Simple Stories in Spanish: La aventura de la vida, parte 4

Season 10, episode 27

Previous chapters of La aventura de la vida include: Parte 1 , Parte 2, Parte 3

Sandra and Gabriel have fallen through the floor of the grand pyramid of Chichen Itzá, El Castillo. After solving puzzles and more falling through the pyramids below El Castillo, they have found themselves in a cenote, or underground lake. How will they make it out of this situation before the evil men chasing them catch up? Does Sandra know anything that can help them? 

This story is in the third person and present tense, with other verb forms used as needed to tell the story. Important vocabulary in the story includes: “río” (river),“una corte” (a cut), “jalar” (to pull), “muerte” (death), and “el inframundo” (the underworld).

La aventura de la vida, parte 4

Sandra no lo puede creer. Está nadando en el agua fría de un cenote debajo de la pirámide de El Castillo en Chichen Itzá. Debería estar nadando en el agua tibia del océano en una playa de Costa Rica, pero no. Un hombre la empujó de un avión, la llevó a Chichen Itzá, subió a El Castillo – ilegalmente – y luego cayó no por una, sino por tres pirámides para terminar en un lago subterráneo.

Sandra ya está cansada y sabe que no puede nadar por mucho tiempo, especialmente con su hombro cortado. Usa la poca luz que entra al cenote por los huecos de las pirámides para buscar una saliente en la cueva. Por fin encuentra una roca lo suficientemente grande para sentarse fuera del agua.

Mientras descansa, escucha. Rocas caen en el agua y las voces de los hombres malos llegan desde muy lejos. Sandra no sabe cuánto tiempo tienen hasta que los alcancen. ¿Dónde está Gabriel? Es muy difícil ver y Sandra no sabe si los sonidos que escucha son de él o de otras criaturas acuáticas que viven en las aguas profundas y oscuras de los cenotes.

—¡Gabriel! —susurra Sandra. No quiere gritar porque no quiere que los hombres malos los escuchen. No hay respuesta. Sandra empieza a preocuparse. ¿Está bien? ¿Sabe Gabriel nadar? ¿Se pegó en la cabeza y ahora se está ahogando en el cenote? ¿Qué va a ser de ella ahora?

—¡Gabriel! —susurra Sandra un poco más alto con pánico en su voz.

—Estoy aquí. Ya vengo —responde Gabriel y Sandra suspira en alivio. El hombre guapo llega a la saliente donde Sandra está sentada. Se levanta fácilmente del agua y aun en la poca luz Sandra nota los músculos definidos de sus brazos.

—Todavía estás sangrando —dice Gabriel, indicando el hombro cortado de Sandra. No es una corte profunda, pero le duele mucho. Sin una palabra, Gabriel se quita la camiseta y la usa para vendar el hombro de Sandra.

—Gracias —susurra Sandra y la palabra se queda en el aire entre ellos como electricidad. Gabriel es muy guapo y su manera cariñosa tiene un efecto a Sandra. Pero Gabriel también es la razón por la que Sandra está atrapada en un cenote en vez de disfrutando sus vacaciones en la playa.

—¿Qué hacemos ahora? —le pregunta Sandra, su gusto por Gabriel rápidamente reemplazado por el disgusto cuando recuerda la situación en que están metidos.

—Buena pregunta. ¿Qué dice tu libro? —responde Gabriel.

Sandra casi se había olvidado del libro. Todavía no comprende cómo un libro de ficción puede ayudarles a encontrar un tesoro de verdad, pero no vale la pena discutir en ese momento. Además, el libro dice que hay un cenote debajo de El Castillo, y ella puede verificar esa información ahora.

Aún no ha terminado el libro, pero leyó un poco mientras se escondían del guardia en las ruinas de Chichen Itzá. Había un sacrificio en el altar de El Castillo para Chaac, dios maya de la lluvia. El rey miró la ceremonia desde su trono, un jaguar verde con manchas y ojos de jade – otro detalle verdadero del libro.

—El libro menciona que El Castillo es un lugar sagrado. No solo es un lugar para llegar a los dioses, sino también un lugar para llegar al más allá, a la tierra de Xibalbá —dice Sandra.

—¿Xibalbá? ¿El dios de la muerte? —pregunta Gabriel.

—No. Xibalbá es un lugar, no una persona. El dios de la muerte tiene muchos nombres, pero el más común es Ah Puch. Hay múltiples dioses en Xibalbá y son maliciosos y manipuladores. Les gusta jugar con la gente, como los gemelos del Popol Vuh, pero ese es otro cuento —dice Sandra.

—¿Entonces, el altar está más cerca del cielo, conectando con los dioses allá y el cenote está más cerca del más allá, conectando con Xibalbá? —aclara Gabriel.

—Más o menos. Los mayas creen que los cenotes son lugares sagrados en parte porque creen que son entradas a Xibalbá. El libro dice que El Castillo tiene mucha importancia porque es un axis mundi, el centro del mundo conectando la tierra con el cielo y el inframundo. Además, los jaguares y serpientes son animales sagrados del inframundo y hemos visto muchas representaciones de ellos en las pirámides de El Castillo —explica Sandra.

—¿Qué mejor lugar para esconder el tesoro del jaguar que en el inframundo? —dice Gabriel con una sonrisa. Gabriel solo tiene una misión en esta aventura: encontrar el tesoro mítico del Rey Jaguar. Cuando tiene el tesoro, Sandra puede ir a casa y volver a su vida normal. Sandra ignora los presentimientos de peligro en su cabeza y sigue hablando.

—Según el libro, hay tres ríos que entran al cenote y solo uno que sale. Ese río va hacia Xibalbá.

—Pues, ¿a qué esperamos? —comenta Gabriel, entrando al agua.

—El río es subterráneo. Podríamos morir —dice Sandra, preocupada.

—Podríamos morir aquí también cuando llegan esos hombres —replica Gabriel. Tiene razón.

Sandra entra al agua fría y los dos se mueven por el borde del lago. Sus ojos se han ajustado a la poca luz, pero usan más su sentido del tacto para buscar el río subterráneo. Pequeños peces nadan alrededor de sus piernas. Llegan a un lugar y Sandra nota un cambio en el movimiento del agua. Gabriel lo nota también. Pero el agua está entrando, no saliendo, así que siguen buscando la salida.

Han recorrido un tercio del cenote cuando escuchan un grito y algo grande cae en el agua. ¡Es uno de los hombres malos! Sandra mira a Gabriel con miedo en los ojos. 

—No podemos parar ahora —susurra Gabriel en respuesta.

Se mueven con más urgencia mientras otro hombre cae al agua. Encuentran otro río entrando al cenote. Sandra está agotada. Le duelen mucho los brazos, especialmente su brazo herido.

Un tercer hombre cae al agua. Ahora todos están en el cenote. Se dividen para encontrar más rápido a Sandra y Gabriel. Sandra reza a cualquier dios que la escuche para que salgan de allí.

—Creo que lo encontré —dice Gabriel. Su voz es tan baja que Sandra casi no lo oye. Desaparece bajo el agua por unos segundos y cuando regresa tiene una gran sonrisa—. El agua se mueve más rápido. Lo voy a inspeccionar. Si no vuelvo en 30 segundos, sígueme. 

Gabriel desaparece de nuevo y Sandra empieza a contar mientras ajusta sus manos en la pared del cenote. Cuando lo hace, una roca cae al agua.

—¡Están por allí! —grita uno de los hombres. Sandra mira con horror mientras tres hombres nadan rápidamente en su dirección.

Sandra llega a veinte. Gabriel todavía no ha vuelto y ella no puede esperar más. Respira profundamente, llenando sus pulmones y desaparece debajo del agua.

Siente la corriente fuerte del agua saliendo del cenote. Entra a la pequeña cueva con los pies primero y deja que el agua la transporte. Tiene muchas ganas de abrir la boca y tomar aire, pero no hay aire para tomar. El agua se mueve rápido, pero no la golpea contra las paredes de la cueva.

Los pulmones de Sandra arden y no sabe cuánto más puede aguantar la respiración. Su cuerpo se siente pesado. El frío del agua penetra en sus huesos. El agua la está jalando a su propia muerte. Qué ironía pensar que entró al río hacia Xibalbá por su propia voluntad.

Justamente cuando Sandra decide seguir el deseo mortal del río de muerte, dos manos fuertes agarran sus brazos y la jalan del agua. Ella está a salvo…por ahora.

El fin.

You can also watch a video of me telling this story on YouTube!

¡Muchas gracias por escuchar! Thank you for listening, and a HUGE thank you for your support. I really enjoy creating and sharing simple, comprehensible stories in Spanish. If you would like to help me in that endeavor, consider buying me a taco!

You can download a printer-friendly PDF of this story. Looking for the English translation? I have a PDF for that too! Read a paragraph in Spanish and then read the English translation to see what you understood.

Simple Stories in Spanish: La aventura de la vida, parte 3

Season 10, episode 26

Previous chapters of La aventura de la vida include: Parte 1 , Parte 2

Sandra and Gabriel are hiding out in one of the may ruins of Chichen Itzá so they can climb El Castillo and enter the temple. Of course, finding the treasure of the Jaguar King won’t be so easy as Sandra quickly finds out.

This story is in the third person and present tense. Important vocabulary in the story includes: “corazón” (heart),“rugido” (roar), “empujar” (to push), “jade” (jade), “calavera” (skull), “escalofrío” (shiver), and “relieve” (relief, stone art carving in the wall).

La aventura de la vida, parte 3

Sandra y Gabriel se miran en la sombra de las ruinas de Chichen Itzá. Todavía hace sol y no quieren subir a El Castillo cuando los guardias pueden verlos. Se sientan en silencio y Sandra piensa en su situación. Todavía no puede creer que está en esta situación. Solo quería unas vacaciones tranquilas en la playa, no una aventura peligrosa rompiendo las leyes en México.

Cuando está oscuro, Gabriel se levanta y mira a su alrededor. Es hora de cometer su crimen. Caminan con cuidado de su escondite hacia la gran pirámide. Hay un guardia caminando por el campo.

—¿Cómo vamos a subir los 91 (noventa y un) escalones sin que nos vea? —pregunta Sandra.

—¿Hay 91 escalones? —Gabriel responde a su pregunta con otra pregunta.

—Sí. Cada lado tiene 91 escalones. 91 por 4 (cuatro)son 364 (trescientos sesenta y cuatro), más la parte superior son 365, igual que el número de días en un año según el calendario maya —explica Sandra.

—No sabía eso. Eres una gran maestra —dice Gabriel, impresionado.

—¿Vas a contestar mi pregunta? ¿Cómo vamos a subir sin ser notados? —se repite Sandra.

—Cuando el guardia se va, corremos —dice Gabriel con una sonrisa. Sus dientes blancos reflejan la luz de la luna.

—Qué buen plan —dice Sandra sarcásticamente.

Esperan unos minutos y el guardia se mueve a otra área del parque arqueólogo. Sandra y Gabriel corren con cuidado y llegan a la pirámide. Sandra tiene mariposas en el estómago y adrenalina en sus venas. Sabe que no debe subir la pirámide, pero al mismo tiempo siente la tentación de tocar El Castillo.

—Ahora —susurra Gabriel y empieza a escalar la pirámide. Sandra lo sigue. Escalan gateando para ser menos visibles. Gracias a los dioses, una nube cubre la luna y les da más protección.

Sandra está sudando cuando llegan al salón en la parte superior de la pirámide. Se sienta para controlar su respiración. La luna sale de las nubes y su luz se filtra por el espacio. Aunque la luz no es fuerte, Sandra puede ver una estatua de un hombre reclinado con las manos encima de su estómago, listas para recibir un regalo. Es Chac Mool, dios de la lluvia. Sandra camina hacia la estatua y toca las manos de Chac Mool. En el tiempo de los mayas, estas manos recibieron los corazones de los sacrificados, corazones que cortaron de cuerpos vivos con cuchillos de obsidiana. Un escalofrío pasa por su cuerpo al pensar en el número de corazones que pasaron por este altar.

Gabriel está concentrado en el trono del jaguar. Es rojo con círculos verdes. Los círculos son de jade. La boca del jaguar está abierta, mostrando cuatro colmillos. 

—Guau —es todo lo que puede decir Sandra. El jaguar es fascinante.

—Guau es correcto —dice Gabriel, con los ojos brillando. Toca el jade con reverencia, pero también como si buscara algo.

—Guau no es suficiente —dice una tercera voz y Sandra y Gabriel voltean para ver al hombre del avión. Dos hombres más aparecen a su lado.

—¿Qué hacen aquí? —pregunta Sandra.

—Vinimos a hacer un sacrificio a Kukulcán —responde el hombre. Después de sus palabras, los hombres a su lado se mueven hacia Sandra y le agarran los brazos. El hombre del avión levanta un cuchillo de obsidiana dirigido a su pecho.

De repente, el rugido de un jaguar llena el templo. Los hombres se distraen buscando la fuente del sonido y Sandra usa la distracción para pisar fuerte el pie de uno y morder la mano del otro. El hombre con el cuchillo ataca y corta su hombro. Sandra grita de dolor y corre hacia Gabriel, al otro lado del trono del jaguar.

Gabriel tiene la pequeña estatua de jaguar que había comprado a un vendedor más temprano cuando visitaron las ruinas. Cuando sopla por un hueco, hace el rugido de un jaguar.

Los tres hombres siniestros caminan hacia Sandra y Gabriel. Sandra tiene miedo. No quiere terminar sus vacaciones como un sacrificio a los dioses. Sabe que era un honor para algunas personas, pero ella todavía tiene mucha vida por delante.

—¿Tienes algo más para defendernos que esta cabeza de jaguar? ¿Dónde está el movimiento mágico que usaste en el avión? —pregunta.

—Tengo algo más mágico —dice Gabriel. Aun en esta situación peligrosa, Sandra ve una sonrisa.

Gabriel rompe la camiseta ensangrentada del hombro de Sandra y la pone en la boca abierta del jaguar rojo. Luego, sopla por la estatuilla en sus manos. El rugido del jaguar llena el templo de nuevo, pero esta vez, el piso debajo de sus pies tiembla. 

—¿Qué está pasando? —grita Sandra.

Las rocas caen y los tres hombres se mueven hacia la entrada mientras Sandra y Gabriel agarran el trono del jaguar. De repente, todo el piso debajo del trono del jaguar se abre y Sandra y Gabriel caen.

—¡Uf! —exclama Gabriel cuando aterriza. Sandra le cae encima poco después. 

—¿Estás bien? —pregunta, tocándola con cuidado.

—Tengo un corte en mi hombro y acabo de caer más de seis metros. ¿Cómo crees que estoy? —responde Sandra, enfadada. Se mueve a un lado y Gabriel extraña el peso de su cuerpo, pero no puede pensar en eso. Los hombres van a bajar y necesitan moverse rápido.

Se levanta y prende una linterna. Como sospechaba, están en otro templo. Sandra dijo que El Castillo estaba construido sobre otros templos, y ella tenía razón. 

Hay varios relieves en las paredes. Los mayas no tenían una lengua escrita y compartían sus historias con arte. Los relieves muestran sacrificios. Serpientes salen de los pechos de los sacrificados y los sacerdotes levantan corazones y cuchillos en el aire.

De repente, Sandra chilla. Gabriel mueve la luz para ver la causa y nota restos humanos en el suelo. Debajo de los huesos, nota algo más en el piso. Es un relieve de Kukulcán. Gabriel no está sorprendido. El Castillo es el templo de Kukulcán, uno de los dioses más importantes para los mayas. Es un dios de creación, asociado con el viento, las tormentas y la vida.

Gabriel mueve los huesos para ver mejor el relieve. El cuerpo serpentino de Kukulcán forma un círculo, su cabeza en el centro con la boca abierta. Los ojos de la serpiente están vacíos y Gabriel tiene una idea. 

El trono del jaguar está en buenas condiciones considerando su caída. Basado en su inspección anterior, Gabriel sabe exactamente qué rocas de jade están sueltas. Toma las dos rocas y las pone en los huecos de los ojos de Kukulcán.

Otra vez, el suelo tiembla y rocas caen. Sandra se pega a una pared y Gabriel la cubre con su cuerpo para protegerla. Aunque no quiere admitirlo, Sandra está agradecida por la protección. 

Cuando los temblores terminan, Sandra se atreve a abrir sus ojos. Ve los ojos oscuros de Gabriel mirándola fijamente y siente una corriente eléctrica correr por su cuerpo. No dura mucho tiempo porque Gabriel voltea para ver el hoyo que se abrió en el suelo.

La caída al tercer templo no es tan alta. Gabriel salta abajo primero y ofrece su mano a Sandra para ayudarla. Ella ignora la ayuda. Necesita tener cuidado con este hombre o va a perder su corazón figurativamente.

Hay movimiento arriba y Sandra está preocupada. Sabe que los hombres malos van a bajar a este salón y está ansiosa por salir con vida. Inspeccionan el espacio y ven muchas calaveras. Unas solo son relieves en la roca, pero otras son muy reales.

Basándose en los otros dos templos del Castillo, Sandra sabe que necesitan mover algo o hacer algo para abrir el suelo. Busca pistas, pero es difícil en la oscuridad. Gabriel empieza a tocar las calaveras en la pared. Las empuja como si fueran botones de un elevador. Sandra decide copiarlo. Ve una calavera con un jaguar encima y una serpiente debajo, y la empuja. La roca se mueve un poco.

—¡Gabriel! Creo que hay algo aquí —dice.

Gabriel camina hacia el relieve y lo toca con reverencia. Luego empuja. La roca se mueve un poco más. Ambos Sandra y Gabriel empujan contra la calavera decorada. De repente, la puerta se abre y los dos caen en un tobogán dentro de la pared.

Sus caras y brazos rompen telarañas mientras caen por el tobogán. Dan vueltas y chocan contra rocas, pero todavía siguen cayendo. Cuando Sandra piensa que ya no puede más, el tobogán termina y los dos caen en el agua fría de un cenote.

El fin.

You can also watch a video of me telling this story on YouTube!

¡Muchas gracias por escuchar! Thank you for listening, and a HUGE thank you for your support. I really enjoy creating and sharing simple, comprehensible stories in Spanish. If you would like to help me in that endeavor, consider buying me a taco!

You can download a printer-friendly PDF of this story. Looking for the English translation? I have a PDF for that too! Read a paragraph in Spanish and then read the English translation to see what you understood.

Simple Stories in Spanish: La aventura de la vida, parte 2

Season 10, episode 25

On her way to Costa Rica, Sandra was pushed out of a plane and instead landed with a handsome stranger, Gabriel, in the Yucatan peninsula. Gabriel claims he needs Sandra’s help to find the treasure of the Jaguar King. His searching brings them to the ruins of the Mayan city Chichen Itzá.

This story is in the third person and present tense. Important vocabulary in the story includes: “tesoro” (treasure),“coquetear” (to flirt), “jalar” (to pull), and “trono” (throne).

La aventura de la vida, parte 2

Sandra mira las olas chocar contra la playa en Costa Rica. El sol calienta su cuerpo. Está muy tranquila y feliz. Es la vacación perfecta.

De repente, el cielo se pone oscuro. El océano ahora es turbulento. Una ola enorme se levanta y cae encima de Sandra. La ola jala a Sandra y la arrastra al mar. Sandra grita. Una mano agarra su brazo y Sandra lucha contra el enemigo.

Sandra se levanta del sueño desorientada. No está en el agua, ni en Costa Rica. Después de un rato, todo el día anterior vuelve a su memoria. Está en una casa abandonada en la jungla del Yucatán, en México, con un hombre desconocido que saltó con ella de un avión. Mira la mano de Gabriel en su brazo.

—¿Tuviste una pesadilla? Estabas gritando —dice Gabriel.

—Dijiste que me explicarías por qué estoy aquí —responde Sandra ignorando la pregunta. Mueve su brazo de la mano de Gabriel.

—Primero comemos —dice Gabriel. Le da una barra de granola y la mitad de un mango. Sandra tiene hambre y acepta la comida sin quejarse. La barra de granola no es nada especial, pero el mango es la fruta más dulce y rica que ha comido en su vida.

—Hemos comido. Dime ya. ¿Qué está pasando? ¿Por qué estoy aquí? —demanda Sandra.

—Busco algo y creo que me puedes ayudar —responde Gabriel.

—¿Qué buscas? ¿Y cómo puedo ayudar? Ya te dije, no soy nadie especial —pregunta Sandra.

—No diría que no eres especial. Te ves excepcional —dice Gabriel con una sonrisa coqueta. Sandra responde con un suspiro frustrado y Gabriel continúa—. Busco el tesoro del Rey Jaguar.

—¿El Rey Jaguar? ¿Como en mi libro? —pregunta Sandra.

—Sí. 

—Pero mi libro es un libro de ficción. No había un Rey Jaguar ni un tesoro. Es un mito, no es realidad —dice Sandra, frustrada con la estupidez de Gabriel.

—Todos los mitos tienen base en la realidad. He encontrado varios tesoros que decían que no existían —dice Gabriel.

—¿En serio? ¿Entonces por qué no te reconozco? ¿No serías famoso por tus hallazgos, como un verdadero Indiana Jones? —observa Sandra sarcásticamente.

—No lo hago por la fama —dice Gabriel.

—¿Y si no te quiero ayudar?

—Caminaré contigo al próximo pueblo. Tienes tu mochila con tu cartera y pasaporte. Puedes volver a casa o Costa Rica y continuar con tu vacación, suponiendo que los hombres del avión no te encuentren —contesta Gabriel.

Sandra piensa en el siniestro hombre del avión y luego en el hombre guapo que tiene en frente. Aunque no conoce bien a Gabriel, su instinto le dice que no le hará daño. 

—¿Cuál es tu plan? —pregunta Sandra. Gabriel sonríe. Es aún más guapo cuando sonríe.

—Creo que el tesoro está en una de las ruinas mayas en la península de Yucatán. Pienso empezar con la más famosa —responde Gabriel.

—Chichén Itzá. 

—Eres inteligente además de hermosa —dice Gabriel con otra sonrisa. Nadie ha coqueteado con Sandra en tanto tiempo que no sabe cómo responder. Se sonroja y aclara la garganta.

—Pues, ¿qué esperamos? Cuanto más pronto encontremos el tesoro, más pronto podré volver a mis vacaciones.

Dos horas después están en un autobús rumbo a Chichén Itzá. Sandra lee su libro, aunque ahora no lo trata como ficción: lee buscando pistas para encontrar el supuesto tesoro. Gabriel duerme a su lado. De vez en cuando, Sandra mira a Gabriel. Realmente es guapo. Su pelo oscuro es un poco rizado. Su piel de color caramelo es suave. Parece musculoso. «Pero me empujó de un avión», piensa Sandra, y vuelve su atención al libro.

Llegan a la entrada de Chichén Itzá. Hay un montón de gente porque es domingo y los domingos los ciudadanos mexicanos no tienen que pagar para entrar. Sandra y Gabriel pagan y entran. Pasan por puestos de artesanías y llegan al gran templo, El Castillo.

—¡Es maravilloso! —exclama Sandra. 

—Por eso es una de las siete maravillas modernas del mundo —dice Gabriel.

—La arquitectura es tan impresionante. ¿Sabías que en el solsticio el sol aparece perfectamente en la escalera, terminando en la cabeza de serpiente en la base y dando la apariencia de una gran serpiente? Es el dios maya Kukulcán. Además, el templo está construido encima de múltiples templos, como una muñeca rusa, uno sobre otro —explica Sandra.

—¿Y sabías que en uno de los cuartos del templo hay un trono de jaguar? Es rojo con ojos y manchas de jade. Necesitamos entrar allí. Creo que el tesoro está debajo del trono —dice Gabriel. 

—No es posible. Nadie puede subir al templo. Está muy vigilado. Además, si hubiera un tesoro debajo del trono, ¿no crees que ya lo habrían encontrado? —responde Sandra, dudosa.

—Yo tengo algo que los arqueólogos no tienen —dice Gabriel mirando a Sandra. Ella no comprende.

—Pues, ¿cuál es tu plan? Te van a atrapar antes de pisar un solo escalón —dice Sandra.

—Mi plan ahorita es ser turista —dice Gabriel. Saca una cámara desechable de su bolsillo y toma fotos. 

Sandra está confundida, pero no sabe qué más hacer, así que sigue a Gabriel por las ruinas. Visitan el Cenote Sagrado, el lugar que dio inicio a la ciudad de Chichén Itzá. Miran el gran espació donde jugaban el juego de pelota y ven los petroglifos de jugadores literalmente perdiendo la cabeza. Observan el Grupo de las Mil Columnas con su estatua lejana de Chac Mool, el dios de la lluvia. Por fin caminan al Observatorio.

Por todos lados hay gente vendiendo artesanías, ropa, mantas y más. Gabriel para en uno de los puestos y compra una estatua pequeña. Es la cabeza de un jaguar con la boca abierta pintada en colores brillantes. 

«Realmente está obsesionado con los jaguares», piensa Sandra.

El parque cierra a las cinco y las personas caminan hacia la salida. Gabriel y Sandra caminan con los demás. De repente, Gabriel jala a Sandra detrás de una pared.

—¿Qué haces? —pregunta Sandra en un susurro.

—No podemos entrar al Castillo con todos los turistas presentes, así que entraremos esta noche —responde Gabriel.

—No, yo no voy a romper la ley. Me gustaría poder volver a México algún día —dice Sandra y hace para salir.

—Es la única manera de encontrar el tesoro. ¿No te gustaría el interior del templo? —dice Gabriel, con los ojos brillantes.

Sandra está en conflicto. Quiere subir al templo, pero no quiere ser un criminal. Un guardia pasa y Gabriel y Sandra se refugian más dentro de una casa en ruinas. «Ya estoy rompiendo la ley», piensa Sandra.

—Bien. Te ayudaré —susurra Sandra. 

—Excelente. Ahora esperamos la noche —dice Gabriel con emoción.

El fin.

You can also watch a video of me telling this story on YouTube!

¡Muchas gracias por escuchar! Thank you for listening, and a HUGE thank you for your support. I really enjoy creating and sharing simple, comprehensible stories in Spanish. If you would like to help me in that endeavor, consider buying me a taco!

You can download a printer-friendly PDF of this story. Looking for the English translation? I have a PDF for that too! Read a paragraph in Spanish and then read the English translation to see what you understood.

Simple Stories in Spanish: La aventura de la vida, parte 1

Season 10, episode 24

Sandra is a Spanish teacher on her way to Costa Rica for a much needed vacation. But Sandra’s plans are interrupted when a handsome stranger pushes her out of the airplane over the Yucatan peninsula of Mexico. Now she is in for the adventure of her life.

This story is in the third person and present tense. Important vocabulary in the story includes: “asiento” (seat),“avión” (plane), “pasillo” (aisle), “agarra” (grab) and “refugiar” (to take shelter).

La aventura de la vida

Sandra está lista para las vacaciones. Le gusta su trabajo como maestra en una escuela secundaria, pero necesita un descanso de los estudiantes energéticos. El año ha sido estresante y Sandra quiere tiempo para relajarse. Decide ir a la playa de Costa Rica.

Todo está listo para su viaje. Tiene su pasaporte, su hotel, y su vuelo. Sandra está muy emocionada. Llega al aeropuerto con mucho tiempo. Compra un café y lee un libro mientras espera su avión.

Después de leer por un rato, Sandra pone el libro a un lado y mira a las personas. Hay parejas enamoradas que obviamente van a Costa Rica para su luna de miel. Hay grupos de amigos que van por una semana divertida. Hay familias que van con sus hijos chiquitos. Hay estudiantes que repiten palabras españolas mientras estudian. Hay pocas personas que viajan solas como ella. 

Por fin llega el tiempo de subir al avión. Sandra espera su turno con paciencia. Es una maestra y no tiene mucho dinero, así que tiene una silla en la parte de atrás del avión y es uno de los últimos en subir. Encuentra su asiento al lado de los baños y sigue leyendo su libro. Es un libro de ficción ubicado en la tierra de los mayas. 

—Los mejores asientos en un vuelo —una voz masculina interrumpe. Sandra cierra su libro y ve un hombre guapo y moreno que le habla.

—¿Crees que los mejores asientos están al lado del baño? —Sandra responde.

—Claro. No hay nadie detrás de ti para pegar tu asiento —el hombre guapo contesta y se sienta a su lado—. Soy Gabriel. ¿Cómo te llamas?

—Sandra.

—Mucho gusto, Sandra.

—Igualmente, Gabriel.

—¿Qué lees? —pregunta Gabriel indicando el libro de Sandra.

El jaguar. Es un libro de ficción histórica sobre los mayas —responde Sandra.

—Qué interesante. ¿Sabes mucho sobre los mayas, o solo lees su ficción? —pregunta Gabriel.

—Sé bastante, pero no soy experta. Soy maestra de español y enseño a mis estudiantes sobre los mayas —explica Sandra.

—¿Por qué no vas a la tierra de los mayas en vez de Costa Rica? —dice Gabriel con curiosidad.

—Porque estoy de vacaciones y solo quiero relajarme en la playa. Necesito distancia de cosas escolares. Y créeme, este libro no es educativo. Es pura ficción y entretenimiento —dice Sandra.

—Entonces, no te distraigo más de tu entretenimiento. Puedes seguir leyendo —dice Gabriel. Se pone audífonos y deja de hablar con Sandra.

Sandra abre su libro de nuevo, pero no puede enfocarse completamente. Gabriel es muy guapo y simpático. Quiere seguir hablando con él, no tiene muchas oportunidades de hablar con hombres guapos dónde vive, pero no puede pensar en un tema para agarrar su atención. Además, un hombre tan bueno como Gabriel seguramente tiene una novia en casa.

Después de estar en el avión por una hora, Sandra tiene que usar el baño. Pone su libro en su mochila. Toca el hombro de Gabriel y pide permiso para pasar. Gabriel se levanta y mueve al pasillo para que Sandra pase. Mientras usa el baño la luz de “asegurarse el cinturón” aparece para indicar que pasan por turbulencia.

«Siempre me pasa en el momento más inoportuno» piensa Sandra. Hay un ruido muy fuerte fuera de la puerta. Sandra piensa que la turbulencia es muy mala. Sandra se lava las manos rápidamente y abre la puerta para volver a su asiento, pero hay un hombre fornido e intimidante bloqueando el pasillo. 

—El baño está desocupado si lo necesitas —dice Sandra con una sonrisa nerviosa. El hombre responde con una sonrisa malvada. Levanta sus manos para agarrar a Sandra cuando Gabriel aparece detrás de él. Toca dos puntos específicos en su cuello, y el hombre se desploma. Gabriel empuja su cuerpo gigante en el baño.

—¿Qué pasa? —pregunta Sandra.

—No hay tiempo para explicar ahora. Ponte esto —dice Gabriel y le pasa su mochila.

—¿Por qué? Voy a mi asiento —dice Sandra.

—No vas a tu asiento. Vienes conmigo —dice Gabriel. Agarra a Sandra y la conecta a un arnés. Luego abre la puerta de emergencia y salta.

Sandra está en shock. Nunca ha saltado de un avión en su vida. Grita muy fuerte. Está cayéndose por el aire y tiene mucho miedo. Después de un buen rato Gabriel jala una cuerda y un paracaídas abre y reduce su velocidad hacia la tierra.

Sandra mira abajo. Hay mucha vegetación y pocas casas. ¡Van a chocar con los árboles!

—¡Levante tus pies! —grita Gabriel.

—¿Qué? —grita Sandra.

—¡Levanta tus pies! —repite Gabriel.

Sandra levanta sus pies mientras Gabriel maneja el paracaídas a un campo, lejos de los árboles. Sandra está muy aliviada cuando tocan la tierra y Gabriel la desconecta. Se levanta y empieza a correr.

—¿Adónde vas? ¡No te vayas! ¡Sandra! —grita Gabriel. Sandra no escucha, sigue corriendo, pero está débil y en shock y no corre lejos. En poco tiempo Gabriel la alcanza.

—Sandra, necesitamos quedarnos juntos —dice con calma.

—¿Por qué necesito quedarme con un hombre que me empujó de un avión? —pregunta Sandra.

—Lo hice para tu protección —dice Gabriel.

—¡¿Protección?! ¿Por qué necesito protección? No soy nadie importante. ¡Soy maestra en una escuela secundaria! ¡A nadie le importo! —grita Sandra.

—Te puedo explicar, pero primero necesitamos encontrar refugio. Saben que saltamos del avión y nos van a buscar —dice Gabriel. 

—No te sigo a ninguna parte hasta que me expliques qué está pasando —dice Sandra. Se sienta dramáticamente en una roca y se niega a moverse.

—No tenemos tiempo para esto. Créeme. Soy el hombre bueno en esta situación —dice Gabriel.

—Yo no sé eso. Tú podrías ser el hombre malvado. Necesito una razón para creerte —dice Sandra.

—Bueno, ¿pero puedo explicarlo mientras caminamos? Será muy fácil encontrarnos aquí en este campo. Necesitamos refugiarnos —dice Gabriel.

Sandra no confía completamente en Gabriel, pero confía mucho menos en el hombre grande que estaba en el avión, entonces se levanta de la roca y sigue a Gabriel.

—¿Dónde estamos? —le pregunta.

—En el Yucatán —responde Gabriel, checando una brújula.

—¿Y adónde vamos? —pregunta Sandra.

—Mientras caíamos vi una casa que parecía abandonada. Podemos pasar la noche allí y hacer un plan.

—¿Y vas a explicarme ahora qué está pasando? —pregunta Sandra exasperada.

—El hombre en el avión quería hacerte daño. Yo te rescaté —explica Gabriel.

—Esta es una explicación pésima. Nadie quiere hacerme daño. Solo soy…

—Ya sé. Solo eres una maestra de español en Lincoln Middle School en el pueblo pequeño de Aurora, Nebraska. Pasas tus días enseñando en la escuela y tus tardes leyendo en casa. Los fines de semana vas a Lincoln para visitar a Lula, tu abuela materna. Ella te regaló el libro que estabas leyendo en el avión.

—¿Cómo sabes todo eso? —pregunta Sandra asombrada.

—Necesito tu ayuda para encontrar algo. Y aparentemente, necesitas mi ayuda para seguir viva —responde Gabriel—. ¿Qué dices, Sandra? ¿Estás lista para una aventura?

El fin.

You can also watch a video of me telling this story on YouTube!

¡Muchas gracias por escuchar! Thank you for listening, and a HUGE thank you for your support. I really enjoy creating and sharing simple, comprehensible stories in Spanish. If you would like to help me in that endeavor, consider buying me a taco!

You can download a printer-friendly PDF of this story. Looking for the English translation? I have a PDF for that too! Read a paragraph in Spanish and then read the English translation to see what you understood.

Simple Stories in Spanish told faster: El cuaderno mágico

I originally released this episode in season 1. Here is a link to the original episode.

Some students feel that they just don’t know anything, so why even try? Perhaps they just need a little bit of motivation and confidence. Daniel is not the smartest student, but he finds inspiration through a magic notebook. Through his magic notebook, he finds a recipe for success.

This story is told in the present tense. Important vocabulary in the story includes: cuaderno -notebook, maestro -teacher, mochila -backpack, and respuesta -answer.

El cuaderno mágico

Hay un chico, se llama Daniel. Daniel tiene quince años. Daniel es alto con pelo negro y ojos café. Daniel es amable y popular. Pero Daniel tiene un problema. Daniel no es muy inteligente, es tonto. Daniel no hace bien en la escuela. Daniel tiene calificaciones terribles en todas sus clases.

Una gran parte del problema es que Daniel no pone atención en la clase. No escucha a sus maestros. Cuando sus maestros enseñan la clase, Daniel mira su teléfono. Cuando Daniel debe copiar información en su cuaderno, hace dibujos en el papel. Entonces, Daniel no aprende nada. Cuando Daniel toma un examen, no sabe la información. Daniel no sabe nada.

Los padres de Daniel no están felices. Quieren que Daniel se gradúe. Entonces, ellos dicen que Daniel necesita estudiar todas las tardes. Ellos toman el teléfono de Daniel, para no tener distracciones, y Daniel va a su dormitorio.

En el dormitorio, Daniel saca su cuaderno. Daniel no estudia. Daniel no tiene nada que estudiar. Abre el cuaderno y mira sus dibujos. Unos dibujos son excelentes. Posiblemente Daniel puede ser artista. Después de un tiempo, Daniel se cierra los ojos y duerme.

En la mañana, Daniel se prepara para la escuela. Daniel agarra su mochila. Pone cosas en la mochila para la escuela. Pone un lápiz y un saco con el almuerzo en la mochila. Pero hay un problema. Daniel no tiene su cuaderno. Daniel necesita el cuaderno. Cuando Daniel escribe en el cuaderno los maestros piensan que trabaja. Daniel busca el cuaderno en el dormitorio, pero no está. Daniel busca el cuaderno en el resto de la casa, pero no está. Por fin, Daniel mira un cuaderno azul. No es el cuaderno de Daniel, pero él no tiene más tiempo. Agarra el cuaderno y pone el cuaderno en la mochila.

La primera clase de Daniel es la clase de matemáticas. El maestro escribe unos problemas y los estudiantes copian y resuelven los problemas. El maestro mira a Daniel, entonces Daniel también copia los problemas. Cuando el maestro no mira a Daniel, Daniel mira su teléfono.

—Daniel —dice el maestro—. ¿Cuál es la respuesta de número uno?

—Ah —Daniel responde. Él no sabe. Daniel mira el primer problema en el cuaderno. Daniel está sorprendido cuando mira una respuesta al lado del problema—. ¿Es trece?

—Muy bien —dice el maestro—. Lupe, ¿qué tienes para el número dos?

Daniel no escucha la respuesta de Lupe. Daniel mira el cuaderno. Daniel escribe otro problema en el cuaderno. Después de dos segundos, la respuesta aparece. ¡Es magia!

Daniel va a todas sus clases. En las clases, escribe problemas o preguntas en el cuaderno. En todas las clases, las respuestas simplemente aparecen en el cuaderno. Daniel está muy emocionado. ¡Él tiene un cuaderno mágico!

En la casa, Daniel no está triste cuando es tiempo de estudiar, ¡está emocionado! Daniel quiere escribir más problemas y preguntas en el cuaderno y quiere ver las respuestas. Daniel está curioso. Quiere ver toda la información que el cuaderno sabe. 

El próximo día en la escuela, Daniel quiere copiar información en el cuaderno. A Daniel le gusta ver cuando las respuestas aparecen. Por todo el día, Daniel no mira el teléfono, solo mira el cuaderno. Daniel pone atención en las clases y escucha a sus maestros y escribe información en el cuaderno. 

A veces, Daniel pide ayuda de sus maestros porque no comprende la respuesta que está en el cuaderno mágico. Los maestros son pacientes y explican mucho a Daniel. 

Al fin de la semana, Daniel tiene un examen. Daniel no está preocupado – ¡tiene el cuaderno mágico! No se permite usar los cuadernos en el examen, pero Daniel tiene un plan.

El día del examen, Daniel pone el cuaderno debajo de la mesa. El maestro pasa los exámenes. Después, el maestro camina en la clase. Cuando el maestro no camina cerca de Daniel, Daniel copia una pregunta del examen en el cuaderno. Después espera. Daniel mira el cuaderno después de dos segundos, pero la respuesta no aparece. Daniel está confundido. ¿Qué es el problema con el cuaderno?

El maestro camina cerca de Daniel, entonces Daniel cierra el cuaderno y mira el examen. Mira la pregunta que copió en el cuaderno. Daniel mira la pregunta y se da cuenta que él sabe la respuesta. Daniel no necesita la respuesta del cuaderno porque tiene la respuesta en la cabeza. Daniel no necesita el cuaderno.

Daniel contesta la pregunta y mira la próxima pregunta. Daniel está al punto de copiar la pregunta en el cuaderno mágico cuando se da cuenta que sabe la respuesta otra vez. Daniel no necesita el cuaderno mágico. 

Daniel lee las otras preguntas en el examen. Daniel no copia las preguntas en el cuaderno mágico porque él sabe las respuestas. Daniel no usa el cuaderno mágico en todo el examen. 

El lunes, Daniel recibe su examen. ¡Él recibió un ochenta y cinco porcentaje! Daniel está muy feliz y está orgulloso. Daniel no es tonto, es inteligente. Daniel no necesita el cuaderno mágico, solo necesita  estudiar un poco y poner atención en clase.

Ahora, Daniel escucha a sus maestros. Él copia información en su cuaderno y estudia la información en la casa. El cuaderno chequea las respuestas de Daniel y marca las respuestas correctas con una estrella. Daniel practica y estudia y ahora hace muy bien en la escuela. Él tiene calificaciones buenas en todas sus clases. Los padres y los maestros de Daniel están muy felices también.

Daniel se da cuenta de que no necesita usar un cuaderno mágico, solo necesita usar la cabeza.

El fin.

You can also watch a video of me telling this story on YouTube!

¡Muchas gracias por escuchar! Thank you for listening, and a HUGE thank you for your support. I really enjoy creating and sharing simple, comprehensible stories in Spanish. If you would like to help me in that endeavor, consider buying me a taco!

You can download a printer-friendly PDF of this story. Looking for the English translation? I have a PDF for that too! Read a paragraph in Spanish and then read the English translation to see what you understood.

Simple Stories in Spanish: El sendero

Season 10, episode 23

If you follow me on Instagram, you know that I love hiking in nature. At the beginning of July I did a few really difficult hikes in the mountains. While they were hard, they were also stunningly beautiful. Today’s story recounts the poetic beauty I find when hiking on the trail.

This story is in the first person and present tense. Important vocabulary in the story includes: “sendero” (trail),“árboles” (trees), “flores” (flowers), “cascada” (waterfall) and “sigue” (continues/follows).

El sendero

El sendero parece como cualquier otro: un paseo de tierra entre los árboles. Pero este sendero no es como cualquier otro. Este sendero es especial.

El sendero empieza en un bosquecillo de álamos temblones. La corteza blanca y suave de los álamos temblones contrasta con sus hojas verdes y el azul brillante del cielo. Entre los álamos temblones hay flores amarillas en tallos altos. Las hojas de los álamos temblones y las flores amarillas se mueven en el viento como un saludo de “buenos días” en una mañana bonita.

El sendero sube rápido entre los árboles y flores. Partes del sendero son muy empinadas, y las rocas y la tierra se mueven bajo mis pies. Pero el sendero continúa, y yo también. 

Escucho el rugido del agua. Después de unos pasos, los árboles se abren y una cascada aparece en el bosque. El agua de la cascada cae por las rocas, salpicando las plantas que crecen a su orilla.

Mientras sube el sendero, los álamos temblones desaparecen y los pinos aparecen. Con los pinos viene un olor bonito y dulce: el olor del bosque. Los pinos ofrecen sombra del sol caliente. Nuevas flores amarillas, moradas, azules y blancas, decoran la tierra al lado de los pinos.

Y todavía, el sendero sube. Sube entre los pinos altos hasta que los pinos también desaparecen. El sendero ha llegado a la línea de los árboles. Los árboles necesitan ciertas condiciones para crecer, y más arriba de esa línea, las condiciones alpinas no permiten los árboles.

Aunque no hay árboles, todavía hay mucha vida. Una alfombra de flores silvestres en colores brillantes cubre la tierra. Mariposas con alas amarillas y naranjas suben y bajan entre las flores. Abejas gordas recolectan polen.

Detrás de las flores y su actividad, las montañas, con nieve en sus grietas, dominan la vista. El sendero sube una de esas montañas. Es difícil caminar por la inclinación del sendero y las rocas, y es difícil respirar por la falta de oxígeno. Pero el sendero sigue, y yo también.

La girasol alpina, que también se llama “el viejo de la montaña”, me anima a continuar mi viaje en el sendero. Cientos de girasoles diminutos cubren la tierra bajo picos escarpados. Su color amarillo en el terreno accidentado es como una sonrisa de la Pachamama, la Madre Tierra.

El sendero cruza rocas sueltas. Un paso incorrecto podría resultar en una caída dolorosa, y ese pensamiento me preocupa. Mirar hacia abajo me llena de terror. El sendero sube muy alto, y no me gustan las alturas. Una ráfaga repentina de viento me quita el equilibrio y, por un momento, no puedo moverme.

Pierdo el sendero entre las rocas y busco un montículo de piedras. Esas pequeñas torres de piedras identifican el sendero en áreas donde es fácil perder el camino. 

Aunque tengo miedo de la altura y respiro con dificultad, sigo adelante, siguiendo los montículos de piedras, para ver la belleza del sendero. ¡Y qué belleza! Aún en esas alturas, flores blancas y moradas crecen entre las rocas, unas más pequeñas que la uña de mi dedito. Nubes flotan como algodón en el cielo azul sobre las montañas.

He llegado al paso, pero quiero subir una montaña, entonces sigo el sendero hasta el pico. No es una de las montañas más altas de Colorado, pero todavía ofrece una vista increíble. Desde un pico de más de 13,000 pies, o 4,000 metros, puedo ver por millas en todas direcciones.

Desde el sendero en el pico, veo lagos alpinos. Veo valles verdes. Veo árboles y flores. Veo casadas. Veo pájaros volando por abajo. A veces veo una cabra de montaña o una ochotona.

Me encanta la sensación que tengo cuando estoy por encima de la línea de árboles mirando las montañas a lo lejos. Me siento libre de las preocupaciones de la vida. Me siento transportada, como si pudiera ver lo que es más importante en la vida y alinear mis prioridades.

En esos momentos en las montañas, me siento a la vez minúscula, especial y poderosa. Me siento minúscula porque ¡soy una parte tan pequeña de este mundo maravilloso! Pero también me siento especial porque creo que el mismo Dios que creó este mundo maravilloso que estoy viendo me creó a mí y que Él se preocupa por mí. Finalmente, me siento poderosa, porque sé que puedo superar los obstáculos de la vida de la misma manera que he superado los obstáculos del sendero – un paso a la vez.

Sin embargo, llegar a la cima de la montaña no es el fin del sendero. El sendero continúa, y yo lo sigo. El sendero baja la montaña. Pierdo el sendero en un campo de nieve. Busco un lugar seguro para pasar al otro lado. Sigo adelante con cuidado porque la nieve está blanda por el sol.

Llego al otro lado y encuentro el sendero de nuevo. Brinco por pequeños arroyos de nieve derretida. El sendero pasa por un lago alpino. El agua sirve como un espejo, reflejando la belleza de las montañas. Flores crecen en la orilla y peces brincan en el agua helada. 

Escucho un silbido. Es una marmota. Avisa a las otras marmotas de mi presencia. Unas marmotas corren a sus casas bajo las rocas cuando paso por el sendero. Otras marmotas sienten curiosidad y me observan desde una distancia.

Sigo el sendero entre rocas enormes cubiertas de musgo. Parecen las paredes de un castillo antiguo, pero no hay castillos en las montañas aquí, solo son rocas. ¡Qué lástima!

El sendero continúa. Baja de las alturas para estar otra vez entre los pinos. Al lado del sendero están los restos de una cabaña, probablemente la vieja casa de un minero. Entre la madera de las paredes caídas hay un cubo oxidado. Imagino al minero buscando oro y plata en las Montañas Rocosas. Quizás caminaba por el mismo sendero que uso.

El sendero llega a un riachuelo. No hay un puente. No hay rocas grandes, ni un árbol para cruzarlo. Es imposible brincar de un lado al otro. Me siento y me quito los zapatos. Pongo un pie en el agua. ¡Está muy fría! El agua helada pasa rápido y trato de no perder el equilibrio y caerme en el riachuelo. Aunque esté fría, el agua es refrescante y me gusta.

Me pongo los zapatos de nuevo y sigo el sendero. Pasa por un claro en el bosque. Hay movimiento en el claro y veo una cierva y dos pequeños cervatos. No quiero espantarlos, así que no me muevo. Comen las plantas al lado del sendero. De repente, la cierva me ve y corre con sus cervatos a los árboles.

Camino por flores tan altas como yo en el claro. Otra vez veo mariposas blancas y abejas amarillas volando entre los pétalos morados. Siento que el sendero está pasando por un mundo de fantasía.

Encuentro un arbusto de frambuesa al lado del sendero. La frambuesa es mi fruta favorita, así que como algunas. De repente, escucho un ruido. ¡Un oso también come las frambuesas! 

Reacciono con calma. Doy unas palmadas y grito: “¡Hola oso!”. El oso levanta su cabeza. Doy otra palmada y grito otra vez: “¡Hola oso!”. El oso me tiene mas miedo a mí que yo a él, y se va corriendo. ¡Por suerte, no corre por mi sendero!

Sigo el sendero por más árboles y flores. El sendero pasa por el barranco de un cañón y veo varios colores en las rocas. Abajo en el cañón hay muchas cascadas. El agua está lejos, pero el rugido del agua todavía es fuerte. 

El sendero baja la montaña. Me duelen los dedos de los pies y las pantorrillas, pero sigo adelante. Otra vez paso por el bosquecillo de álamos temblones. Ahora, en vez de decir “buenos días”, sus hojas me dicen “hasta luego”.

Finalmente, llego de nuevo a mi coche. El sendero ha terminado, y yo también. Regreso a casa completamente agotada, pero llena de la energía refrescante de la hermosa naturaleza que encontré en el sendero.

El fin.

You can also watch a video of me telling this story on YouTube!

¡Muchas gracias por escuchar! Thank you for listening, and a HUGE thank you for your support. I really enjoy creating and sharing simple, comprehensible stories in Spanish. If you would like to help me in that endeavor, consider buying me a taco!

You can download a printer-friendly PDF of this story. Looking for the English translation? I have a PDF for that too! Read a paragraph in Spanish and then read the English translation to see what you understood.

Simple Stories in Spanish Told Faster: Los tres cerditos

I originally released this episode three years ago as a listener request in season 6. Today I am going to retell it, faster. Here is a link to the original episode.

The story of the three little pigs, or los tres cerditos, is one of the first many kids learn. This story of hard work, personal responsibility, and delayed gratification never goes out of style. 

This story is told mostly in the past tense. Important vocabulary in the story includes: cerditos -little pigs, lobo -wolf, bosque – forest, paja -straw, madera -wood, ladrillos -bricks, and fuerte – strong.

Los tres cerditos

Había una vez una familia de cerditos. Ellos vivían en el bosque. En la familia había una mamá, un papá y tres hijos. Los hijos se llamaban Pablo, Hugo y Sergio. Estaban muy felices en su casa en el bosque. Pero la casa de la familia no era muy grande y los hijos cerditos eran cada día más grandes. Después de un tiempo, el padre les dijo:

—Hijos míos, ustedes ya son grandes. Es hora de establecer sus propias casas.

—¡Pero, papá, no quiero! —dijo Pablo.

—Sí, es mucho trabajo construir una casa. Solo quiero vivir aquí contigo y mamá —dijo Hugo.

—Hermanos, ya somos grandes. Es nuestra responsabilidad establecer nuestras propias casas —dijo Sergio.

Sergio caminó por el bosque. Encontró un sitio perfecto para una casa. Estaba cerca de un río. Sergio planeó la construcción de su casa. Quería una casa fuerte porque en el bosque había muchos de predadores. Había animales que querían comer a los cerditos, animales como osos y lobos. Sergio decidió construir su casa con ladrillos y cemento. Ladrillos son fuertes como rocas. La construcción tomaría mucho tiempo, pero el resultado final valdría la pena porque sería fuerte y resistente.

Pablo y Hugo vieron a Sergio. Sergio trabajaba todo el tiempo. No tenía tiempo para bailar o leer o jugar. Pablo y Hugo eran perezosos. Ellos no querían pasar todo su tiempo trabajando en una casa. Ellos querían bailar y leer y jugar.

Hugo caminó por el bosque. Encontró un buen sitio para una casa. Estaba en el bosque. Había mucha madera en el bosque. Hugo decidió construir su casa con la madera del bosque. Recogió la madera del bosque y construyó la casa.

Pablo vio a Hugo. Hugo no trabajaba tanto como Sergio, pero todavía trabajaba. Pablo era muy perezoso. Pablo no quería trabajar mucho, quería bailar y leer y jugar.

Pablo caminó por el bosque. Decidió que no le gustaba el bosque. Fuera del bosque, Pablo vio mucha paja en el campo. Pablo decidió cortar la paja y construir una casa de paja. No tomó mucho tiempo construir la casa de paja y después, Pablo bailó y leyó y jugó afuera.

Un lobo malvado observaba a Pablo mientras bailaba y leía y jugaba. «Voy a comer puerco hoy» el lobo pensó. El lobo caminó a la casa de paja. Pablo vio al lobo y entró rápidamente en su casa. Pablo tenía miedo al lobo.

—Hola cerdito. ¿Puedo entrar a tu casa preciosa? —el lobo preguntó.

—No. Tu eres un lobo malvado y comes a cerditos como yo —respondió Pablo.

—¡Pues, si no me dejas entrar, voy a soplar y destruir tu casa de paja! —gritó el lobo. Con eso, el lobo sopló fuerte y la pequeña casa de paja se cayó.

Pablo tenía mucho miedo y corrió a la casa de su hermano Hugo. Hugo tenía una casa de madera. La casa de madera no era fuerte, pero era más fuerte que una casa de paja.

El lobo observaba a Pablo y Hugo. «Voy a comer puerco y salchicha hoy» el lobo pensó. El lobo caminó a la casa de madera.

—Hola cerditos. ¿Puedo entrar a su casa preciosa? —preguntó el lobo. Pablo tenía mucho miedo al lobo y no pudo hablar, entonces Hugo respondió.

—No. Tú eres un lobo malvado y comes a cerditos como nosotros.

—Tienes razón. Me gusta comer los cerditos. ¡Entonces voy a soplar y destruir tu casa de madera! —gritó el lobo. Con eso, el lobo sopló y sopló y la pequeña casa de madera se cayó.

Pablo y Hugo tenían mucho miedo. Cuando la casa de madera se cayó, los cerditos corrieron a la casa de Sergio. Sergio tenía una casa grande y fuerte. Sergio trabajó por mucho tiempo en su casa. Construyó la casa de ladrillos y cemento.

Pablo y Hugo tocaron a la puerta de la casa de Sergio.

—¡Hermano, ayúdanos! ¡Hay un lobo que quiere comernos! —gritaron Pablo y Hugo. Ellos tenían mucho miedo.

Sergio estaba decepcionado con sus hermanos. Él trabajó mucho en su casa y sabía que sus hermanos no trabajaron mucho en sus casas. Sergio estaba decepcionado, pero no era un cerdito malo. No quería servir a sus hermanos al lobo, entonces Sergio abrió la puerta. Pablo y Hugo entraron a la casa de ladrillos. La casa era muy hermosa y fuerte. 

El lobo observaba a Pablo, Hugo y Sergio. «Voy a comer puerco, salchicha y tocino hoy» el lobo pensó. El lobo caminó a la casa de ladrillo.

—Hola cerditos. ¿Puedo entrar a su casa preciosa? —preguntó el lobo. Pablo tenía mucho miedo al lobo y no pudo hablar. Hugo tenía mucho miedo al lobo y no pudo hablar. Sergio no tenía miedo al lobo. Sergio sabía que su casa de ladrillo y cemento era fuerte. Él respondió.

—No. Tú eres un lobo malvado y comes a cerditos como nosotros.

—Tienes razón. Me gusta comer los cerditos. ¡Entonces voy a soplar y destruir tu casa de ladrillo! —gritó el lobo. Con eso, el lobo sopló y sopló y sopló. El lobo sopló muy fuerte, pero la casa de ladrillo no se cayó. El lobo necesitaba otro plan. Vio una chimenea. Decidió entrar a la casa por la chimenea.

El lobo subió la casa. Sergio observó al lobo. Preparó un fuego en la chimenea. Puso una caldera de agua en el fuego. Cuando el lobo entró a la casa por la chimenea, se cayó en una caldera de agua súper caliente. El lobo gritó y lloró y corrió de la casa.

Pablo y Hugo decidieron que necesitaban casas más fuertes. Casas de paja y madera no son suficientemente fuertes para dar protección de los lobos. Sergio ayudó a sus hermanos cerditos a construir casas de ladrillo. Ahora los tres cerditos viven felizmente en sus casas fuertes y no tienen miedo a los lobos.

El fin.

You can also watch a video of me telling this story on YouTube!

¡Muchas gracias por escuchar! Thank you for listening, and a HUGE thank you for your support. I really enjoy creating and sharing simple, comprehensible stories in Spanish. If you would like to help me in that endeavor, consider buying me a taco!

You can download a printer-friendly PDF of this story. Looking for the English translation? I have a PDF for that too! Read a paragraph in Spanish and then read the English translation to see what you understood

Simple Stories in Spanish: Eloy el alux

Season 10, episode 22

In my recent trip to Mexico I learned about the aluxes, small elves that, according to Mayan folklore, protect the nature of the Yucatán Peninsula. Today’s story is about one of the aluxes and the mischief that they stir up when their environment is disturbed without their permission.

This story is in the third person and present tense. Important vocabulary in the story includes: “alux” (mayan word for a spiritual little person that causes chaos or brings luck, depending on how you treat it), “cenote” (“water-filled sinkhole, sometimes covered, sometimes open, often very deep and fed by underground rivers”), “dejar” (to leave),“divertirse” (to have fun), “se ríe” (laughs), “travieso” (mischievous), “herramientas” (tools), and “caras” (faces).

Eloy el alux

En la península del Yucatán en México, hay un hombre pequeño llamado Eloy. Eloy no es una persona normal. Primero, tiene ojos muy grandes que brillan como esmeraldas. Segundo, tiene orejas puntiagudas. Y, por último, es muy bajo: solo mide 50 (cincuenta) centímetros.

Eloy no es una persona normal, es un alux. Los aluxes son pequeñas criaturas similares a un duende. Viven en la jungla de la península Yucatán, que es parte de México, Guatemala y Belice. Los aluxes son muy elusivos. No les gustan las áreas residenciales; prefieren la naturaleza porque es su trabajo protegerla. Muy pocas personas han visto un alux, así que son muy misteriosos. Los aluxes también son traviesos. Les gusta causar problemas para la gente.

Eloy es un alux en el estado de Quintana Roo en México. Tiene una vida muy feliz. Vive en la jungla con un cenote cerca. Un cenote es un lago subterráneo. Hay al menos 6,000 (seis mil) cenotes en la península de Yucatán. A Eloy le gusta mucho su cenote. Está en una cueva enorme con un hoyo en el techo. Unas plantas bonitas crecen en el hoyo. Cuando Eloy tiene mucho calor, va al cenote para refrescarse. Flota en el agua y mira la luz que se filtra por las plantas y el hoyo. En esos momentos, Eloy piensa que está en el paraíso.

A los turistas también les gustan mucho los cenotes. Turistas de todo el mundo visitan la península del Yucatán para nadar en los cenotes. Les gusta nadar en el agua fría. Les gusta tomar fotos en las cuevas exóticas. Les gusta bucear en el agua profunda.

Pero el cenote de Eloy solo existe para él. No hay turistas que visitan su cenote, así que Eloy está muy contento con su vida.

Un día, Eloy está caminando en su jungla cuando escucha unos ruidos fuertes. Se acerca para investigar. Ve un camión grande. Hombres salen del camión y cortan los árboles para hacer un camino. Eloy está enojado. ¿Qué hacen estos hombres en su jungla?

El camino que los hombres cortan se extiende hacia el cenote. Eloy sabe que necesita hacer algo. No puede permitir que destruyan su cenote. Necesita proteger su jungla y su cenote.

Los hombres regresan a sus casas en la tarde. Mientras no están, Eloy trabaja. Mueve los árboles cortados para bloquear el nuevo camino. ¡Ahora el camión no puede pasar!

En la mañana, el camión con los hombres llega al camino, pero no puede pasar por los árboles. Eloy observa desde la jungla y se ríe cuando ve las caras enojadas. Por desgracia, los hombres no se van. Bajan del camión y mueven los árboles al lado para poder pasar. Un nuevo camión especial llega que mueve los árboles rápidamente. Al final, llegan cerca del cenote. Empiezan a cortar más y más árboles hasta que hay un gran rectángulo vacío en el centro de la jungla.

En la tarde, los hombres suben al camión y se van, pero esta vez dejan un camión atrás. Es el camión especial que mueve los árboles. Eloy decide divertirse con el camión. Usa el camión para mover los árboles cortados en forma de una pirámide en el centro del gran rectángulo. Luego, desconecta unos cables del camión para que los hombres no puedan usarlo.

Cuando los hombres llegan en la mañana, no pueden creerlo. Ven los árboles apilados en una pirámide perfecta. Necesitan mover los árboles, pero cuando entran al camión, no arranca, no hace ningún ruido.

Eloy mira la frustración de los hombres desde la jungla y se ríe. Pero deja de reírse cuando los hombres cambian de táctica y caminan hacia el cenote. El cenote es un lugar sagrado para Eloy. Es la conexión entre el mundo físico y el mundo espiritual. ¿Qué van a hacer a su cenote?

Primero, los hombres construyen un camino a la entrada del cenote. Cortan las plantas y ponen cemento. Eloy decide divertirse con el cemento. Tira ramas, hojas y rocas en el cemento mojado. Los hombres necesitan pasar mucho tiempo arreglando el cemento.

Luego los hombres entran al cenote. Hacen mucho ruido en la cueva construyendo una plataforma sobre el agua. A Eloy no le gusta el ruido. No hay mucha luz natural en la cueva y Eloy se esconde en las sombras. 

Un hombre deja sus herramientas sobre la plataforma y camina a la entrada por más madera. Eloy sale de la sombra y empuja las herramientas. Caen en el agua con un chapoteo. El cenote es profundo y las herramientas se hunden, no flotan. Eloy vuelve a las sombras y se ríe.

Cuando el hombre vuelve por sus herramientas, no puede encontrarlas. Eloy ve su cara frustrada y se ríe. El sonido de la risa hace eco en la cueva del cenote. Ahora el hombre parece asustado. Eloy observa el susto en su cara y se ríe otra vez. El hombre mira por la cueva y luego se va corriendo.

Cuando Eloy está solo, decide deshacer el trabajo del hombre. Corta la madera de la plataforma, desconecta cuerdas y soportes. Esconde herramientas en las rocas.

En unos minutos, el hombre vuelve a la cueva con otros hombres. Eloy escucha mientras el hombre habla de la risa malvada que escuchó en la cueva. El hombre les dice que fue la voz de Xibalbá, el dios del inframundo.

Eloy piensa que es muy cómico que el hombre cree que él es Xibalbá. Los cenotes son portales al inframundo, ¡pero Eloy no es Xibalbá, es solo un pequeño alux! Eloy se ríe muy fuerte. Su risa hace eco en la cueva.

Todos los hombres están asustados cuando escuchan el eco de la risa. ¡Todos piensan que es Xibalbá! Se mueven para salir del cenote, pero la plataforma no puede soportarlos por las travesuras de Eloy. La plataforma se descompone y todos los hombres se caen en el agua.

Eloy no puede controlarse. ¡Se ríe y se ríe! Los hombres nadan a la entrada y salen rápido del agua. Corren de la cueva y Eloy está solo en su paraíso otra vez.

Después de un tiempo, Eloy sale del cenote. En el camino, pisa en el cemento, que todavía no está curado. Deja huellas de sus pequeños pies en el cemento mientras camina a su casa en la jungla.

En la mañana, los hombres vuelven, pero no están solos. Una mujer especial está con ellos. Eloy reconoce su poder espiritual de inmediato. La mujer es una Ajq’ij, una líder espiritual maya.

La Ajq’ij camina por el área. Mira la pirámide de árboles y se sonríe. Mira las huellas de los pies de Eloy en el cemento y se sonríe. Mira las caras ansiosas de los hombres y  se sonríe.

—Amigos, no deben tener miedo. Xibalbá no está causando problemas aquí. Hay un alux que protege este cenote y ustedes no le pidieron permiso para estar aquí.

La Ajq’ij hace una ceremonia cerca del pirámide de árboles que Eloy construyó. Quema copal, un incienso sagrado hecho por la resina. La Ajq’ij habla con Eloy en la lengua maya. Pide permiso usar el cenote y la jungla. A cambio, promete construirle un Kahtal Alux, o pequeña casa, y dejarle ofrendas.

Eloy está un poco sospechoso de los hombres, pero cuando la ceremonia termina, los hombres construyen una pequeña casa bonita y dejan miel adentro. A Eloy le gusta mucho la miel, y la casa es muy bonita. Eloy está contento y decide no causar más travesuras ese día. De hecho, toma las herramientas que había escondido en la cueva y las dejó al lado de su pirámide de árboles.

El próximo día, los hombres llegan y trabajan. Eloy los observa, pero no interfiere con el trabajo. Extienden la plataforma en el cenote y ponen unos cables para una tirolesa. Eloy no está muy contento con los cambios a su cenote, pero al fin del día, los hombres dejan agua, miel, y velas afuera de su Kahtal Alux, entonces Eloy no destruye su trabajo. De hecho, Eloy está tan contento que decide ayudar un poco y arregla el camión que mueve los árboles.

Después de varios meses de trabajo, la jungla de Eloy ha cambiado mucho. Hay una tienda, un restaurante, una hortaliza y hamacas. En el cenote hay varias plataformas y cuerdas para jugar en el agua.

Familias de México y de todo el mundo llegan y se divierten en el cenote. Unas personas visitan el Kahtal Alux de Eloy y le dejan ofrendas. Eloy necesita las ofrendas para ser feliz. Si un día no hay ofrendas fuera de su Kahtal Alux, Eloy volverá a sus travesuras. Pero por el momento, está contento compartir su paraíso en la jungla.

El fin.

You can also watch a video of me telling this story on YouTube!

¡Muchas gracias por escuchar! Thank you for listening, and a HUGE thank you for your support. I really enjoy creating and sharing simple, comprehensible stories in Spanish. If you would like to help me in that endeavor, consider buying me a taco!

You can download a printer-friendly PDF of this story. Looking for the English translation? I have a PDF for that too! Read a paragraph in Spanish and then read the English translation to see what you understood.

Simple Stories in Spanish Told Faster: La Llorona

I originally released this episode five years ago as part of Season 1: Simple Stories. Today I am going to retell it, faster. Here is a link to the original episode.

Scary stories exist in every language, in every country. In the Spanish speaking world, none is more well known or widespread than the story of the weeping woman, La Llorona. La Llorona haunts rivers and lakes as she searches for her drowned children. If she can’t find them, she might just grab you.

This story is told in the third person using the present and past tenses. Important vocabulary in the story includes: “tiene miedo” (is scared), “niño” (child), “mujer” (woman), “hombre” (man), “hijos” (children), and “río” (river).

La Llorona

Un niño camina a casa. Es muy tarde. No hay sol. La luna y las estrellas brillan en el cielo. El niño tiene diez años. Camina solo. Camina rápido. Es de noche y el niño está solo. El niño oye muchos ruidos en la oscuridad. Oye animales. Oye el viento en las plantas. El niño tiene miedo. 

Pero, el niño no tiene miedo de los ruidos. El niño no tiene miedo de los animales. El niño no tiene miedo del viento. El niño no tiene miedo de la noche. El niño tiene miedo de las historias de un fantasma. Tiene miedo de la Llorona.

El niño ha escuchado historias de la Llorona de sus amigos. Ha escuchado historias del fantasma de su hermana mayor. He leído historias de la Llorona en un libro de cuentos de terror que guarda debajo de la cama. Pero su historia favorita de la Llorona es la historia que escucha de su abuelo.

El abuelo le cuenta sobre una mujer. La mujer vivía en un pueblo pequeño, cerca de un río. La mujer era muy bella. Tenía pelo largo y negro. Todos los muchachos del pueblo estaban enamorados de ella, pero ella era muy particular. Quería una buena vida. No quería trabajar mucho. Quería ser rica. No quería ser pobre. 

Después de un tiempo, un hombre visitó el pueblo. El hombre se enamoró de inmediato de la mujer bella. El hombre era muy rico. Le compraba ropa y joyas para la mujer. La mujer vio que él era muy rico y decidió vivir con él. 

El hombre rico y la mujer se casaron poco tiempo después. Entonces, el hombre construyó una casa bonita al lado del río. La mujer estaba muy feliz con su esposo y con su nueva casa. La mujer no tenía que trabajar mucho. No era pobre. Ella y su esposo eran contentos.

Después de unos años, la mujer y el hombre tuvieron dos hijos. Pero su vida cambió. Ahora no era feliz. La mujer era muy bella, pero su personalidad era terrible. No era una buena persona. Era mala con su esposo y con sus hijos. También era mala con los sirvientes de la casa. 

El hombre ya no estaba contento con su esposa. Un día, se fue de la casa y no volvió. Se llevó todas sus cosas: su ropa, su caballo favorito, su dinero y algo de comida. Pero no se llevó a sus hijos. No se llevó a su esposa. Se fue de la casa con sus cosas, pero sin su familia.

El hombre estaba triste. Estaba triste porque quería llevarse a los hijos, pero no pudo. Entonces, el hombre le envía dinero a la mujer cada mes para los hijos.

La mujer no estaba triste. Tenía su casa, sus hijos y sus cosas bonitas. Recibía dinero todos los meses para cuidar a sus hijos. No necesitaba al hombre. La mujer seguía con su vida. 

Pero un día, la mujer escuchó que el hombre tenía una nueva familia. Tenía otra esposa y otro hijo. Cuando escuchó que el hombre tenía una nueva familia, ella se enojó. 

El hombre le escribió una carta a su ex-esposa. Dijo que pronto iba por los hijos. Dijo que quería que los hijos vivieran con él y con su nueva familia. También dijo que, cuando tuviera a los hijos, la mujer ya no recibiría dinero. El hombre escribió que la mujer era una madre terrible que solo quería el dinero y no a sus hijos. El hombre escribió toda esta información en la carta. Luego, un sirviente llevó la carta a la casa de la mujer.

La mujer recibió la carta. Leyó la carta. Leyó que el hombre quería llevarse a los hijos a vivir con su nueva familia. Leyó que no recibiría más dinero. Leyó que él pensaba que ella era una madre terrible.

Cuando la mujer terminó de leer la carta, se puso furiosa. Estaba furiosa porque el hombre quería quitarle el dinero y a sus hijos. Ella no pensaba mucho en los hijos, pero sí pensaba mucho en el dinero. Lo necesitaba para la casa y para pagar a los sirvientes. No quería trabajar.

La mujer estaba furiosa con el hombre. No quería que su dinero ni sus hijos fueran a la nueva esposa. Pero, no tenía muchas opciones.

Esa noche, la mujer tomó a sus hijos. Fue con ellos al río al lado de la casa. Caminó dentro del agua. El agua estaba fría. Los hijos tenían miedo. Tenían miedo de su madre, porque ella actuaba muy rara. Estaba loca de furia.

De repente, la mujer empujó a los niños bajo del agua. Los niños se movieron y trataron de escapar, pero no pudieron. La mujer era mucho más fuerte que los niños pequeños. Después de un tiempo, los niños dejaron de moverse. Estaban muertos. La mujer había matado a sus hijos. 

La mujer miró sus hijos muertos. De repente, se puso muy triste. Estaba arrepentida. ¡No quería matar a sus hijos! ¡Quería matar a su exesposo! La mujer miró a los pequeños niños muertos y gritó:

—¡Ay, mis hijos!

Estaba muy triste y caminó más adentro del río. Entonces, desapareció bajo del agua.

Cuando el abuelo del niño cuenta la historia de la mujer bella, el niño escucha atentamente. Le gusta la historia. Le gusta que la madre está triste cuando ve a sus hijos muertos. Pero al final, el abuelo siempre repite algo que le da mucho miedo al niño:

—Nieto, necesitas tener cuidado cuando camines cerca del río. La mujer bella no está muerta. Es un fantasma que llora por sus hijos. Los busca. Y toma a los niños que caminan solos en la noche, pensando que son sus hijos.

Ahora, el niño está caminando solo en la noche. Piensa en la historia de su abuelo y tiene miedo. Recuerda las palabras de su abuelo, que la mujer toma a los niños que caminan solos, y tiene más miedo.  

El camino a su casa pasa por un río. El niño camina más rápido cuando pasa el río. Tiene miedo, pero también, siente curiosidad. Mira el agua. Hay una figura. La figura flota sobre el agua. Es una mujer muy bella, con pelo negro. La mujer llora:

—¡Ay, mis hijos! ¿Dónde están mis hijos?

El niño la mira. ¡Es la Llorona! La mujer mira al niño y vuelve a llorar:

—¡Ay, mis hijos! ¿Dónde están mis hijos?

El niño tiene mucho miedo. Corre. Corre muy rápido, pero no es suficiente. Una mano fría agarra al niño. La Llorona toma al niño. Lo lleva al río. La Llorona mete al niño bajo el agua fría del río y llora:

—¡Ay, mis hijos!

Fin

You can also watch a video of me telling this story on YouTube!

¡Muchas gracias por escuchar! Thank you for listening, and a HUGE thank you for your support. I really enjoy creating and sharing simple, comprehensible stories in Spanish. If you would like to help me in that endeavor, consider buying me a taco!

You can download a printer-friendly PDF of this story. Looking for the English translation? I have a PDF for that too! Read a paragraph in Spanish and then read the English translation to see what you understood

Simple Stories in Spanish Told Faster: Hasta luego

I originally released this episode five years ago as part of Season 1: Simple Stories. Today I am going to retell it, faster. Here is a link to the original episode.

It is the end of the school year for Imani and many others. She shouts “See you later!” to those she meets in the hallway. But what about her friends and others who won’t be back in the fall? Will she have to say goodbye? 

This story is told in the third person using the present tense. Important vocabulary in the story includes: “compañeros” (classmates), “maestro” (teacher), “termina” (ends), and “hasta luego” (see you later).

Hasta luego

Es el fin de mayo y para Imani Reyes, es el fin de la escuela. Imani va a la escuela secundaria. Su escuela se llama Lincoln High. Imani camina por la escuela. Ella ve a muchos compañeros de clase. No todos los estudiantes en la escuela son sus amigos, entonces ella no va a hablar con ellos durante de las vacaciones. Pero Imani es una chica amable. Ella mira a sus compañeros de clase y les dice:

—¡Hasta luego!

—¡Hasta luego, Imani! —los compañeros responden. Todos están emocionados que es el verano y no tienen más escuela. No tienen más exámenes o proyectos. ¡Es el fin! Todos los estudiantes se sonríen cuando se dicen hasta luego.

Imani va al salón de música. Imani toca la trompeta con la banda. Ella toca muy bien. A Imani le gusta mucho la clase de banda. Le gustan los conciertos y le gusta tocar en los partidos de fútbol americano.

Imani entra al salón de música. La maestra de la banda se llama señora Richardson. Ella es la maestra favorita de Imani. La señora Richardson le da música a Imani para practicar durante de las vacaciones.

—Gracias, señora Richardson —dice Imani con una sonrisa—. ¡Hasta luego!

—¡Hasta septiembre, Imani! —la señora Richardson responde.

Después, otro estudiante entra al salón de música. Es uno de los compañeros de la banda. Se llama Jacobo. Él toca la tuba. Jacobo se gradúa. Jacobo pasa su instrumento y música a la señora Richardson. Ella sonríe, pero es un poco triste.

—Adios, señora Richardson —Jacobo le dice.

—Buena suerte en el futuro, Jacobo —la señora Richardson responde.

Entonces, Imani camina a la biblioteca. Ella necesita devolver unos libros. La bibliotecaria mira a Imani cuando entra. La bibliotecaria es muy amable y sonríe a Imani.

—Hola Imani, ¿cómo estás? —ella pregunta.

—Estoy bien, gracias. Necesito devolver unos libros —responde Imani. Imani pasa tres libros a la bibliotecaria—. ¡Hasta luego!

—¡Hasta luego, Imani! —dice la bibliotecaria.

Después, una estudiante entra a la biblioteca. Se llama Caris. Caris lee muchos libros y siempre está en la biblioteca. Caris se gradúa. Es su último día en la biblioteca. Caris pasa un libro a la bibliotecaria. Parece muy triste y dice:

—Adios.

—Que te vaya bien, Caris —la bibliotecaria responde. Ella llora un poco.

Después de la biblioteca, Imani va a la clase de ciencias sociales. El maestro de la clase es el señor Anderson. El señor Anderson es un hombre físicamente grande e intimidante, pero tiene una personalidad excelente. Es cariñoso y es muy paciente. A Imani le gusta mucho el señor Anderson, aunque no le gustan las ciencias sociales. En la clase, el maestro anuncia que no va a estar en Lincoln High el próximo año. El señor Anderson y su familia se mudan a una ciudad diferente para estar más cerca de su familia.

Imani está triste. Ella no quiere decir adiós al señor Anderson porque es un maestro excelente. Cuando la clase termina, Imani va al señor Anderson.

—Adiós, señor Anderson —Imani dice con una voz pequeña.

—Hasta luego, Imani —señor Anderson responde con una sonrisa triste.

Después de la clase de ciencias sociales, Imani va a la cafetería. En la cafetería, Imani se sienta con sus amigos. Unos de sus amigos terminan la escuela y se gradúan. Imani se da cuenta que es el último almuerzo con esos amigos.

Imani piensa en todos sus amigos y otros compañeros que se gradúan. Piensa en el señor Anderson y otros maestros que se van a otras escuelas u otros trabajos. Ahora, Imani está triste.

—Amiga, ¿qué es el problema? —Imani escucha la voz de su amiga Birdie. 

—Estoy triste, Birdie —Imani responde—. No me gusta decir adiós.

—Entonces, no digas adiós —Birdie dice—. Hay muchas otras opciones. Puedes decir hasta la vista, nos vemos, chao, cuídate, que te vaya bien, bye, o mi favorito, ¡hasta luego!

Imani sonríe a su amiga. Pero todavía está triste. 

—Pero, no puedo decir “hasta luego” o “nos vemos” porque no voy a ver a ellos.

Birdie sonríe también.

—Es la vida, amiga. Personas vienen y personas van. Tú también vas a ir de la escuela un día. Pero siempre puedes “ver” a todos en las fotos —Birdie toca el celular de Imani— y en tus recuerdos —Birdie toca la cabeza de Imani.

Imani escucha a Birdie. Ella tiene razón: decir adiós es parte de la vida. Es triste, pero también puede ser feliz. Las personas van a una nueva aventura.

Después de la escuela, Imani mira sus amigos que se gradúan. Mira el señor Anderson. 

—¡Hasta luego! —Imani grita.

El fin.

You can also watch a video of me telling this story on YouTube!

¡Muchas gracias por escuchar! Thank you for listening, and a HUGE thank you for your support. I really enjoy creating and sharing simple, comprehensible stories in Spanish. If you would like to help me in that endeavor, consider buying me a taco!

You can download a printer-friendly PDF of this story. Looking for the English translation? I have a PDF for that too! Read a paragraph in Spanish and then read the English translation to see what you understood

error

Enjoy this blog? Please spread the word :)