Season 10, episode 15
Juan lives a boring life in a boring house, driving a boring car to a boring job. When he turns 40, he decides that it is time to do something exciting, so he turns to the world of extreme sports.
This story is in the third person and the present tense with a sprinkling of past and future. Important vocabulary in the story includes: “aburrida” (boring),“deportes” (sports), “paracaidismo” (skydiving), “espeleología” (spelunking), and “buceo” (scuba diving).
Una vida aburrida
Hay un hombre que se llama Juan. Juan vive en una casa aburrida. Es una casa típica con paredes blancas y aburridas. Todos los días Juan se levanta y va al trabajo en su coche aburrido. Juan tiene un trabajo aburrido: es contador. Se sienta en una oficina aburrida y cuenta el dinero de otras personas. Todo el día mira la computadora y cuenta el dinero. Juan no tiene una vida interesante; tiene una vida aburrida.
Un día Juan celebra su cumpleaños. Es un cumpleaños importante: Juan cumple 40 (cuarenta) años. Las personas de la oficina le compran un pastel grande y le cantan.
Mientras comen el pastel, muchas personas le preguntan a Juan cómo va a celebrar su cumpleaños, porque cumplir 40 años es algo grande. Juan planeaba ir a casa y mirar una película, pero ahora su plan parece aburrido.
Juan piensa en su vida. Todo lo que hace es aburrido. Su casa es aburrida, su rutina es aburrida, su trabajo es aburrido…¡su vida es aburrida!
Juan quiere cambiar. Ya no quiere una vida aburrida, quiere una vida interesante. Por eso, Juan decide que para celebrar su cumpleaños va a hacer unas actividades extremas. Busca «deportes extremos» en la red y encuentra un lugar de paracaidismo cerca de su casa. El paracaidismo es muy extremo. En el paracaidismo, una persona salta de un avión con un paracaídas en su espalda.
Juan decide que el paracaidismo es exactamente lo que necesita para tener una vida más interesante. Programa una cita para hacer el paracaidismo.
El día de su cita, Juan está muy nervioso. Hacer paracaidismo es muy extremo para él. Mira una presentación y sube al avión. No hará el paracaidismo solo, estará atado a un paracaidista profesional, pero todavía está muy nervioso.
Llega el momento. El paracaidista profesional se conecta con Juan y saltan del avión. Juan grita. Están muy altos en el aire y Juan tiene miedo. Caen rápidamente hacia la tierra, y Juan siente mucho miedo. Después de un minuto, el paracaidista jala una cuerda y el paracaídas se abre. Juan y el paracaidista profesional descienden por cuatro minutos más. Cuando llegan a la tierra, Juan vomita. Los otros paracaidistas tienen sonrisas enormes y están llenos de adrenalina, pero Juan no está contento. No le gusta el paracaidismo.
Quizás el paracaidismo es demasiado extremo para Juan, pero eso no significa que no pueda hacer otro deporte extremo. Vuelve a su computadora y busca el término «deportes extremos». Ve otra opción cerca de su casa. Es el puenting, o bungee. En el puenting, hay una cuerda elástica que conecta a una persona con una estructura. Luego, la persona salta de un punto alto, como un puente. Sube y baja con la cuerda elástica. Juan decide que el puenting es demasiado parecido al paracaidismo, y como tuvo mucho miedo haciendo paracaidismo, decide que no es para él. Sigue buscando deportes extremos.
Hay un deporte que parece más seguro que saltar desde un punto alto. Es el automovilismo. En el automovilismo, estás en un carro que va muy rápido en una pista. Los profesionales participan en carreras con muchos carros, pero personas como Juan pueden pagar para conducir en una pista privada.
Juan decide que el automovilismo es exactamente lo que necesita para tener una vida más interesante. Programa una cita para hacer el automovilismo.
El día de su cita, Juan toma una clase sobre coches rápidos. Después de la clase, se pone un casco y sube a un carro con un automovilista profesional. El automovilista conduce muy rápido. Juan grita. Van a gran velocidad y Juan siente mucho miedo. Corren rápido por las vueltas de la pista y Juan tiene miedo.
Cuando el carro se detiene, Juan baja y vomita. El automovilista tiene una gran sonrisa y está lleno de adrenalina, pero Juan no está contento. No le gusta el automovilismo.
Quizás el automovilismo es demasiado extremo para Juan, pero eso no significa que no pueda intentar otro deporte extremo. Vuelve a su computadora y busca «deportes extremos». Hay una actividad en las montañas no muy lejos de su casa. Es la espeleología, o exploración de cuevas. En la espeleología, exploras secciones pequeñas de cuevas. Es muy oscuro, así que necesitas tener una lámpara conectada a un casco para poder ver y proteger la cabeza.
Juan decide que la espeleología es perfecta para él, como no estará en las alturas. Programa una cita para hacer la espeleología.
El día de su cita, Juan mira un video educativo sobre la espeleología. Se pone un casco, una lámpara y un arnés. Con el arnés, puede subir y bajar en la cueva sin perderse.
Juan entra en la cueva con dos profesionales. Sigue a los espeleólogos por una cueva grande. Luego gatean por un túnel y entran una cueva pequeña. Juan sube y baja. Está muy oscuro y está en espacios muy pequeños. Siente claustrofobia. A Juan no le gusta la sensación de claustrofobia. Después de una hora en la oscuridad de las cuevas, por fin ve la luz del sol.
Cuando sale de la cueva, Juan respira profundamente. Los espeleólogos tienen grandes sonrisas y están llenos de adrenalina, pero Juan no está contento. No le gusta la espeleología.
Quizás la espeleología es demasiado extrema para Juan, pero eso no significa que no pueda intentar otro deporte extremo. Vuelve a su computadora y busca el término «deportes extremos». No quiere hacer nada alta, ni nada en espacios pequeños. No quiere hacer nada muy rápido tampoco. Después de mucha investigación, Juan decide hacer el buceo.
En el buceo, nadas en el agua con un tanque de aire. En el agua, miras las plantas y peces que viven en arrecifes de coral. Juan decide que el buceo es perfecto para él como no es rápido, ni alto en el aire ni en un espacio pequeño. Programa una cita para hacer el buceo.
El día de su cita, Juan mira un video educativo sobre el buceo. Se pone un traje especial, una máscara, un tanque de aire y aletas. Va en un barco a un arrecife de coral con otros turistas y unos buzos profesionales.
Juan entra al agua. Practica con usar las aletas y cuando está cómodo, sigue a los buzos por el agua. Al principio, su tiempo en el agua es relajante. Ve plantas y peces pequeños. ¡De repente, ve un tiburón! Juan tiene miedo al tiburón. Entonces una tortuga marina pasa. La tortuga es muy grande y espanta a Juan. Otros peces grandes vienen y pasan por Juan. Los otros turistas piensan que los peces son fantásticos, pero Juan no. Juan está sorprendido y espantado por los peces y quiere salir del agua.
Cuando sale del agua, Juan respira profundamente. Los otros turistas y buzos profesionales tienen sonrisas enormes y están llenos de adrenalina, pero Juan no está contento, no le gusta el buceo.
Quizás el buceo es demasiado extremo para Juan. Está empezando a pensar que no hay un deporte extremo para él, pero vuelve a la computadora para investigar. No quiere hacer nada alta en el aire, ni bajo el agua, ni nada en espacios pequeños, ni nada demasiado rápido. Juan busca y busca. Por fin, ve un deporte que parece divertido. Es el esquí. En el esquí, bajas una montaña cubierta de nieve. Muchas personas hacen el esquí, entonces Juan decide que no puede ser tan malo. Programa una cita para hacer el esquí.
El día de su cita, Juan se pone ropa caliente, un abrigo grande, pantalones de nieve y guantes. Renta esquíes, palos y un casco. Como es su primera vez, decide tomar una lección. El instructor es muy paciente y enseña que para ir rápido los esquíes son paralelos, como papas fritas, y para ir lento, los esquíes forman un triángulo, como una pizza.
Juan practica haciendo «pizza» y «papas fritas» en un monte pequeño. Se cae unas veces, pero se levanta y sigue adelante. Cuando está cómodo, sube la montaña a un punto más alto en la telesilla. La telesilla es alta, pero no tan alta como el avión del paracaidismo o el bungee. Desde la telesilla, puede ver por millas. La vista es impresionante y no siente claustrofobia como en la espeleología.
Luego, Juan baja la montaña. A veces va rápido, pero no tan rápido como el automovilismo. Hay otras personas en la montaña, y a veces sorprenden a Juan, como los peces del buceo, pero Juan se enfoca en el espacio de frente, respira profundamente y siente mejor.
Después de unas horas, Juan empieza a divertirse en la montaña. ¡Le gusta el esquí! Le gusta la sensación del aire frío en la cara y la adrenalina de bajar la montaña. Juan encontró un deporte divertido para cambiar su vida aburrida.
El fin.
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