Simple Stories in Spanish: La aventura de la vida, parte 6

Season 10, episode 28

Previous chapters of La aventura de la vida include: Parte 1 , Parte 2, Parte 3, Parte 4, Parte 5

The only people to defeat the gods of Xibalba are the Hero Twins, and they did so by resurrecting themselves after being ground into dust. Sandra doesn’t like that option. She finds herself between evil men and a river of sacrificial blood. What other terrifying sights await her in this space the Mayans call “the place of fear”?

This story is in the third person and present tense, with multiple other verb forms used as needed to tell the story. Important vocabulary in the story includes: “bravucón” (bully),“esperanza” (hope), “hielo” (ice), “cuchillo” (knife), “chilla” (cries), and “será” (probably is).

La aventura de la vida, parte 6

Sandra mira entre los tres hombres malos y el río de muerte. Los hombres levantan cuchillos de obsidiana y bloquean la salida. Detrás de Sandra el río de muerte mueve la sangre de personas sacrificadas para honrar a los dioses mayas.

Están en Xibalbá, el inframundo, que los mayas también llamaron “lugar de miedo”. Pues, Sandra tiene miedo. Tiene mucho miedo, pero no puede perder la calma.

—Es hora de aceptar tu destino —dice el hombre más grande, el mismo que estaba en el avión. Parece ser el líder del grupo.

Sandra recuerda el avión y el principio de esta aventura increíble. Saltó de un avión, subió El Castillo de Chichén Itzá y luego se cayó por las pirámides que estaban dentro, nadó por un cenote, casi se ahogó en un río subterráneo y enfrentó una oscuridad profunda, tanto en la cueva como en su cabeza.

Mira a los hombres y sus cuchillos y está muy frustrada. ¿Quiénes son ellos? ¿Por qué la persiguen? Ella no es nadie especial. Los hombres actúan como los bravucones en su escuela. Sandra sabe que los bravucones se alimentan del miedo. Así que Sandra decide tratarlos como trata a sus estudiantes bravucones, con confianza y lógica.

—No. Mi destino es lo que yo hago. Ustedes no tienen ningún poder aquí. Aquí los que mandan son los dioses de Xibalbá. No les importa quién hace el sacrificio, ellos viven del sufrimiento. Ninguno de nosotros llegará a nuestros destinos si nos quedamos aquí —dice Sandra, tomando control de la situación.

Mientras habla, manos salen del río y agarran la tierra. Jalan cuerpos parcialmente deteriorados del agua roja. Uno de los hombres chilla y ataca un cuerpo con su cuchillo. El cadáver sigue moviéndose. Por fin Gabriel habla:

—Yo la escucharía. Es la mejor esperanza de salir de aquí que tenemos. Si la matas, todos estamos perdidos.

—¿Adónde vamos entonces? —dice el supuesto líder del grupo, guardando su cuchillo.

—Primero, sería buena idea movernos de la orilla del río de muerte —empieza Sandra.

Cuando están más seguros, Sandra observa la caverna. Es grande y está cubierta de una luz rosa. Dentro de la caverna, hay entradas a otras cuevas y túneles. Ahora solo tiene que seleccionar el sendero correcto.

—Gabriel, ¿puedes pasarme la mochila, por favor? —pregunta Sandra.

—Espera. ¿Qué hay en la mochila? —cuestiona el hombre.

—Nada mortal. Solo hay un libro que necesito —responde Sandra.

Gabriel le pasa la mochila y Sandra saca el libro mojado. Las páginas están en malas condiciones, pero Sandra las pasa con cuidado hasta que llega a la sección que quiere.

—Xibalbá está dividida en casas. Cada casa tiene algún truco. Al principio crees que encontraste algo bueno, pero la decepción viene rápido —explica Sandra.

—¿Entonces, cómo salimos? —pregunta el hombre.

—Tenemos que pasar por las casas y evitar los trucos —dice Sandra.

—Suena fácil —dice uno de los hombres con bravura. Sandra se ríe.

—Los dioses de Xibalbá no hacen nada fácil. Las únicas personas que ganaron a los dioses de Xibalbá fueron los héroes gemelos —dice Sandra.

—¿Cómo salieron ellos? —pregunta otro hombre.

—Fueron pulverizados y luego resucitaron. No creo que tengamos esa opción —dice Sandra de forma realista.

—¿Pero tu crees que el libro tiene la respuesta? —cuestiona el líder.

—Ha sido correcto hasta ahora. No tengo por qué dudarlo —declara Sandra, volviendo a las páginas. 

Levanta la vista y mira las cuevas al otro lado del río. No ve manera de cruzar el río, así que dirige su atención a las tres cuevas más cercanas. Una cueva emite una luz roja, otra una luz azul y la tercera es completamente negra, como si absorbiera toda la luz a su alrededor.

Sandra identifica el tercer túnel como la casa de la melancolía. En esa casa personas se sienten deprimidas y sin esperanza, exactamente como ella se sintió cuando pasó por allí con Gabriel.

La cueva con la luz roja será la casa de fuego. Tiene un suelo de lava fundido. Respirar el aire allí quema los pulmones. La cueva con la luz azul será la casa de hielo. Es tan fría que las personas se congelan en un instante. De las dos opciones, Sandra cree que tienen mejores probabilidades en la casa de hielo. Cierra el libro y lo devuelva a la mochila.

—Vamos a pasar por la casa de hielo. Tenemos que quedarnos en un grupo. Si nos quedamos cercanos, el calor de nuestros cuerpos nos ayudará a sobrevivir. Tómense las manos —dice Sandra, tomando la mano de Gabriel y la de uno de los hombres.

Cuando pasan por la entrada, un viento helado choca con sus caras. Sandra se acerca más a Gabriel, pero no puede evitar los escalofríos que atacan su cuerpo. Pronto, todos en el grupo tiemblan de frío.

—Hay… que moverse… más… rápido —dice Sandra por dientes castañeantes.

El grupo se acerca más y se acelera un poco. Por toda la cueva hay cuerpos completamente congelados. Unos están sentados en el suelo. Otros están en varias posiciones de caminar. Un cuerpo está en la posición de correr, con un solo pie congelado al suelo.

Los dientes de Sandra castañetean tanto que cree que se van a caer de su cabeza. Por fin ve un cambio en la luz. ¡Están llegando a una salida!

El grupo tiembla y camina a la salida de la casa de hielo. Cuando salen, Gabriel abraza a Sandra y ella está agradecida por el calor de su cuerpo fuerte.

De repente, uno de los hombres grita en dolor.

—¡Algo me atacó! —chilla. Todos ven un corte en su brazo.

—La casa de cuchillos —susurra Sandra.

Como si fueran llamados, cuchillos aparecen volando por el aire. Los hombres miran sus hojas afiladas con miedo, pero Sandra no tiene miedo. Estaba esperando llegar a la casa de cuchillos. Respira profundamente y baila.

Sandra recuerda los pasos de la danza que su abuela le enseñó cuando era niña. Practicaba todos los días por semanas. Su abuela dijo que era la danza de sus ancestros, una danza sagrada y especial. Según el libro, es el baile que los salvará.

Los cuchillos vuelan en su dirección, pero pasan alrededor de ella y su danza. Otro hombre grita, pero Sandra lo ignora. No puede romper su concentración. Siente a Gabriel detrás de ella. Está copiando sus movimientos. Poco a poco los otros hombres también la copian. 

Los movimientos de Sandra son exactos y elegantes. Ella se mueve por la cueva y los cuchillos no la tocan. Los hombres detrás de ella son torpes en su danza, pero se quedan cerca de ella y es suficiente.

Llegan al otro lado de la cueva y encuentran la salida. Con un suspiro de alivio, Sandra deja de bailar. Por su sorpresa, Gabriel la besa.

—¡Nos salvaste! Sabía que eras especial —le dice.

—No estamos a salvo todavía, hay muchas casas en Xibalbá y… —Sandra no termina su pensamiento. Sus palabras se cortan cuando un murciélago enorme aparece y le arranca la cabeza a uno de los hombres malos.

El fin.

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¡Muchas gracias por escuchar! Thank you for listening, and a HUGE thank you for your support. I really enjoy creating and sharing simple, comprehensible stories in Spanish. If you would like to help me in that endeavor, consider buying me a taco!

You can download a printer-friendly PDF of this story. Looking for the English translation? I have a PDF for that too! Read a paragraph in Spanish and then read the English translation to see what you understood.

Author: Camilla Given

I'm Camilla! I teach at the high school and college level in a small town in western Colorado. My goal is to teach the world Spanish through stories. I truly believe that stories make learning Spanish easier - and even fun! Feel free to contact me at smalltownspanishteacher@gmail.com

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