Simple Stories in Spanish: En el teatro

Season 8, episode 20

This new season of fresh stories all about personal experiences. I love the theater. I love acting and singing and being in front of an audience. I haven’t been on a stage in years, but I have wonderful memories from my time in the theater.

This story is told in the first person using both the present and past tenses. Important vocabulary in the story includes: comedieta (skit), obra de teatro (play), escenario (stage), palco (theater balcony) and asiento (seat).

En el teatro

      Cuando tenía ocho años participé en un programa llamado 4-H. Una actividad que hice con mi club de 4-H fue escribir y presentar una comedieta que representaba los valores de 4-H. Creamos una comedieta con acción y música. Hicimos un buen trabajo y ganamos un trofeo. Fue mi primera vez actuando y me encantó.

Producción de 4-H

      Cuando tenía diez años me uní al coro. El coro me enseñó a respirar correctamente y proyectar mi voz. Gané confianza y, con práctica y experiencia, aprendí controlar mis nervios.

      Cuando tenía doce (12) años, actué en otra comedieta sobre un científico. Todos los niños de séptimo grado participaron en la comedieta, pero yo tuve uno de los roles principales. Me gustaba la atención que recibí de mis compañeros y maestros.

      Quería actuar más. En la escuela, hacían tres producciones de teatro por año: en el otoño, el invierno y la primavera. En el otoño presentaban un drama o comedia. En el invierno presentaban una obra corta de solo un acto. Y en la primavera presentaban un musical.

      Tuve roles pequeños en producciones de “La telaraña de Charlotte” y “Siete novias para siete hermanos”, pero cuando tenía quince (15) años, obtuve lo que consideré el rol más fantástico, el rol de Anita. Fue muy especial para mi estar en el escenario y cantar la famosa letra: Seguro que hay sol, mañana, dime cuanto apuestas que mañana, sale el sol.

En el rol de Anita

      El auditorio de mi escuela es un lugar especial. De hecho, toda la escuela es especial. La construcción duró tres años y costó cuatro millones de dólares en el año mil novecientos veintidós (1922). El auditorio copió el Teatro Capital de Nueva York y tiene una elegante arquitectura. Las paredes están decoradas con pinturas detalladas en oro. Las seis arañas de cristal fueron importadas de Bélgica. El órgano fue importado de Alemania y es uno de solo tres que todavía existen de esa compañía. Hay un palco y asientos para casi dos mil (2000) personas.

      El auditorio también tiene mucho misterio. Como es un espacio muy viejo, hay historias de fantasmas. Incluso yo tengo historias de los fantasmas allá.

      Un sábado estaba trabajando con tres amigos para limpiar el salón de utilerías, los objetos que usamos en las producciones como vasos, bolsas, platos, flores falsas, etcétera. Bajé al escenario y escuché algo. Muchos turistas vienen al auditorio, entonces no tuve miedo. Sin embargo, cuando miré por el auditorio no vi a nadie. Estaba al punto de volver al salón de utilerías cuando escuché a una chica llorando.  

      Le dije hola, pero no hubo respuesta. La chica seguía llorando. Por fin la vi en el palco. No comprendía por qué estaba en el palco. Los turistas entraron al auditorio por una puerta específica y todas las otras puertas, incluyendo las del palco, debían estar cerradas con llave. La chica era muy joven, de unos seis o siete años. Tenía pelo castaño y llevaba un vestido blanco. Le hablé. Le dije que vendría por ella y que encontraríamos a su familia.

      Salí del escenario y corrí a las escaleras al palco. Cuando llegué a las puertas al palco, estaban cerradas con llave. No pude entrar. Volví al auditorio para decirle a la chica que iba a buscar ayuda y que todo iba a estar bien, pero cuando miré hacia el palco la chica no estaba. Mis amigos estaban en el escenario y les pregunté si habían visto a la niña en el palco, pero no vieron ni escucharon nada.

      El fantasma más famoso del auditorio es el fantasma del asiento J-47 (cuarenta y siete). Hay muchos rumores acerca de ese fantasma. El rumor más popular es que un hombre se murió en ese asiento durante de una obra de teatro. Ahora él ve todas las producciones desde ese asiento. Aún existen fotos del fantasma en su silla, pero muchos dicen que son falsas. Yo vi esas fotos en persona en los años noventa (90) y la cámara que las sacó. No sé si son reales o falsas, pero sí sé que hay una presencia.

      En primer lugar, el asiento J-47 casi siempre está abajo, como alguien se sienta allá, mientras los otros asientos están arriba. En segundo lugar, el espacio alrededor del asiento siempre está frío. Y, en tercer lugar, yo he visto al fantasma durante de las producciones y prácticas.

      En mi último año de escuela hicimos una comedia musical muy divertida. Se llamaba “Lo siento, el puente está roto, tendrás que pasar la noche”. Es un musical cómico sobre una pareja que tiene que pasar la noche en la casa del Doctor Frankenstein durante de una tormenta horrible. El doctor tiene otros invitados como Drácula y sus novias y el hombre lobo y su mamá. Cada persona en la mansión quiere usar o el hombre o la mujer para avanzar algún plan malvado.

      Yo interpreté la mujer de la pareja, y fue mi rol favorito. La obra empezó con un auditorio completamente oscuro. Andy, el hombre, y yo caminamos al centro del auditorio y la obra empezó con un grito de terror de mi boca. Luego prendimos unas linternas y la acción movió al escenario.

      Una noche, después de mi grito, cuando pasamos el asiento J-47, el aire se puso frígido y las linternas dejaron de funcionar. Vi una figura en el asiento y quería gritar de nuevo, pero en ese momento las linternas prendieron y continuamos con la acción.

      Mi último rol en una obra de teatro en ese auditorio tan especial no fue planeado. Soñaba con ser una directora después de graduarme, entonces tomé la posición de asistente a la directora. Desafortunadamente, la actriz principal perdió la voz y luego tuvo un problema familiar. No pudo continuar. Yo tuve dos semanas para aprender todas sus líneas y canciones.

      La noche del estreno estaba muy nerviosa que iba a olvidar algo, pero todo salió muy bien. Después de terminar fui afuera para saludar al público. Mi padre estaba llorando, que no es nada grave, mi padre siempre llora. Llora muchísimo. Me abrazó y me dijo que una canción que canté fue muy especial para él. Fue una canción que escuchaba en la radio con su padre. Mi abuelo falleció cuando mi papá tenía veintitrés años y escuchar esa canción lo transportó a su infancia.

      El amor hace girar al mundo,

      Hace girar al mundo,

      Pronto alguien te amará

      Si nadie te ama ya.

      En lo alto del cielo,

      El amor canta una canción,

      Hace girar al mundo,

      El amor hace girar al mundo.

      Estudié el teatro en la universidad. Tomé parte en varias obras en y detrás del escenario. Trabajé en un taller de disfraces y con el equipo de luces. Dirigí comedietas y una obra completa. Actué, bailé y canté.

      No he estado en un escenario durante años y lo echo de menos. Cada vez que veo una obra de teatro recuerdo la energía y la emoción que sentía. Quizás algún día vuelva a actuar, pero por ahora estoy contenta con mi rol principal de madre y maestra de español.  

El fin.

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Simple Stories in Spanish: Mi viaje a Colorado

Season 8, episode 19

This new season of fresh stories all about personal experiences. If you’ve been following me for a while, you may know that I am from the state of Minnesota, but I live in Colorado. So, how did I get here? It wasn’t an easy decision or experience to move to Colorado, however, I am glad to be here and couldn’t imagine living anywhere else.

This story is told in the first person using the past tense. Important vocabulary in the story includes: “entrevista” (interview), “vuelo” (flight), puerta de embarque (gate in an airport terminal), retraso (delay), and ventilador (electric fan).

Mi viaje a Colorado

      Al fin de abril de dos mil cuatro (2004), me gradué de la universidad con un diploma en teatro y enseñanza de español. Durante mi último semestre de la universidad fui a unas ferias de maestros. En las ferias de maestros hay escuelas de toda la nación que quieren contratar maestros. Las escuelas en Minnesota, las Dakotas y Wisconsin tenían filas muy largas. Pues, yo visité con representantes de escuelas más distantes.

      No quería vivir en el norte. Quería experimentar algo diferente. Soy de un pueblo y quería ir a una ciudad. Soy del norte y quería ir más al sur.

      Unas escuelas hacían entrevistas durante la feria. Yo tuve entrevistas con escuelas en Virginia, Maryland, Illinois y Georgia. Entrevisté con distritos muy grandes en esos estados. Finalmente, acepté trabajar en el distrito de la ciudad de Hampton, Virginia.

      Trabajé en Hampton por dos años. Fueron dos años difíciles. Pensaba que quería vivir en una ciudad, pero después de vivir en una, quería volver a un pueblo. No me gustaba el tráfico. No me gustaba la cantidad de personas. No me gustaba la violencia del área.

      Además, estaba sola. Fue muy difícil hacer amigos y mientras estaba casada en ese entonces, mi exesposo no estaba en casa mucho porque su compañía lo mandó a trabajar en Florida.

      Busqué un trabajo fuera de Virginia. Mi ex había vivido en Colorado por unos años y quería volver al área, entonces busqué empleo en un pueblo en Colorado. Solicité en escuelas de varios pueblos en el oeste de Colorado.

      Recibí una llamada dentro de dos días. Yo estaba en mis vacaciones de primavera y estaba tomando el sol en la playa Virginia cuando recibí la llamada. La directora de la escuela quería hacer una entrevista de teléfono inmediatamente. ¡Yo entrevisté por el trabajo en la playa en mi traje de baño! Dos horas después, recibí una llamada de otra escuela e hice otra entrevista. El próximo día las dos escuelas me ofrecieron un puesto y las dos estaban en el mismo distrito. Yo decidí que fue una señal de Dios. Después de hablar con los dos directores, decidí aceptar el puesto de la primera escuela que me llamó.

      Ahora que había decidido mudarme a Colorado, necesitaba visitar el área y encontrar dónde vivir. Compré un boleto de avión de ida y vuelta para volar desde Norfolk, Virginia a Grand Junction, Colorado. El vuelo tenía dos escalas: una en Nueva York y otra en Denver.

      Llegué al aeropuerto en Virginia y abordé el avión, pero el avión no movió. Nos informaron que había una tormenta en el norte y tuvimos un retraso de una hora. Después de cuarenta y cinco (45) minutos en el avión nos dijeron que tuvimos que esperar en el aeropuerto porque el retraso sería dos horas. Decidí ir al baño del aeropuerto y mientras estaba en el baño anunciaron de repente que cancelaron el retraso y todos los pasajeros tuvieron que subir al avión. Me lavé las manos y volví corriendo al avión. Subí nuevamente y el avión salió de la puerta de embarque y fue a la pista.

      Pues, el avión estuvo en la fila de la pista por treinta minutos antes de despegar. Yo me puse nerviosa porque tenía que cambiar aviones en Nueva York y ahora no tendría mucho tiempo para llegar a mi conexión. Por suerte, el avión llegó rápidamente a Nueva York. Chequé la información de mi vuelo. Tuve solo quince (15) minutos.

      Estaba en el aeropuerto LaGuardia. Es un aeropuerto grande y las terminales son distantes. Resultó que la puerta de embarque de mi vuelo estaba en otra terminal. Tendría que salir del edificio, correr a la otra terminal y pasar por el control de seguridad antes de llegar a mi conexión a Denver. No pude hacer todo eso en quince minutos.

      Fui al mostrador para hablar con un representante de la compañía. El próximo vuelo disponible no salía hasta las seis y media de la mañana. Tendría que pasar la noche en Nueva York. Afortunadamente, en ese momento, mi hermana vivía en Nueva York. El esposo de mi hermana (mi cuñado) estaba haciendo su residencia en un hospital cerca del aeropuerto. Llamé a mi hermana y mi cuñado, vino a recogerme.

      Pasé la noche en el apartamento de mi hermana. Fue el fin de junio y hacía mucho calor. El apartamento de mi hermana no tenía aire acondicionado, pues puso varios ventiladores en la sala para refrescar el ambiente. Mi hermana programó una alarma para despertarme en la mañana ya que tenía que llegar muy temprano al aeropuerto. Me dormí casi inmediatamente en el sofá con el ruido de los ventiladores.

      Me levanté a los gritos de mi hermana. Algo no estaba bien. Miré la hora. ¡Eran las seis y el vuelo salía a las seis y media! Con todo el ruido de los ventiladores, nadie había oído la alarma. Corrí al baño y me preparé en menos dos minutos. Después mi cuñado manejó como un loco con toda prisa al aeropuerto. Fue como un conductor de Nascar.

      Al llegar al aeropuerto, entré corriendo. Después de pasar por el control de seguridad, corrí con mis zapatos en la mano hacia la puerta de embarque. Obviamente, fue la última puerta de la terminal. Llegué justo a tiempo porque estaban cerrando la puerta. Abordé el avión y tuve que pasar por todos los pasajeros frustrados para llegar a mi asiento en la última fila. Estaba llena de adrenalina por la última media hora, ¡pero estaba en camino a Colorado!

      Llegué a Denver sin problemas. Tuve una conexión en Denver y tuve que ir a otra terminal. El aeropuerto de Denver es distinto al aeropuerto de LaGuardia porque Denver tiene un tren que conecta las terminales. Así que fue fácil llegar a la próxima puerta de embarque.

      El vuelo de Denver a Grand Junction fue rápido y bonito. Pasé todo el tiempo pegada a la ventana admirando las montañas. Llegué a Grand Junction y renté un coche. Manejé a un pueblo pequeño, compré una casita y el resto es historia.

      Cuando llegué a Colorado, no me gustaba tanto. Todo era de color marrón. Después de todo el verde de Virginia y todo el agua de Minnesota, Colorado me parecía feo. Gracias a Dios, hice amigos que me mostraron la belleza de Colorado. Hice rafting en el río Colorado. Me bañé en aguas termales. Caminé por senderos en el bosque y en el desierto. Escalé montañas. He vivido aquí durante diecisiete años y no puedo imaginar mi vida en otro lugar.

El fin.

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Simple Stories in Spanish: Mi semestre en España

Season 8, episode 18

This new season of fresh stories all about personal experiences. One of the best things I ever did was spend a semester of college in Spain. I lived with families and attended La Universidad de Navarra in Pamplona. I made many friends and traveled all over. I immersed myself in the language and culture. While that experience was more years ago than I care to admit, I remember it fondly.

This story is told in the first person using the past tense. Important vocabulary in the story includes: “recuerdo” (I remember) and “fui” (I went).

Mi semestre en España

      En enero del año dos mil dos (2002), abordé un avión a España. Estaba emocionada, nerviosa y, para ser honesta, un poco asustada por el reciente desastre del once (11) de septiembre. Fue muy diferente viajar en el 2002. No tuve un celular. Tuve el libro Let’s Go, Spain! que tenía información sobre las ciudades como fotos, planos, atracciones, precios y hostales. No pude ir a Google a buscar información o direcciones, tuve que leer un libro.

      Me reuní con una amiga de la universidad en el aeropuerto de Minneapolis y viajamos juntas. Íbamos a Pamplona en el norte de España para pasar un semestre aprendiendo el español en la Universidad de Navarra. Tuvimos unos días antes del comienzo de las clases y los pasamos en Madrid. Visitamos los museos del Prado y de Reina Sofía. Caminamos en el Parque de Retiro y fuimos de compras en Gran Vía. Nos sentamos a observar a la gente en la Plaza Mayor. Comimos la tortilla española por primera vez y descubrimos las tapas. Una de mis actividades favoritas en Madrid fue ir al teatro. Vimos una producción del musical Disney La Bella y la Bestia.

      Después de tres días, viajamos por autobús desde Madrid a Pamplona. España tiene un buen sistema de autobuses y lo usé mucho en mi semestre allá. Cuando llegamos a Pamplona, fuimos a quedarnos con familias. Yo fui a un departamento en un edificio grande y moderno. Me quedé con una familia muy amable. Había la madre, el padre y su hijo. Había dos estudiantes más también – una de los Estados Unidos y otra de Japón.

      La madre se llamaba Ángela y ella cocinaba la mejor comida, especialmente la paella. Ángela vivía en Pamplona, pero era de Valencia, el hogar de la paella. Su hermano tenía varios naranjos en Valencia y recuerdo siempre había naranjas para el postre. Eran las mejores naranjas que he comido en mi vida.

Ángela y su rica paella

      El padre de la familia se llamaba Francisco. Él trabajaba en una fábrica de coches. Siempre estaba de buen humor. Le gustaba el fútbol y miramos partidos juntos por la tarde.

      El hijo se llamaba Quico. Quico trabajaba en la fábrica con su padre. Tenía una novia muy bonita. Recuerdo que una vez Ángela no iba a estar en casa para preparar la cena. Dejó comida con instrucciones para Quico – fue una pizza congelada. Quico llamó a su novia y ella llegó para preparar la pizza porque él no sabía qué hacer.

Quico y yo

      Todas las mañanas me levanté y preparé pan tostado con mermelada y un Cola Cao, una marca de chocolate caliente. Luego caminé a la Universidad de Navarra. Todas mis clases estaban en un salón, o aula como dicen en España. Tuve cuatro clases: literatura, geografía, historia contemporánea y lenguaje. Las clases eran para estudiantes de intercambio y había estudiantes de todo el mundo incluyendo Alemania, Japón, África, Suecia, Suiza y más. Recuerdo que el profesor de la clase de geografía era de Canadá, pero se casó con una española y había vivido en España por varios años. Su acento fue muy fácil comprender.

El sendero que caminé para ir a la universidad

      Terminé mis clases a las dos y fui a casa a comer. Siempre había comida muy rica. Comí ensalada verde y un filete de puerco, o comí lentejas con salchicha. Comí pollo con arroz. En mis días favoritos comí paella. ¡Qué rico!

      Después de comer, tuve la tarde para hacer mi trabajo escolar y explorar. Pasé muchas tardes en los parques. Me gustaba ir con un libro o cuaderno y sentarme en el césped bajo el sol. Hice muy buenos amigos y nos reunimos en los parques para platicar o caminar.

La Ciudadela, un parque en Pamplona

      Caminé mucho, y fue una cosa buena porque también comí mucho. A veces exploré la ciudad de Pamplona por la tarde. Me gustaba especialmente caminar del departamento hacia la sección vieja de la ciudad.

      Estaba en España para estudiar, pero yo creía que debía estudiar más que la información de las clases. Entonces, yo viajé. Fui a muchas ciudades. Pasé un fin de semana visitando Barcelona y los museos de Dalí y Picasso. En marzo, fui a Valencia para celebrar las Fallas.

El museo de Dalí fuera de Barcelona

      Una de mis amigas de la secundaria también estaba estudiando en España en la ciudad de Valladolid. Fui a visitarla un fin de semana y lo pasé muy bien.

      Fui a San Sebastián en la costa con otra amiga porque hubo un concierto de su conjunto favorito, Los Cranberries. El concierto ocurrió en una plaza de toros. Fue increíble.

      Durante de la Semana Santa, fui al sur. Fui de Pamplona a Madrid y luego a Granada. En Granada vi una procesión de la Semana Santa en la noche. No sabía nada sobre la Semana Santa y estaba sorprendida por la práctica. En la mañana visité la Alhambra. Es una estructura impresionante y mi lugar favorito en toda España.

En la Alhambra

      Después de Granada, fui a un pueblo llamado Nerja en la Costa del Sol donde pasé unos días en la playa. Después de Nerja fui al norte a visitar la Mezquita de Córdoba y luego la catedral de Sevilla. Al fin de la semana, fui a Segovia y Salamanca. Estaba fascinada por el acueducto romano y el castillo en Segovia. En Salamanca me gustaba el museo Casa de Lis.

El castillo de Segovia

      Al fin de mi semestre en España, me enfoqué más en mis estudios. Al fin de cuentas, soy trabajadora y estudiosa. Me importan las calificaciones. Para mi clase de historia, escribí un ensayo de diez páginas sobre el asesinato de Luis Carrero Blanco, el presidente del gobierno bajo el dictador Francisco Franco (y hay que recordar que no había tanta información en línea en el año dos mil dos. ¡Tuve que buscar información en libros en la biblioteca de la universidad!) Escribí otro ensayo largo sobre el simbolismo de la obra de teatro La dama del alba para mi clase de literatura. Estudié por horas por los exámenes de lenguaje y geografía. Hice bien y recibí un diploma honorario de la universidad.

      Cuando las clases se acabaron, todavía tenía una semana antes de volver a casa. Como ya había visitado el norte, el este y el sur de España, decidí ir al oeste a visitar A Coruña, Galicia. Mi lugar favorito allá fue la Torre de Hércules, un faro construido por los romanos. La vista fue tan distinta de otros lugares que había visitado con sus rocas dramáticas y agua turbulenta.

La Torre de Hércules

      Al principio de junio, mi tiempo en España llegó a su fin. Fue un tiempo muy especial en mi vida. Hay muchas cosas que me recuerdan de mi tiempo en España. Ciertas canciones me transportan a momentos caminando por Pamplona con mi Discman. Ciertos olores me hacen pensar en la comida. Cuando veo fotos de otras personas, recuerdo cuando yo estaba en ese lugar mágico.

      Creo que mi semestre en España cambió el curso de mi vida. Sumergirme en la lengua y cultura española me transformó y me mostró la importancia de incluir más que la gramática en mis lecciones. Me dio experiencia real, me dio confianza y me dio muchas historias para compartir con mis futuros estudiantes.

El fin.

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Simple Stories in Spanish: Las historias de mis antepasados

Season 8, episode 17

This new season of fresh stories all about personal experiences. I enjoy learning about my family history. My love of genealogy was encouraged by my dad who has done a lot of research. This last week I spent some time searching for clues about my ancestors. I found multiple documents, pictures, and even a few people I didn’t know about before. Today I am going to share a few of their stories.

This story is told in both the first and third person using the past tense. Important vocabulary in the story includes: “antepasado” (ancestor), “bisabuelo” (great grandparent) “registro” (file), “luchó” (fought), “Alemania” (Germany), “Suecia” (Sweden), and “EE. UU.” (USA). There are also a lot of dates. Years in Spanish are read as a whole number starting with “mil” (one thousand), then the “cientos” (hundreds).

Las historias de mis antepasados

      Siempre he estado fascinada por la historia de mi familia. Hay algo especial de conocer mis raíces. Como vivo en los Estados Unidos, tengo un pasado variado y lleno de inmigrantes. Mi padre ha pasado mucho tiempo investigando a nuestros antepasados y me enseñó cómo hacerlo.

      Cuando yo empecé a investigar mi pasado en los años noventa (90) no había muchos registros digitales. Ahora hay muchos documentos disponibles en la internet. Tengo cuentas en ancestry.com y en familysearch.com. Con estas cuentas puedo encontrar y leer documentos de todo el mundo. Puedo colaborar con miembros de mi familia extendida para encontrar información y fotos. Es un rompecabezas enorme y cada conexión con mis antepasados es como encontrar un tesoro.

      En este momento, mi árbol familiar tiene seis generaciones completas. La séptima generación es casi completa, pero me hacen falta siete (7) personas.

      La mayoría de mis antepasados son de Irlanda, Inglaterra, Suecia y Alemania. Según los archivos, casi todos llegaron a los Estados Unidos en los años mil seiscientos (1600s) y mil setecientos (1700s).

      Mi quinto bisabuelo Johann Heinrich Bentz emigró de Alemania con sus padres y hermanos en el año mil setecientos cuarenta y nueve (1749) cuando solo tenía diez (10) años. Vivió en el estado de Virginia. Conoció a Mary Blumlein, otra inmigrante alemana, y ellos se casaron. Cuando Johann tenía treinta y ocho (38) años, luchó en la Guerra de Independencia. Según unos documentos, ya tenía diez (10) hijos cuando fue a la guerra.

      Johann sobrevivió a la Guerra de Independencia. En mil ochocientos cinco (1805), Johann Heinrich Bentz, que usó el nombre Henry Pence, se mudó con unos de sus hijos adultos a Ohio, un nuevo estado de la nación. Descendientes de Henry Pence todavía viven en esa región de Ohio.

      Johann Bentz no fue mi único antepasado en la Guerra de Independencia. Robert McCamball, mi sexto bisabuelo, también luchó. Robert nació en la colonia de Virginia en mil setecientos cincuenta y seis (1756). Robert y sus hermanos Samuel, Andrew y Soloman participaron en la Guerra de Independencia.  Su padre era James McCamball. James nació en Escocia. Emigró con su esposa y cuatro hijos en el año mil setecientos cuarenta y tres (1743).

      Uno de mis primeros antepasados de emigrar los EE. UU. del lado de mi papá fue Obadiah Ward. Obadiah nació el seis de mayo de mil seiscientos treinta y dos (1632) en Inglaterra. No sabemos exactamente cuando emigró, pero se casó con su esposa Mary en mil seiscientos sesenta y siete (1667) en la colonia de Massachusetts.

      Mi décimo bisabuelo era Anthony Checkley. Como Obadiah, él también nació en el año mil seiscientos treinta y dos (1632). Pero Anthony nació en este lado del Océano Atlántico. Anthony nació en Boston cuando la ciudad tenía solo dos años.

      Varios antepasados del lado de mi mamá llegaron a esta nación cuando eran las colonias inglesas. Al menos sesenta (60) de mis décimos bisabuelos llegaron en la década mil seiscientos treinta (1630).  Tres de mis undécimas bisabuelas nacieron en la colonia de Massachusetts en el año mil seiscientos diecinueve (1619).

      Unas de mis líneas inglesas van muy lejos. Cuando sigo estas líneas, también encuentro antepasados franceses. Mis cuarenta (40) veces bisabuelas Jolana y Athelisa nacieron en Normandía, Francia en la década mil cuarenta (1040).

      Me gusta encontrar información del muy pasado, pero también me gusta aprender las historias más recientes de mis antepasados. Mi tatarabuela Ida Abrahamsson era de Kristberg, Suecia. Ella llegó a los EE. UU. en el año mil ochocientos noventa y dos (1892) cuando tenía veintidós (22) años. Se casó y tuvo una hija llamada Inez. Inez conoció a un hombre llamado Emanuel Samuelsson. Emanuel era de Högsby, Suecia y emigró a EE. UU. en el año mil novecientos nueve (1909).

Emanuel, Inez y sus hijos

      Inez y Emanuel se casaron en Chicago. Establecieron una granja en el norte del estado de Michigan. Tuvieron tres hijos, incluyendo a mi abuelo, y una hija. En la Segunda Guerra Mundial mi abuelo y mis tíos fueron reclutados a luchar en Europa. Mi bisabuelo también fue reclutado. Pero él tenía cincuenta y dos (52) años. No estaba en un buen estado físico para luchar en una guerra. Pues, mi bisabuelo fue reclutado a trabajar en una fábrica en Chicago. Trabajó por la compañía Rock Ola haciendo rifles para los soldados. Yo sé esta información porque encontré el archivo de reclutamiento y después de leer la información, investigué la compañía Rock Ola. ¡Es como un juego!

      Una línea que quiero conocer más es la línea de mi apellido, Given. Solo hemos podido trazar la línea Given a mi quinto bisabuelo, Clatworthy Given. Él nació en Ulster, Irlanda en mil setecientos cincuenta y ocho (1758) y murió en Chester, Pennsylvania en mil ochocientos veinte (1820).

      Su hijo, Thaddeus, o “Tatty”, Given fue mi cuarto bisabuelo. Tatty se mudó de Pennsylvania a Ohio. Desafortunadamente, a Tatty le gustaba beber. Un día, Tatty tuvo un accidente con un tren. Estaba borracho y se sentó en las vías del tren. Cuando el tren llegó, Tatty no se movió de su lugar. El tren chocó con Tatty, pero él no se murió. Un artículo en el periódico local habló del accidente dijo que Tatty era un delincuente borracho que tuvo muchos accidentes que casi le mataron.

      Sus hijos se distanciaron de Tatty y su mala reputación. Mi tercer bisabuelo, James Given, luchó en la Guerra Civil del lado norte. Se estableció como un buen hombre en Ohio. Su hijo, Albert Given, conoció a una mujer bonita que se llamaba Effie Pence, la bisnieta de Johann Heinrich Bentz.

      No tengo la información de todos mis antepasados. Hay varios obstáculos en obtener información. Un problema es que no todos los registros son digitales. Otro problema es que los registros son en idiomas que no hablo, como alemán o sueco. Otros registros fueron destruidos por desastres naturales o guerras.

      Aun con los obstáculos, creo que es importante aprender de mi pasado. Soy parte de todos mis antepasados. Su historia es mi historia. Estoy agradecida por todo lo que hicieron y las oportunidades que dieron a sus hijos y a los hijos de sus hijos, por generaciones hasta ahora.

El fin.

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Simple Stories in Spanish: Lecciones de mochilear

Season 8, episode 16

This new season of fresh stories all about personal experiences. As you have heard in previous stories, I love the outdoors. I have been on many hiking and camping trips, but it wasn’t until a few years ago that I combined the two and went on my first backpacking adventure. That trek taught me many lessons and today I am sharing those lessons with you.

This story is told in the first person using the past tense. Important vocabulary in the story includes: “mochila” (backpack), “sendero” (trail), “nieve” (snow), “derretida” (melted) and “llevar” (to bring/carry).

Lecciones de mochilear

      Me gusta mucho pasar tiempo en las montañas. Me gustan los paseos largos y difíciles. En el pasado, yo creía que no valía la pena pasar la noche en un lugar que yo podría visitar en una excursión de día.

      Pues, por fin decidí hacer mi primera excusión de mochilear. Fui al lago Capital que está al pie del pico Capital. Solo pasé una noche allá, pero aprendí mucho y voy a compartir mi experiencia y lecciones con ustedes.

      La primera cosa que aprendí fue ir con alguien que ha mochileado antes. Fui con mi amiga Lindsay. Ella tiene mucha experiencia y sabe lo que hace. Otro beneficio de ir con alguien experimentado es que él o ella tendrá todo el equipaje necesario. Lindsay tenía la tienda, la estufa, cosas para cocinar, el filtro de agua y las mochilas. Yo solo tenía que llevar ropa, un saco de dormir, agua y comida.

      Además de tener todo el equipaje, otro beneficio de ir con Lindsay fue que ella conocía el área. Había subido el pico Capital y pasado la noche al lado del lago. Conocía la ruta y por su experiencia tuvimos el sitio de acampar más hermoso del área.

Nuestro sitio de acampar

      La segunda cosa que aprendí en ese viaje fue planear bien tu excursión. Puedes caminar más rápido e ir más lejos cuando no tienes un extra treinta y cinco libras (35lbs) o 16 kilogramos (16 kg) en tu espalda. Vas a caminar más lentamente, entonces una distancia más corta es preferible.

      También hay que considerar la altitud. El cuerpo se cansa cuando no tiene suficiente oxígeno. Además, hay que expender energía cuando estás subiendo.

      Llegar al lago Capital es una excursión de seis punto cinco millas (6.5 mi), o diez punto cuatro kilómetros (10.4 km), y el sendero sube dos mil cuatrocientos pies (2,400 ft) o setecientos treinta metros (730 m). No es un sendero necesariamente fácil. Descansamos dos veces en el viaje y los dos descansos eran muy necesitados.

      Es una buena idea leer sitios de senderos para checar el estado del sendero que vas a usar. Muchas veces estos sitios tienen fotos de las condiciones.

La vista del empiezo del sendero

      Cuando llegamos al sendero, estaba muy emocionada. Puedes ver el pico Capital por la mayoría del paseo y es divertido tener un objetivo visible cuando estás caminando. Por los primeros dos millas, yo pensé que mochilear fue fácil, pero entonces llegamos al arroyo. Tuve que cruzar once (11) arroyos. Por cruzar los arroyos yo aprendí otra lección: llevar una mochila grande y pesada cambia el centro de gravedad. Me sentía desequilibrada. Fue más difícil mover de roca a roca porque estaba tratando de balancear todo el peso adicional. El agua estaba muy fría y tenía miedo de caerme.

Cruzando el arroyo

      Cruzar el agua fue difícil, especialmente porque los arroyos estaban llenos de nieve recién derretida. Entrar al agua fue como entrar a un baño de hielo. Cruzamos unos arroyos en troncos de árboles. Cruzamos otros arroyos por brincar de roca a roca. Pero tuvimos que cruzar un arroyo en el agua. Nos quitamos las botas y calcetines. Las rocas eran duras y el agua frígida. Después, descansamos en un campo de flores para calentarnos y secarnos.

      La lección más difícil fue que las montañas a veces todavía tienen nieve en julio. Habíamos caminado más o menos cuatro (4) millas cuando perdimos el sendero debido a la nieve. Sin embargo, seguimos adelante. Buscamos señales del sendero y Lindsay conocía el área entonces no nos perdimos por completo.

La nieve cubría el sendero y agua corría debajo de la nieve

      La nieve era media derretida. Una vez pisé y me hundí hasta el muslo. De vez en cuando vimos agua corriendo por debajo de la nieve. Fue un recuerdo del peligro de viajar en nieve. Avanzamos con mucho cuidado.

      Después de cruzar varios arroyos y mucha nieve, llegamos al lago y preparamos el sitio de acampar. En el sitio, aprendí otra lección: ¡ten cuidado con los animales! En las montañas de Colorado, hay un roedor grande que se llama la marmota. Hay muchas marmotas y mientras son lindas, son traviesas. He visto y oído de marmotas que comen ropa, mochilas, platos y chanclas. Es importante guardar tu comida y tus pertinencias.

Una marmota

      Hablando de comida, aprendí que hay muchas posibilidades de comida en una excursión de mochilear. La lección más importante de comida es que no puedes dejar nada de comida en tu sitio de acampar. Todo lo que llevas tiene que salir contigo. Además, estábamos en un área con osos, entonces tomamos la precaución de poner toda la comida en un recipiente especial.

      En la excursión, bebimos mucha agua. Como caminábamos al lado de agua, no llevamos todo el agua para la excursión. Lindsay tenía un filtro de agua. Cuando necesitábamos más agua, paramos al lado de un arroyo y descansamos mientras pasamos el agua por el filtro. En la mañana cuando bajé al lago para conseguir agua, el lago estaba helado. Tuve que romper el hielo para conseguir el agua.

El pico Capital con el lago helado

      Aprendí mucho en mi primera excursión de mochilear, pero mi lección favorita fue pausar y disfrutar. Yo casi siempre estoy ocupada y haciendo múltiples cosas a la vez. Cuando estoy en las montañas, me desconecto y tengo tiempo para simplemente respirar.

      En la mañana, mi amiga y yo pasamos tiempo junto al lago. Escuchamos la canción de los pájaros y miramos los juegos de las marmotas. Sentimos el calor del sol y el frío de la nieve. Ella pintaba y yo tomaba muchísimas fotos.

Lindsay pinta al lado del lago

      Me encantó pasar la noche lejos de la civilización. Me gustó el reto de llevar todo lo que necesitas en una mochila grande. Sentí orgullosa de mi perseverancia y fuerza. Y aunque estaba exhausta cuando volví a mi coche, mi primera excursión de mochilear no fue mi última.

El fin.

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Simple Stories in Spanish: Cuando yo era niña

Season 8, episode 15

I have very fond memories of my childhood. I spent a lot of time outside with my friends and family, no matter the time of year. As a child I played, I ran, I rode bikes, I read, and I just had fun.

This story is told in the first person using the past tense. Important vocabulary in the story includes: “recuerdo” (memory), “muñeca” (doll), “afuera” (outside), and “jugábamos” (we used to play).

Cuando era niña

      Yo nací en los años ochenta (80) en el norte de Minnesota. La vida era diferente cuando yo era niña.

      Cuando era niña pasaba mucho tiempo afuera. No importaba la temperatura. Estábamos afuera en el verano y estábamos afuera en el invierno. En el invierno construíamos muñecos de nieve. A veces había diez o más muñecos de nieve en el jardín. Cuando había mucha nieve, y prácticamente siempre había mucha nieve, construíamos fortalezas. Hacíamos dos fortalezas y tirábamos bolas de nieve. Otra actividad favorita fue ir en trineo. Había muchos lugares para ir en trineo y siempre era divertido. Después, llegábamos a casa y mi madre preparaba chocolate caliente. Calentaba leche en la estufa para el chocolate caliente y tomaba mucho tiempo. Cuando el chocolate caliente estaba listo, ¡ya estábamos calentados!

Jugábamos mucho en la nieve

      En el verano pasaba mucho tiempo afuera. Me gustaba ayudar a mi madre en la hortaliza. Teníamos elote, tomates, cebollas, papas, zanahorias, frambuesas y cerezas. Las frambuesas todavía son mis favoritas.

Pasaba mucho tiempo buscando y comiendo frambuesas

      Montaba en triciclos con mis hermanos. Imaginábamos que vivíamos en una ciudad grande y había mucho tráfico. Manejábamos como locos y alguien siempre se lastimaba.

      Cuando era un poco mayor, pasaba tiempo afuera con mis amigos. Había muchos niños en mi calle y nos reuníamos todo el tiempo. Montábamos en bicicleta, jugábamos al escondite y otros juegos de niños. Una de mis amigas tenía una casita de jugar en su jardín. Durante el verano, las niñas del vecindario jugaban a escuela en su casita. Una de nosotras era «la maestra» y ella nos enseñaba conceptos básicos como colores, formas y números. Hacíamos hojas de práctica en la escuela falsa. Éramos niñas inteligentes, tal vez porque de nuestra escuela de verano.

      Además de montar en bici con mis amigos, montaba en bicicleta con mi familia. A veces en la tarde mi padre tomaba los niños a ir en bici por el vecindario. Tenía una silla especial para niños en su bici. No recuerdo estar en la silla, pero recuerdo a mis hermanos en la silla de niño.

Me gustaba montar en bici

      A veces yo montaba con mi hermana en su bici. Esa práctica no era segura. Una vez mi sandalia se metió en los rayos de la rueda. En poco tiempo todo mi tobillo estaba metido en la rueda. Mi hermana y yo nos caímos. Mi hermana corrió a casa por mi papá. Él cortó los rayos para liberar mi pie. Yo estaba llorando mucho. Me torcí el tobillo y me lastimé la rodilla y el codo. Nunca monté con mi hermana después de eso.

      Cuando era niña, coleccionaba los osos de peluche. Tenía muchos peluches, pero los osos eran mis favoritos. Mi colección de osos continuaba por años. Todavía coleccionaba los osos de peluche cuando estaba en la secundaria. Recibía osos de peluche para mi cumpleaños y la Navidad.

Cuando recibí mi oso de peluche favorito (¡todavía tengo este oso!)

      De niña me encantaba la Navidad. Era mi día festivo favorito. Me gustaba mucho decorar el árbol. Mi padre cortaba un árbol en el bosque. Ahora veo las fotos y los árboles de Navidad me parecen pequeños, pero cuando era niña me parecían grandes y perfectos. Mi madre preparaba los adornos y mis hermanos y yo los colgaban en el árbol. Siempre había secciones con muchos adornos. Creo que mi madre arreglaba esas secciones cuando no mirábamos.

Colgaba adornos en el árbol

      La Navidad siempre era un caos. Recibíamos muchos regalos de mis abuelos y había muchas cajas decoradas debajo del árbol. Después de abrir las cajas, había mucho papel. A mi madre le gustaba guardar el papel bonito para usarlo de nuevo.

      Cuando era niña pasaba mucho tiempo con mi familia. Jugábamos juegos de mesa como «Chutes and Ladders» (toboganes y escaleras) o, mi favorito, «Trouble» (problemas) con la burbuja especial que tenías que empujar para mover el dado adentro.

      Además de los juegos de mesa, jugábamos al escondite mucho. Había varios lugares para esconderse en la casa. También jugábamos a la casita o tienda. Me gustaba pretender ser un perrito y gateaba por la casa ladrando.

      Compartía un dormitorio con mi hermana Miriam hasta que me fui de la casa a los dieciocho (18) años. Miriam y yo no nos llevábamos muy bien. Nos peleábamos mucho. Nos pelábamos por las muñecas de Barbie o por quién duerme arriba y quién abajo (teníamos literas). Más tarde nos peleábamos por tener privacidad en el dormitorio o por la música que queríamos escuchar.

En mi dormitorio con mi hermana

      Sin embargo, de vez en cuando Miriam y yo nos llevábamos bien y jugábamos, típicamente con las muñecas de Barbie. Teníamos unas muñecas pequeñas que se llamaban «Glamor Gals» (muchachas de glamur). Hacíamos ropa para nuestras muñecas con pañuelos, cinta y globos sin aire.

      Con mis hermanos yo jugaba con carritos. Construíamos ciudades de bloques con calles para los carritos. Los carritos tenían personalidades y familias. A veces Godzilla destruía la ciudad y atacaba los carritos. No me gustaba cuando Godzilla atacaba la ciudad porque siempre destruía mi casa primero.

      De niña yo creía que mis dos hermanas mayores eran súper chidas. Ellas tenían pelo largo, mientras yo siempre tenía el pelo corto. Ellas tenían un dormitorio grande en el ático y me sentía tan especial cuando me invitaron a su dormitorio. A veces mis hermanas traían su radio a mi dormitorio. Ponían música de los Bangles, Madonna y Michael Jackson y bailábamos.

      Mi madre no trabajaba cuando era niña, ella se quedaba en casa para cuidar a sus niños (mis padres tuvieron a diez (10) niños en total). Cuando era niña mi madre me leía. Teníamos muchos libros y me leía todos los días. Cuando era mayor, yo leía a mis hermanitos para ayudarle a mi madre.

Con mi mamá

      Me gustaba leer con mi madre, pero mi actividad favorita con mi madre era hornear. Hacíamos galletas, tartas, pan y rollos. Mi madre todavía hace los mejores rollos.

      Mi padre trabajaba como ingeniero eléctrico. No hacía mucho con él durante la semana, pero tengo buenos recuerdos de los fines de semana. Mi padre preparaba la comida los sábados. Preparaba panqueques con huevos y salchicha o tocino. Ponía música de los años cincuenta (50) y sesenta (60) y bailábamos en la sala. Los domingos mi padre hacía palomitas en la estufa. Luego comíamos las palomitas y mirábamos un programa de naturaleza en la televisión. A veces, hacía palomitas con caramelo. ¡Era lo mejor!

Con mi papá

      Tengo otros recuerdos de mi niñez de viajar y visitar la familia. Tengo muy bonitos recuerdos de mi niñez. Estoy agradecida por mis padres, hermanos y amigos que me ayudaron a formar estos recuerdos. Ahora trabajo para crear recuerdos bonitos para mis hijos.

El fin.

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Simple Stories in Spanish: Toothclaw y el arroyo Grizzly

Season 8, episode 14

This new season of fresh stories all about personal experiences. I take my son on a lot of hikes. One time he decided to bring two of his stuffed animals on our hike in Grizzly Creek. Their names are Wolfy and Toothclaw. Toothclaw decided to take a swim in the creek and I went after him.

This story is told in the first person using the past tense. Important vocabulary in the story includes: “arroyo” (creek/stream), “sendero” (path/trail), “mochila” (backpack), and “peluche” (stuffed animal).
* Note, the bolded phrases in the transcript indicate when my son is speaking

Toothclaw y el arroyo Grizzly

   Me gusta mucho hacer caminatas en la naturaleza. Muchas veces, exploro la naturaleza con mis hijos. Una de nuestras áreas favoritas es el Cañón de Glenwood, especialmente el arroyo Grizzly.

   Hay un sendero al lado del arroyo Grizzly. Es un sendero muy bonito. Me gusta mucho el arroyo Grizzly. Cuando nos visitan la familia o los amigos vamos con ellos al arroyo Grizzly.

   Un día en octubre decidimos caminar en el arroyo. Invitamos a mi amiga Lindsay. Preparé una mochila con agua y barras de granola. John también tenía una mochila, pero él preparó su mochila con otras cosas.

   Yo preparé mi mochila con dos peluches. John pensaba que la caminata sería más divertida con sus peluches. Él puso un lobo de peluche y un león de peluche en su mochila. Los peluches se llaman Wolfy y Toothclaw. Wolfy es un lobo de peluche y Toothclaw es un león.

John y su mochila con Wolfy y Toothclaw en el arroyo Grizzly

   John caminaba con Wolfy en su mochila frecuentemente. John había llevado a Wolfy en una caminata en la montaña Snowmass. Esta vez quiso llevar dos peluches.  

   Nos divertimos mucho en el sendero al lado del arroyo Grizzly. Hacía sol, pero no hacía calor. Los colores en los árboles eran espectaculares. Había mucho amarillo. Fue un día perfecto de otoño.

Hojas de otoño

   Los niños tiraban piedras en el arroyo y escalaron las rocas. Fue muy divertido.

   Yo estaba tomando muchas fotos. Siempre tomo fotos cuando estoy en la naturaleza. Tomé fotos de los colores bonitos y de mis hijos preciosos.

   Pausé para tomar una foto y conocí a cuatro personas mayores. Ellos visitaban Colorado desde Minnesota. Como yo soy de Minnesota, yo paré para hablar con ellos. Mi mamá habla mucho con todo el mundo. Es muy sociable.

   Pues, mis hijos continuaron en el sendero con mi amiga Lindsay y yo seguía hablando. Después de poco tiempo mis hijos descubrieron unas rocas en el arroyo. Nos gusta caminar en las rocas en el agua. Tomé una foto del momento precioso.

Emmett y John al lado del arroyo Grizzly

   De repente, un miembro del grupo de Minnesota dijo– ¡Un pobre niño perdió su peluche!

   Con horror, vi el león de peluche de John en el agua. Toothclaw decidió saltar de la mochila y nadar en el agua.

   Seguí a Toothclaw con mis ojos. Por suerte, él paró cerca de una roca grande. Todavía estaba en el agua, pero no estaba bajando el arroyo. Sin embargo, estaba al otro lado del arroyo y el agua estaba fría y profunda en partes.

   Yo estaba triste y asustado. Yo pensé que había perdido Toothclaw para siempre. Yo estaba preocupada. No quería perder Toothclaw o contaminar el arroyo. John estaba al punto de llorar. Entonces, yo me quité los zapatos y enrollé mis pantalones para cruzar el arroyo.

   El grupo de Minnesota miró nuestro drama del peluche con interés. Ellos me ofrecieron un palo para ayudarme a cruzar el agua. Busqué un buen lugar para cruzar dónde el agua no iba muy rápido y parecía menos profundo. Crucé el arroyo lentamente porque no quise caerme en el agua. Estaba agradecida tener el palo para mi balance.

   Mi mamá cruzó el arroyo sin problemas. Llegué al otro lado del arroyo y tenía otro obstáculo. El sendero solo está en un lado del arroyo. Al otro lado del arroyo no hay un sendero. Tuve que trepar por las rocas grandes para llegar al león de peluche.

   Yo miraba mi mamá ansiosamente. ¡Quería tener a Toothclaw!

   Por fin, encontré el peluche en el agua. Estaba muy mojado. John, Emmett, Lindsay y el grupo de Minnesota gritaron con entusiasmo. Ahora solo necesitaba repetir mi excursión y volver a mis hijos con Toothclaw.

   Caminé con cuidado, una mano en el palo y la otra mano agarrando Toothclaw. Crucé el arroyo otra vez. Estaba muy frío y las rocas eran incómodas en mis pies. Cuando llegué a mis hijos, pasé Toothclaw a John.

   Yo estaba muy contento tener Toothclaw. Wolfy también estaba muy contento tener Toothclaw.

Wolfy y Toothclaw

   Yo me puse mis calcetines y zapatos, devolví el palo al grupo de Minnesota con mis gracias y decidimos volver al coche. Toothclaw estaba demasiado mojado entrar en la mochila con Wolfy, entonces yo lo cargaba.

   Toothclaw necesitaba un baño después de nadar en el agua. Después de su baño, Toothclaw durmió con John.

   Después de la aventura de Toothclaw en el arroyo Grizzly, John dejó de llevar peluches en nuestras caminatas. No quise perder un peluche en el agua. Ahora él pone agua y comida en su mochila en vez de peluches. O no traigo una mochila y uso la mochila de mi mamá.

El fin.

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Simple Stories in Spanish: La vida fascinante de David

This new season of fresh stories all about personal experiences. David is one of my listeners and he recently shared his story with me. His adventures started when he joined the US navy at the age of 17 and they continue today. From playing the guitar to building his own house, David has lived a fascinating life.

This story is told in the third person using the past tense. Important vocabulary in the story includes: “marina de guerra” (navy), “inscribirse” (to sign up/enlist), “avión” (plane) and “cambió” (changed).

La vida fascinante de David

   Hay un hombre que se llama David. Hace mucho tiempo David vivía en el estado de Indiana cerca de la ciudad de Chicago que en el estado de Illinois. Cuando tenía 17 años, David decidió inscribirse en la Marina de Guerra de Estados Unidos. Necesitaba el permiso de su mamá para inscribirse a los 17 años y ella se lo dio.

David se inscribió en la Marina de Guerra estadounidense

   Ser parte de la Marina de Guerra estadounidense cambió la vida de David. Pasó el primer año en un portaaviones. Trabajó con un escuadrón de bombarderos con un base en Florida. Hizo un tour de seis (6) meses en el portaaviones en el Mediterráneo. David preparó los aviones para sus salidas del barco.

   Después de pasar el año en el portaaviones, David tuvo la oportunidad de vivir en otro lugar. Le dijo que escogiera tres países posibles en Europa para su próximo puesto. David pidió ir a Inglaterra, Irlanda o Italia. Pero cuando recibió sus órdenes, David aprendió que no iba a Inglaterra, Irlanda o Italia, iba a Rota, España.

Una foto reciente del base en Rota

   En el base estadounidense en Rota, David trabajó en la radio. Produjo programas de rock y roll y jazz. Además, trabajó como bibliotecario de los discos.

David trabajando en su programa de radio

   Para David, España era fascinante. Como vivía antes en el estado de Indiana, David no tenía experiencia con la cultura española. Vivir allá le abrió un mundo completamente distinto. La cultura, la gente y el paisaje de España le fascinaron. Visitó la Alhambra de Granada, pero cuando la visitó fue muy distinto que hoy en día. Cuando David fue a la Alhambra el acceso era gratis porque no fue considerada un tesoro nacional. No era famosa ni recibía muchos turistas. De hecho, había personas viviendo dentro de la Alhambra.

   Con todos sus encantos, España tenía una persona en particular que cambió el futuro de David. Ese hombre se llamaba Andrés Segovia. Andrés Segovia fue un guitarrista increíble que tiene el título «el padre de la guitarra clásica».

   David vio a Andrés Segovia en persona en uno de sus múltiples conciertos. David se enamoró de la guitarra clásica de inmediato. David vivió en España por dos años y escuchó mucha guitarra clásica en su tiempo allá.

   Cuando volvió a Estados Unidos después de sus dos años en España, David compró una guitarra clásica y empezó a aprender tocarla. Primero, aprendió cómo leer la música. Cuando logró leer la música, encontró a un maestro de guitarra clásica en Chicago. Cada semana viajó de su casa en Indiana a Chicago para estudiar con su maestro.

David y su guitarra

   El maestro de David trabajaba en la Escuela de Música de la Universidad DePaul. Después de un año de enseñar a David, el maestro recomendó que asistiera al programa de guitarra clásica en la universidad. Gracias a sus cuatro años en la Marina de Guerra, el gobierno pagó el costo de matrícula por el programa de cuatro años y David se inscribió.

   Mientras amaba la guitarra clásica, también amaba la guitarra jazz. David estudió con un maestro excelente de la guitarra jazz además de estudiar la guitarra clásica. Los fines de semana tocaba su guitarra en los clubes.

   Por desgracia, después de unos años de tocar, David sufrió un caso severo del síndrome de túnel carpiano en su mano derecha. Ese síndrome arruinó la esperanza que David tenía de ser un guitarrista profesional. A causa de perder su habilidad de tocar la guitarra, David entró en una depresión profunda.

   La novia de David notó su depresión y buscó un remedio. Ella decidió llevar a David al estado de Colorado. En Colorado David redescubrió su amor de la naturaleza. Ese viaje a Colorado rescató a David de su depresión y le salvó la vida.

   Al volver a Chicago, David vio la nube de contaminación por encima de la ciudad. Fue un enorme contraste del aire limpio que experimentó en Colorado. David le dijo a su novia que ya no pudo vivir en Chicago.

   David había cambiado su vida a los 17 años cuando inscribió en la Marina de Guerra. Cambió su vida de nuevo cuando empezó a tocar la guitarra. Ahora, a los cuarenta (40) años, iba a cambiar su vida otra vez.

   Decidió comprar una propiedad grande en el norte del estado de Michigan. La propiedad estaba en medio de un bosque y muy cerca de la frontera con Canadá. No había una casa, pero eso no fue un problema porque David quiso diseñar y construir su propia casa.

David y su casa en el norte de Michigan

   Con la ayuda de su hijo de diez años, David diseñó y construyó una casa bonita en su propiedad. Pasó seis (6) meses en la construcción trabajando desde muy temprano hasta muy tarde. Vivía en la casa por tres años, pero volvió a Chicago para estar con su novia.

   Después de tiempo, David hizo joyeros bonitos que vendió en ferias de artesanías en los estados centrales.

   La vida de David ha tenido muchos cambios. Su vida cambió cuando participó en la Marina, cambió cuando vivió en España, cambió cuando tocó la guitarra, cambió cuando sufrió del síndrome túnel carpiano, cambió cuando visitó Colorado, cambió cuando construyó su casa y cambió cuando hizo joyeros.

   Así es la vida, siempre cambiando. Y son estos cambios que hacen una vida fascinante.

El fin.

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Simple Stories in Spanish: Las vacaciones de primavera y el problema de mi coche, parte 2

Season 8, episode 12

This is the second half of my Spring Break adventure in southern Utah. While everything did not go as planned, due to engine trouble, we were still able to have fun and enjoy Bryce Canyon National Park.

This story is told in the first person using the past tense. Important vocabulary in the story includes: “taller” (shop), “nieve” (snow), “sendero” (trail). “por suerte” (luckily) and “puesto de observación” (lookout/observation point).

Las vacaciones de primavera y el problema de mi coche, parte 2

      En la primera parte de este cuento describí mi viaje a Utah con mis hijos para las vacaciones de primavera. Tenía un plan bonito de visitar tres parques nacionales: Sion, Cañón de Bryce y Arrecife Capital. Salimos el lunes en camino al sur de Utah. Desafortunadamente, después de manejar por unas horas, la luz de «checar el motor» apareció. Por suerte, llegamos al un pueblo con un taller y un mecánico llamado Rick.

      Tuvimos que dejar el coche en el taller con Rick. Un buen hombre que trabajaba en la estación de servicio conectado al taller nos llevó a la próxima ciudad para rentar un coche y luego pasamos dos noches en el Parque Nacional de Sion.

      El miércoles tuvimos que devolver el coche rentado en Cedar City y encontrar una manera de volver a nuestro coche en el pueblo de Beaver. Nos levantamos y fuimos a Sion por un paseo y entonces fuimos a Cedar City.

      El problema de transporte de Cedar City a Beaver fue grande. Es una distancia de una hora y el precio de un taxi o Uber fue enorme. Por suerte, mi hermana mayor tiene una amiga en Cedar City. Mi hermana llamó a su amiga, pero su amiga estaba de vacaciones. La amiga de mi hermana decidió mandar un texto a sus amigas, y una de ellas aceptó ayudarnos. Entonces la amiga de la amiga de mi hermana vino al aeropuerto y nos llevó a nuestro coche. Ella se llama Alison y es una mujer muy simpática.

      Cuando llegamos al coche Rick estaba muy ocupado. Era la hora de comer y había un Dairy Queen conectado a la estación de servicio y taller, entonces almorzamos. Compré un helado para mis hijos y fui para hablar con Rick. Me dijo que el coche no estaba listo, que solo había recibido la parte necesaria (un inyector) esa mañana. Pero me aseguró que podría terminarlo en unas horas.

      Cuando nos preparamos por el viaje, mi hijo menor quiso traer unos juegos de mesa. Entonces agarré los juegos de mesa del coche y volví al Dairy Queen. Jugamos los juegos y después los niños jugaron Minecraft y yo edité un cuento para mi podcast en mi computadora.

Jugamos juegos de mesa en el Dairy Queen

      Rick vino para hablar conmigo y me explicó que no pudo terminar el coche ese día, que necesitaba más tiempo. Estaba muy desilusionada. La vacación que yo había planeado otra vez estaba en peligro. Tenía una noche en el hotel Ruby que está junto al Parque Nacional de Bryce, pero no tenía cómo llegar ahora que no tuvimos coche.

      Estaba pensando en comprar una noche en un hotel en Beaver y caminar allá con nuestras cosas cuando Rick hizo algo muy amable: me ofreció un coche. Él sintió mucha pena que yo estaba encallada con mis hijos durante de nuestras vacaciones de primavera. Tenía un coche que no usaba y me lo ofreció. En cambio, solo pidió una cosa: que no volviera hasta el viernes para darle tiempo extra con el coche.

      El Parque Nacional de Bryce solo es una hora de Beaver. Cuando llegamos todavía hacia sol. Dejamos nuestras cosas en el hotel (donde también compré una segunda noche) y fuimos al parque nacional. Había mucha nieve en Bryce y era muy bonito. Hacía frío y era tarde, entonces solo fuimos a un puesto de observación, pero la vista fue increíble.

      La próxima mañana, el jueves, había unas seis pulgadas (quince 15 centímetros) de nieve fresca cubriendo los coches. No podía creerlo – ¡fue el fin de marzo y todavía estaba nevando en el sur de Utah! No es normal y necesito admitir que no estábamos preparados para la nieve. No tuvimos botas. Los guantes y gorras estaban en el coche en el taller en Beaver. Sin embargo, nos gusta la nieve (somos de Colorado) y decidimos que no iba a arruinar el día.

      Desayunamos en el hotel Ruby. Fue el mejor desayuno de todos los hoteles que he visitado. Tenía de todo: huevos, salchicha, tocino, pan tostado, panqueques, panecillos con salsa, fruta, yogur, cereal y más.

      Después de desayunar, fuimos al centro de información en el Parque Nacional de Bryce. Vimos un video corto sobre el parque y leímos sobre los animales, la formación y la historia del parque. Compramos unas cosas: una gorra, un juego y una camiseta.

      Fuimos del centro de información a un puesto de observación. En el Parque Nacional de Sion, estás en el centro de un cañón mirando hacia arriba. A diferencia, en el Cañón de Bryce, estás arriba mirando hacia abajo. Hay unos senderos que bajan al base del cañón. Mi plan original fue bajar por el sendero más popular, pero había mucha nieve y no estábamos preparados, entonces caminamos por un sendero en la nieve con vistas bonitas.

      Llegamos al sendero que baja al cañón y mis hijos decidieron que querían hacerlo. Entonces resbalamos en pie y pompis hacia el base del cañón. Muchos turistas con su equipaje de caminar en la nieve nos miraron raramente, pero estábamos felices y nos divertimos. La nieve blanca era bonita contra las rocas rojas.

Nos divertimos en el sendero

      Subir el sendero fue más difícil que bajar, ¡pero lo hicimos! Quería ver más en el cañón de Bryce, pero la mayoría de la calle y los senderos estaban cerrados por la nieve. Además, estaba al punto de nevar más. Volvimos al hotel y nadamos en la piscina grande mientras nevaba afuera. Cenamos en el restaurante que nos sirvió el desayuno – otra vez tenían comida muy deliciosa.

      La próxima mañana, por suerte, el cielo era azul y soleado. Desayunamos muy ricamente otra vez y fuimos a un puesto de observación que se llama «Inspiración». Fue inspirador.

El puesto de observación «Inspiración»

      Luego fuimos a otra parte del parque que está separado del parque central. Allá vimos una cueva de hielo y una cascada bonita.

Una cascada en el Cañón de Bryce
La cueva de hielo

      Habíamos visto todo lo que pudimos en el Cañón de Bryce porque todo lo demás estaba cerrado. Fue el viernes y llamé al mecánico Rick para checar el progreso de nuestro coche. Me dijo que estaría listo en una a dos horas, entonces mis hijos y yo volvimos a Beaver.

      Cuando llegamos al taller, el coche estaba arreglado y listo. Dimos una vuelta con Rick en el coche para checar todo, pagué la cuenta y volvimos a Colorado. Al fin, no fuimos al Parque Nacional del Arrecife Capital como había planeado, pero resultó que ese parque también tenía partes cerradas por toda la nieve. ¡Vamos a tener que volver!

      Mis vacaciones de primavera tenían momentos de mucho estrés y desilusión, pero había más momentos de diversión, felicidad y amabilidad. Por encima de todo, estoy muy agradecida que pude pasar ese tiempo inolvidable con mis hijos en el sur de Utah.

Mis hijos y yo en el Cañón de Bryce

El fin.

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Simple Stories in Spanish: Las vacaciones de primavera y el problema con mi coche, parte 1

Season 8, episode 11

This new season of fresh stories all about personal experiences. At the end of March, I decided to take my boys on a trip to some national parks in southern Utah. Unfortunately, our trip took a turn for the worse when my check engine light came on. Fortunately, we were still able to have some fun in Zion National Park.

This story is told in the first person using the past and conditional tenses. Important vocabulary in the story includes: “la primavera” (Spring), “aceite” (oil), “estrellas” (stars), “estanque” (pool) and “sendero” (trail).

Las vacaciones de primavera y el problema de mi coche, parte 1

      En los Estados Unidos muchas escuelas tienen una semana de vacaciones en la primavera. Estas vacaciones típicamente ocurren en marzo o abril. Este año decidí planear una aventura en el sur de Utah para las vacaciones de primavera, y realmente fue una aventura.

      Quería visitar tres (3) parques nacionales. El sur de Utah tiene cinco (5) parques nacionales. Ya hemos visitado el parque nacional de Arches y la Tierra de Cañones, entonces en este viaje quería visitar los parques nacionales de Sion, el Cañón de Bryce y el Arrecife Capital.

      Compré dos noches en un hotel cerca de Sion y una noche en el Cañón de Bryce. Mi plan fue llegar al parque nacional de Sion a las tres de la tarde el lunes, pasear por uno de los senderos, ver las estrellas en la noche, caminar más el segundo día, manejar a Bryce el tercer día y caminar allá e ir al Arrecife Capital en la mañana del cuarto día. Saldríamos el lunes y volveríamos muy tarde el jueves. Así tendríamos tres días en casa para terminar las vacaciones tranquilamente antes de volver a la escuela.

      El viernes antes del viaje llevé mi coche al taller donde cambiaron el aceite y revisaron el coche. No quería tener problemas en el viaje. Cambiaron unos filtros y bujías y me dijeron que todo estaba en orden.

      Empacamos el coche por la noche el domingo. En la mañana llenamos botellas de agua y nos fuimos de la casa a las ocho. Pasamos por el supermercado para comprar unas meriendas, pusimos el libro audio de Harry Potter La Orden del Fénix y empezamos el largo viaje a Cedar City, Utah.

      Todo iba bien hasta que una luz apareció en el panel de instrumentos. Fue la luz de «checar el motor». Desafortunadamente, no había mucho alrededor de mi cuando la luz apareció. No hay muchos pueblos en la carretera setenta (70) en Utah. Paré el coche en la intersección de las carreteras setenta y quince (15) en el oeste de Utah. Chequé debajo del coche y no vi nada. Abrí el capó del coche y revisé el motor y no vi nada. Pero fue obvio que algo no estaba bien. El motor tuvo problemas y yo estaba muy frustrada. El pueblo más cercano en este punto fue Beaver, Utah. Como el coche estaba funcionando, aunque no muy bien, decidí ir a Beaver y buscar un mecánico allá.

No había mucho en la carretera 70

      En el camino a Beaver, Utah, tuve otro problema. La cantidad de gasolina en el tanque estaba bajando rápidamente. Originalmente tenía gasolina más que suficiente para llegar. Pero el tanque llegó a cero (0) cuando todavía tenía una milla a la salida. Por suerte, el coche no se murió y hay una estación de gas al fin de la salida. Llegamos y llenamos el tanque.

      Después de llenar el tanque en la estación de gas, el coche no quería arrancar. Por fin arrancó, pero sabía que tenía que hacer algo. No pudimos continuar el viaje con el coche así. Fuimos a Napa, una tienda de partes automóviles. Una empleada muy simpática conectó la computadora al coche para ver los códigos del motor. Hubo un problema con el primer cilindro. La mujer me recomendó que fuera al Chevron, una estación de servicio con un mecánico que se llama Rick.

      Llegamos a la estación de servicio y Rick revisó el coche. Al principio, pensó que solo necesitábamos un tubo cambiado, pero después de una hora, fue obvio que necesitaba más. Había gasolina en el aceite y el primer cilindro del motor requería un nuevo inyector. Rick necesitaría a menos dos días para trabajar porque no pudo recibir la parte hasta el próximo día.

      Entré en mi teléfono para buscar un coche para rentar. Ya tuve dos noches en un hotel entonces solo necesitaba cómo llegar. No había nada en Beaver, pero Cedar City tenía coches. El problema es que Cedar City es una hora al sur de Beaver y no teníamos como llegar. Un hombre que trabaja en la estación de servicio oyó de nuestro problema. Él ofreció llevarnos al coche en Cedar City. Entonces, agarramos las cosas esenciales del coche y nos fuimos.

      Renté el coche, comimos, y mis hijos y yo fuimos al hotel. Llegamos mucho más tarde que mi hora planeada de las tres. No pudimos caminar en un sendero en el parque nacional porque estaba cerrado, pero decidimos que todavía podríamos ver las estrellas. Agarramos el telescopio y los binoculares y fuimos por la carretera a un lugar solitario.

      Las estrellas eran increíbles. Como hay poca polución de luz en el parque de Sion, las estrellas eran extra brillantes. Hacía frío, pero nos divertimos mirando las estrellas y tomando fotos. Después de una hora, volvimos al hotel para dormir después del largo día.

Las estrellas eran muy brillantes
Miramos las estrellas por el telescopio

      En la mañana, comimos un desayuno excelente en el hotel y fuimos al parque. El parque de Sion es uno de los parques nacionales más visitados. A causa de eso, tiene un sistema de autobuses. Es necesario estacionar tu coche y tomar un autobús a los senderos en el parque. Para encontrar un sitio para estacionar, es necesario llegar muy temprano al parque.

      Después de estacionar el coche, caminamos al centro de información. Allá hicimos cola para subir al autobús. Tuvimos que esperar unos veinte (20) minutos en línea. Primero fuimos al sendero de los Estanques Esmeralda.

El Río Virgen en el Parque Nacional de Sion

      Caminamos por más o menos tres (3) millas o cinco (5) kilómetros. En el sendero vimos el río Virgen, y dos estanques con cascadas bonitas. El primer estanque tiene varias cascadas. El último estanque tiene una cascada muy alta. Todavía había mucho hielo, algo que no es típico en el sur de Utah al fin de marzo.

El primer Estanque Esmeralda
El último Estanque Esmeralda

      Los niños escalaron las rocas cerca del estanque y yo tomé muchas fotos y videos. Por desgracia, mi hijo mayor se cayó en una de las rocas y se raspó el tobillo. Limpié su tobillo con agua y lo cubrí con una venda, porque siempre ando preparada por los accidentes.

      Después del sendero de los Estanques Esmeralda fuimos al último sendero en el camino. Este sendero está junto al río Virgen. Allá había más cascadas increíbles. Nos sentamos mirando una de las cascadas para almorzar.

Mas cascadas

      El sendero junto al río es un poco más de dos (2) millas o tres kilómetros y medio (3.5). Fue divertido caminar junto al río y subir y bajar las rocas grandes.

Subimos y bajamos las rocas

      Después de nuestro tiempo en esos dos senderos, estábamos muy cansados. Volvimos al hotel y cenamos. Vimos una película en la televisión y dormimos.

      El próximo día fue el último en el parque nacional de Sion. Otra vez, fuimos temprano y subimos al autobús. Esta vez bajamos en la Corte de los patriarcas. Caminamos en un sendero y vimos pavos silvestres. Éramos las únicas personas en el sendero y nos divertimos corriendo y disfrutando del escenario hermoso.  

Los pavos silvestres
La Corte de los Patriarcas

      No pudimos pasar demasiado tiempo en Sion ese día porque tuvimos que devolver el coche rentado en Cedar City y regresar a Beaver y nuestro coche antes de continuar al Cañón de Bryce. Pero, este es otra historia larga que voy a continuar otro día.

El fin.

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