelo le pagó a Tanangee por la piel del próximo tigre que mató. La compañía US Rubber también pagó a Tanangee por matar el tigre, porque atacó a un obrero y el gobierno de Sumatra también pagó a Tanangee por matar el tigre.

      La piel del tigre llegó cuando mis abuelos ya estaban de vuelta en Michigan. Cuando yo era niña, la piel estaba en una caja de cedro en la sala de la casa de mis abuelos. Yo recuerdo bien ver la piel. Era muy bonita. La cabeza tenía ojos de vidrio. Los dientes eran largos y afilados. Las garras también eran grandes y afiladas. Antes de morir, mis abuelos donaron la piel a la Universidad del estado de Michigan.

La piel del tigre de Sumatra

      Mi madre recuerda mucho de sus encuentros con animales en Indonesia. También recuerda las actitudes de otras personas con sus animales. Una mujer holandesa creía en la reencarnación. Creía que las personas buenas volvieron a la Tierra como gatos o perros. Las personas malas volvieron como serpientes o lagartijas. Trataba muy bien a sus gatos y perros porque creía que eran miembros de su familia.

      Una vez, esa mujer visitó a mi abuela. Mi madre tenía un gatito que se llamaba Blacksweet, pero no era muy dulce. Cuando la mujer estaba hablando con mi abuela, el gatito decidió escalar la cortina. Mi abuela estaba furiosa. Agarró al gatito y lo echó afuera. La mujer holandesa estaba sorprendida. Dijo: «¡Ethel, ese gatito podría ser tu tía!»

      Mi madre tuvo muchas experiencias únicas en Indonesia, pero las foto y las historias de los animales siempre serán mis favoritas.

El fin.

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Simple Stories in Spanish: Una vida en Indonesia, parte 2

Season 8, episode 8

Last episode I shared my mother’s journey from Michigan to Sumatra, Indonesia when she was eight. My mom and her family had a lot to learn when they arrived in Indonesia. Life there was quite different from life in Michigan. From school to food to shopping, nothing was quite the same.

Today’s story is told in the third person using the past tense. Important vocabulary in the story includes: “recuerda” (she remembers), “nivel” (level/grade), “hacía calor” (it was hot), “llevaban” (they wore), “lluvia” (rain) and “zanjas” (ditches).

Una vida en Indonesia, parte 2

      Cuando mi madre tenía ocho años hizo el viaje de Michigan a Sumatra, Indonesia donde mi abuelo trabajó por US Rubber. La vida en Indonesia fue bastante diferente a su vida en Michigan.

      Una diferencia grande fue la escuela. En Michigan mi madre fue a una escuela normal con muchos estudiantes divididos en varios niveles. El primer año en Indonesia, mi madre y su hermana fueron a un pueblo cercano donde tuvieron escuela en la casa de su maestra. La escuela fue para estudiantes estadounidenses y holandeses que hablaban inglés. Había doce (12) estudiantes en total y estaban en los niveles del kindergarten hasta el nivel seis (6). Había una maestra y ella se llamaba Ann Sujono. Era de Australia y su esposo era de Indonesia. Mi madre recuerda que era estricta, pero amable. Hicieron lecciones de la Escuela Calvert de Correspondencia de Baltimore, Maryland.

Señora Ann con sus alumnos

      El segundo año, los padres de los alumnos alquilaron un salón en un edificio cerca de la casa de mis abuelos. Mi madre y su hermana gemela estaban en el nivel cuatro (4) y recuerdan que solo había seis estudiantes en la escuela ese año. Mi madre estudió el libro Robinson Crusoe, la mitología griega y el arte.

Los alumnos de nivel 4 (mi madre está en el centro)

      La escuela empezó a las siete y media de la mañana y terminó a las doce. No había mosquiteros en las ventanas entonces todo tipo de animales e insectos podían entrar. Una vez las gallinas del vecino entraron a la escuela y ensuciaron mucho el salón. Otra vez, el lápiz de mi madre cayó al suelo. Cuando ella lo buscó, vio un ciempiés venenoso. Alertó a su maestra, y la señora Ann lo mató.

      Hacía mucho calor en Indonesia en comparación a Michigan. Hacía más calor en la tarde. Mi abuelo iba a la casa para dormir una siesta al mediodía cuando hacía más calor. La casa de mis abuelos no tenía aire acondicionado. Tampoco había aire en la escuela. Para escaparse del calor, mis abuelos fueron al club de Kisaren. El club fue construido en los días del colonialismo holandés. Tenía una alberca, o piscina, que fue muy bienvenida en los días calurosos. Además de la alberca, había canchos de tenis, un restaurante y un cine. El cine mostró películas por la tarde los miércoles y domingos.

      Mi madre y su familia también iban a las montañas para evitar el calor. En las montañas el aire era más fresco. Iban a las montañas para sus vacaciones, pero mi abuelo no siempre iba con el resto de su familia por el trabajo.

      Otra diferencia grande en Indonesia fue la comida. Mis abuelos pagaron a una cocinera. Ella compró y preparó toda la comida. Se llamaba Saria. Para el desayuno, típicamente comían huevos, avena o crema de guisantes. No tomaban leche fresca. Saria hervía agua y agregaba leche en polvo. A veces compraban leche fresca, pero mi abuela usó la lecha para hacer queso cottage.

      Comían carne de cabra, pollo, puerco, carne de res, pescado y cangrejo. Su cocinera era musulmana y no tocaba el puerco, entonces el jardinero ayudó con la preparación del puerco.

      La comida era muy picante. Mi madre aprendió dos palabras rápidamente: «pedis» significa picante y «panas» significa caliente. Después de comer comida pedis, o picante, mi madre comía arroz, pepinos o tomaba leche por el fuego en su boca. Cuando tenía comida panas, simplemente necesitaba paciencia para que la temperatura de la comida bajara. Comían mucho arroz, aun por el postre comían arroz con azúcar.

      A mi madre le encantaba la fruta. Había mucha fruta deliciosa en Indonesia. Uno de sus postres favoritos fue Pisang Goreng, bananas fritas. Mi madre y sus hermanos comían todos tipos de frutas excepto uno. No estaban seguros del durian. El durian es una fruta grande en forma de un fútbol americano. Está cubierto de puntas y apesta algo terrible. Tenían miedo de comerlo. Después de vivir en Indonesia por un año, por fin probaron la fruta apestosa. Después de probar el durian, mi madre y sus hermanos querían comerlo todo el tiempo. ¡Era delicioso!

      Otra diferencia entre Michigan y Sumatra fue el mercado. En Michigan, mi abuela iba al supermercado para comprar la comida. En Sumatra, la cocinera iba a un mercado con muchos vendedores. Mi madre y su familia visitaban el mercado a veces. Mi madre recuerda que no había precios entonces tenías que regatear con el vendedor para decidir el precio final. No había refrigeración entonces la carne estaba en mesas y las personas tenían que remover los insectos cuando seleccionaban su parte.

El mercado en Kisaren

      En el mercado, no tenían sacos de plástico. Usaban la hojas de los bananos para envolver la comida. Mi madre dijo que también usaban las hojas de bananos como paraguas cuando llovía.

      En Michigan hay cuatro estaciones: el otoño, el invierno, la primavera y el verano. En Indonesia hay dos estaciones: la temporada seca y la temporada de lluvia, o el monzón. Durante el monzón, que ocurre de octubre a enero, llovía todos los días. Había inundaciones por todos lados. Había zanjas al lado de las calles para ayudar con las inundaciones y todo el agua. Muchas ranas vivían en las zanjas. La palabra para rana es «kodok» y a mi madre todavía le gusta mucho decir «kodok» cuando ve una rana.

      La ropa en Indonesia fue diferente en gran parte porque hacía mucho calor allá. Las mujeres llevaban blusas y un sarong, un tipo de falda. Los hombres llevaban camisas y pantalones cortos. Los niños muy pequeños muchas veces no llevaban nada de ropa y corrían desnudos. En sus pies llevaban sandalias o no llevaban nada.

Las mujeres llevaban blusas y un sarong. Unas personas tenían bicicletas.

      El transporte era una experiencia diferente. No había muchas carros o motocicletas en los años cincuenta (50) y sesenta (60) en Sumatra. La gran mayoría de las personas caminaban, cargando objetos en sus cabezas. Unos tenían bicicletas. Una vez, mi madre vio una familia entera en una sola bicicleta. Los autobuses siempre estaban llenos de gente. Unas personas montaban por encima del autobús y otros agarraron las ventanas desde afuera.

La gente caminaba cargando objetos en las cabezas.

      Mi madre vio y experimentó muchas cosas en Indonesia que no habría visto o experimentado en Michigan. Era un mundo completamente distinto.

El fin.

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Simple Stories in Spanish: Un viaje a Indonesia, parte 1

Season 8, episode 7

This new season of fresh stories all about personal experiences. Today’s story is about my mother and her family. When my mom was eight years old, she moved with her family from Michigan to Sumatra, Indonesia. I always loved hearing her stories and today I am going to share the story of her journey with you.

Today’s story is told in the third person using the past tense. Important vocabulary in the story includes: “viaje” (trip), “barco” (boat) “abuelos” (grandparents), “llegó” (arrived), and “holandés” (Dutch).

Un viaje a Indonesia, parte 1

      Cuando mi madre tenía ocho años vivía en Wayland, Michigan con su madre, padre, hermana gemela y hermanito. Su padre, mi abuelo, enseñaba la agricultura en la escuela. Mi abuelo quiso hacer algo diferente. Aprendió que había una oportunidad de trabajar por U.S. Rubber en Sumatra, Indonesia. Trabajaría en la plantación de árboles de caucho por tres años. Habló con mi abuela y ellos decidieron que sería una aventura. Pues, mi abuelo solicitó el puesto y lo aceptaron. Entonces mi madre y su familia se prepararon por un viaje al otro lado del mundo.

      Necesitaban muchas vacunas y después de las inyecciones les dolieron los brazos. Tenían que aprender la lengua Bahasa Indonesia. Mi abuela encontró un libro de la lengua y la enseñó a sus tres hijos por marcar objetos en la casa. Escribió los nombres de lámparas, puertas, ventanas y más en papeles. La maestra de mi madre y tía preparó lecciones para que pudieran terminar el segundo grado en el viaje. Mi abuela compró regalos de Navidad y cumpleaños por los tres años porque no sabía qué habría en Indonesia. Compraron unas bicicletas y un coche – un Chevrolet Biscayne de azul celeste.

El Chevrolet Biscayne de azul celeste

      En marzo de 1959 (mil novecientos cincuenta y nueve), mi madre y su familia se despidieron de sus parientes y amigos en Michigan y manejaron su coche nuevo a la Ciudad de Nueva York. Allá subieron al barco Nieu Amersterdam con sus bicicletas, cajas y coche. El barco era holandés y era elegante y grande. Mi madre se enfermó mucho en el viaje – estaba muy mareada. Mi tío solo tenía dos años y corría por la cubierta. Mi madre y su hermana lo vigilaban. No querían que se cayera al agua.

Corrían por la cubierta del barco.

      El barco llegó a Southampton, Inglaterra. Mi madre y su familia bajaron del barco y fueron en taxi a Londres. Vieron el Gran Ben y el Palacio Buckingham. Mi madre y su hermana estaban decepcionadas – esperaban ver un castillo como el de Cenicientas. ¡Y los guardias del castillo nunca se sonreían!

El palacio no era como el castillo de Cenicientas.
El Gran Ben

      La familia de mi madre subió a otro barco que se llamaba el Corfu. La gente en el barco era muy amable. Tenían películas y juegos y otras actividades. Mi madre vio “Old Yeller” por primera vez y lloró al fin.

      En el Corfu, pasaron por el Estrecho de Gibraltar. Pararon en el Puerto Saíd y bajaron del barco. Vieron unos camellos. Entonces subieron de nuevo y navegaron por el Canal de Suez al Mar Rojo. Mi abuela dijo que en el Canal de Suez vio arena por un lado y cuando vio por el otro lado, solo vio más arena. Hacía mucho calor.

      Su próxima parada fue Bombay, India. Vieron la Puerta de la India y otras atracciones. Había un encantador de serpientes. Quería dinero por una lucha entre su mangosta y la cobra. Mi abuela no quiso ver eso y abandonaron al encantador de serpientes rápidamente.

La Puerta de la India
El encantador de serpientes y su cobra

      El barco Corfu llegó al fin de su trayecto en Singapur. Mis abuelos llevaron a sus hijos a un restaurante elegante que tenía una pequeña orquesta en vivo. Mi madre y mi tía comieron espaguetis y fue muy sucio.

      Mi madre y su familia subieron al tercer – y último – barco de su viaje: el U.S.S. Steel Scientist. Navegaron hacia Belawan, una ciudad en Sumatra, Indonesia.

USS Steel Scientist

      Mi madre recuerda un chiste del capitán. Él dijo que una persona estaba cruzando el ecuador en su barco y estaba alterada porque no pudo ver la línea del ecuador en el agua. Entonces el capitán la invitó usar sus binoculares. Levantó un pelo por enfrente de los binoculares y la persona exclamó que pudo ver el ecuador.

      La casa de mis abuelos en Kisaren, Sumatra era bonita. Tenía techo y suelo de arcilla y paredes de estuco. En la sala había un acuario lleno de una variedad de peces. Era muy bonito y a mi madre le gustaba sentarse y mirar los peces. La casa no tenía televisión, teléfono o aire, pero mi madre recuerda que era muy feliz allá.

La casa de mis abuelos en Sumatra

      Había dos secciones de la casa: una para la familia y otra para los domésticos que trabajaban en la casa. Mi madre recuerda a la cocinera. Se llamaba Saria. Hacía las compras y cocinaba en una estufa de madera. Cortaba la madera para hacer el fuego para hacer la comida. Mi madre recuerda que Saria hervía y filtraba todo el agua para la familia.

Saria, Samsia y Amna con mi tío, Bulaja el perro, mi madre y su hermana gemela

      Otra criada de la familia se llamaba Samsia. Servía la comida y se hacía cargo del comedor y la sala. Amna era una mujer que lavaba la ropa y Barum era su conductor. Manejaba y mantenía su coche. Towoe era el jardinero. Mantenía el jardín y los animales. Cortaba el césped con una guadaña.

Mi tío con Towoe el jardinero y bananos

      Mi madre recuerda que tenían un jardín excelente. Tenían varios árboles frutales que producían bananos, papayas, limas, rambutanes y kadong-dong. El kadong-dong sabía a una manzana o pera. A mi madre le gustaba el rambután, era muy dulce y venía de un árbol grande. Compartían los rambutanes con sus vecinos y sus vecinos compartían otras frutas como los mangos.

      Uno de los cuentos de mi madre que yo oí mucho de niña es el cuento de su perro Bulaja. A mi madre le gusta hablar sobre él. Recibieron a Bulaja de una familia holandés, entonces mi madre tenía que aprender un poco de holandés para poder comunicarse con el perro. A Bulaja le gustaba correr tras mi madre y su hermana cuando montaban en bicicleta, entonces una de las frases holandeses que usaban mucho fue «Gå hjem» o «¡Vete a casa!». Ahora mi madre bromea que, si conoce a alguien holandés, solo puede decirles que se vayan a casa – algo que no es muy amable. ¡Necesita aprender unas frases holandeses más simpáticas!

Mi madre y tía con su perro Bulaja que solo comprendía el holandés

      Además de Bulaja, tenían dos perros más, gatos, cuyes, conejos, una mangosta, gallinas y un gallo. Mi madre le dio el nombre Peter al gallo. Un día Peter se enfermó mucho. Mi madre rezó mucho. Pidió que Dios curara a Peter. Cuando Peter se mejoró, mi madre rezó a Dios para darle las gracias. Fue muy significante a ella que su gallo se mejoró después de sus peticiones.

Mi madre y su hermana gemela con sus conejos

      Mis abuelos y sus hijos tuvieron varias experiencias inolvidables en Indonesia que cambiaron sus vidas. A mi madre le encanta aprender de las culturas del mundo y creo que es en gran parte por la exposición que tuvo de niña en su viaje a Indonesia.

El fin.

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